C u a r e n t a i n u e v e. -Carta Final-

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Querida Ivy;

La vida es más difícil que la muerte ¿sabes?

Hoy al fin me dejé arrastrar definitivamente por el dolor. Lo había retenido por tanto tiempo que hoy finalmente colapsé.

¿Sabes? Estaba pensando en que dijiste tantas cosas y prometiste tan poco...

Solo me prometiste que estarías conmigo, que no nos separarían.

Ahora comprendo porqué en tus frases nunca incluiste un "para siempre".

Que chica tan lista.

No puedo culparte de nada, ni aunque quisiera. Ni siquiera de mi alma hecha añicos.

Después de todo fui yo la que me hice ilusiones de una vida muy larga juntas.

Que niña tan estupida.

Estoy perdiendo el sentido de la realidad. A veces te escucho hablarme... Mi nombre susurrado con tu voz de seda negra...

A veces te veo de reojo, pero cuando volteo desapareces como una repentina ráfaga de viento.

Hoy lloré como nunca, mientras reía. Una risa tan amarga, llena de ironía.

Hay tantas preguntas y tan pocas respuestas.

Me estas matando lentamente, al mismo paso que cuando inconcientemente me enamoraste. Así, despacio y profundo.

No sé qué hacer con todas estas cartas. A pesar de todo no quiero hacerte sentir mal si llegas a leer todo esto, porque entonces estoy segura de que te harías responsable de mi muerte y no es así.

Es solo que el amor que me hiciste llegar a sentir por ti es tan intenso, que ya que no puedo entregártelo me consume por dentro como brazas ardientes.

Siempre has sido esa tormenta hermosa y desgarradora que ha envolvido mi vida.

No es tu culpa que te volvieras tan malditamente adictiva para mí. No es culpa de nadie.

Lo único que es mi culpa es ser tan débil y no poder superar tu partida.

Si llegas a leer todo esto, solo quiero que sepas que te agradezco infinitamente que me hicieras conocer el verdadero amor. Un amor diferente, uno sincero y fuerte.

Y que a pesar de todo lo que sucedió sé que lo nuestro no pudo haber sucedido de otra manera. Todas las opciones del destino seguramente nos hubieran llevado a esto.

Y ahora, después de tanto tiempo, no me gustaría que las cosas hubieran sido diferentes.

No me malinterpretes, daría todo lo que tengo y más por tan solo haber tenido una vida junto a ti, pero ya hay que aceptar que no fue así. Lo único que me queda son los hermosos recuerdos que me regalaste, que creamos juntas.

Agradezco con todo mi corazón a la vida por permitirme haberte conocido, por conocer el amor. Tan así, que si me hubieran dicho lo que pasaría si me enamoraba de ti, a pesar del dolor, igualmente lo hubiera hecho. No lo dudes.

Para eso vine a esta vida, y estoy tan cansada, Ivy. Ya hice lo que tenía que hacer, ya viví lo que tenía que vivir, ahora solo quiero paz.

No te imaginas cuánto te amo, mi querida y salvaje Hiedra, que de solo recordar tus ojos ahora mismo se me agita el pecho y mis labios se curvan en esta sonrisa que creí perdida para siempre cuando te vi partir...

Siempre vivirás en mí, querido corazón.

Siempre recordaré esos ojos chocolate casi negros que tanto me alborotan el corazón aún con solo recordar la manera en la que me mirabas con ellos...

Esas escasas sonrisas sinceras que solo conmigo lograste crear; Esa gracia tan tuya que tenías al caminar; Tus gestos; Tus labios; Tus berrinches... La forma en la que recorrías los rasgos de mi rostro con las yemas de tus dedos como si yo fuera la de porcelana y no tú...

Ay...

Hay tantas cosas, y todas ellas se irán conmigo esta noche.

Sé que me iré en paz, aunque suene cliché.

Me iré en medio de un sueño profundo y sin fin.

Solo quiero que nunca olvides que te amo más que a nada en este mundo, y que siempre cuidaré de ti. Prométeme que serás fuerte, que vivirás y que a pesar de tu infierno interno lograrás salir adelante. Prométemelo. Es lo único que te pido.

Me permitiré −por primera y última vez desde que te fuiste− recordar el sabor de tus labios mientras mi vida se difumina junto con mi dolor, esta noche. Estaré bien. Acepté lo sucedido y estoy bien, pero sé que no conseguiré paz a menos que haga esto, lo siento...

¡Te amo!

Mi querida Ivy.

Mi dulce y complicada Hiedra.

Hasta siempre.

StormDonde viven las historias. Descúbrelo ahora