Prólogo

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Un conserje harto ya de su rutina laboral, un hombre que arrastra cáncer terminal desde su juventud. Desesperado, decidió buscar ayuda con los mejores medicos de su ciudad hace una semana, pero estos no han logrado nada ya que los medicamentos no dan el resultado que el espera. Hasta que "Miami Scientific Lab" le pide a un grupo de personas, incluyèndolo, que sean el objeto de experimento para la cura de varias enfermedades entre ellas, el Cáncer.

El conserje acepta, ilusionado de que el medicamento funcione. Desde que inyectaron aquello, llevaron a cabo exámenes, CA-125 con el hombre y los resultados determinaron que no tenía nada, después de todo, sintió que tenía un peso menos en su vida.

•Jeferson high school

Al día siguiente se encontró poniendo el galón de agua en la sala de los profesores de la escuela y mientras lo hacía tosió descontroladamente, al terminar, continuó con su día laboral.

-Hola Santiago- Saludó el profesor de química.

-Hola- El conserje respondió de mala gana.

-¿Qué te pasa, por que ese humor?

-Nada, solo que no me gusta estar aquí.

-Creeme que a mi tampoco me gusta y debo hacerlo- respondió riendo-Nos vemos luego.

Robert siguió caminando hacía la sala de profesores saludando a todos los estudiantes y equipo laboral que se encontraba.

Cuando entró, en el fondo del salón vió a la profesora de literatura sentada, leyendo uno de sus libros favoritos.

-Hola Robert- Saludó Agnes.

-Hola Agnes, cómo estás-Respondió el profesor de química.

-No muy bien- respondió- Me he sentido mal desde que llegué, pero creo que no es nada grave.

-Emmm... Ok, espero que te mejores. Sabes dónde está el café?

-Creo que está en la mesa.

Mientras hechaba el café en la taza, escuchó que Agnes tosía fuertemente y corrió a socorrerla.

- ¿Quieres un poco de agua?- Agnes asintió-Toma, tomatela despacio.

Los demás profesores continuaron con sus charlas sobre los alumnos y sobre las clases que estaban preparando.

-Te sientes mejor- preguntó Robert a Agnes en la hora del almuerzo.

-Sí- respondió con una hermosa sonrisa- Gracias por preocuparte.

-No hay problema, tengo que ir a dar una clase, nos vemos luego

Robert iba caminando por el pasillo cuando al final de este ve a Santiago arrodillado en el piso, trató de acercarse pero se arrepintió y fue directo hacía su salón. -Otro día más- susurró para sí mismo mientras escribía lo que iba a enseñarles a los chicos.

El día de hoy iba a dar una clase de 1 hora apróximadamente y tenía que estar bien preparado.

-Mierda, olvidé mi puto ordenador en el puto salón- Dijo enojado- Joder, tendré que dar la clase sin el-
Varios minutos después vió que los estudiantes comenzaron a entrar

-Bueno chicos, hoy vamos a ver...- Pero no pudo terminar porque comenzó a vomitar sangre.

Dead CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora