Capítulo 2

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Las primeras semanas fueron casi iguales, no hablaba nada y ni siquiera salía del cuarto. Solo releía algunos libros de amores trágicos y odiaba cada momento que pasaba en la casa de la chillona señora Norma de rosa patrón. La señora no era nada agradable, miraba a todas las personas en menos y siempre a la misma hora se sentaba a ver el diario en el sillón y no le gustaba que nadie más la molestara, excepto de mi padre o mi gloriosa hermana.

-Eres igual a tu madre. -me dijo un día que me encontró contemplando la cristalina agua de la piscina que poseía el gran patio. -tienes sus mismos ojos y su mismas facciones, pero ojalas que no poseas sus mismas actitudes, aquellas destruyeron su familia y a su marido.

Se movió con sus tacos de aguja hasta una silla de fierro ploma y se quedó observándome de pies a cabeza, creyéndose condescendiente por tener una gran casa y dinero de sobra. Siempre me miraba como creyéndose mejor que yo y era mejor que yo, ya que yo no poseía algo tan trivial como una casa más parecida a una mansión.

-Yo no soy como ella. -sofoque un gritito y salí casi corriendo del patio donde aparte de esa piscina, había un lindo perro siberiano.

Esa señora me tenía sangre al ojo por parecerme a mi madre que había cometido tantos errores en su vida que había arruinado todo a su alrededor, había arruinado la felicidad de muchas personas y había roto muchos corazones nobles y ahora nadie sabía nada de ella.

Habían pasado varias semanas, pero aun no hablaba con nadie. El chico que se llamaba Dylan o Damon o como sea que se llamara, casi nunca estaba en la casa y cuando estaba ni se sentía, era tan pesado y arrogante que lo odiaba. Un día miércoles aun me acuerdo, cogí mi teléfono y salí de la casa sin avisarle a nadie. Caminaba por las calles sin ni siquiera saber dónde estaba, me acuerdo que los edificios eran tan altos que parecían rascacielos y había tantas tiendas que me perdía en ellas. Todas las casas eran tipo mansiones y los edificios eran demasiado preciosos para ser construidos con agrio cemento opaco, los arboles eran tan escasos que las plazas parecían desiertos, mientras que los niñitos pequeños jugaban alrededor de sus madres elegantes. Intercepte en una gran calle que estaba vacía, sin ni una persona rondando el lugar, al frente de donde caminaba, había una pizzería y los carteles que auspiciaban la comida poco saludable me daban hambre. Me quede plantada meditando si debía gastar un dineral en comer algo, cuando por fin deje de comerme la cabeza de tanto pensar. Entre sin preámbulos, dejándome cautivar por los elegantísimos manteles que adornaban las mesas que estaban ordenadas en hileras hasta el final de la primera habitación. El techo era de caoba petrificada, tenía unas partes quemadas que le daban un toque campestre a la pizzería, mientras que el piso era de cemento marrón que provocaba que el lugar fuera más helado.

Las personas charlaban por lo bajo y se escuchan tan educadas que me daba rareza, usaban muchas palabras de diccionario en una oración.

-¿Le apetece algo? -me pregunto un camarero joven con unos hermosos ojos azules y su pelo negro cayendo sobre su frente. Me sentía nerviosa, no era de hablar mucho con personas desconocidas, pero el chico solo quería saber que iba a ordenar.

-¡Ah! Una...pizza individual napolitana. -dije demasiado rápido para que me entendiera, pero aun así el camarero anoto en su libreta y me dijo en unos minutos volvería con mi pedido. Me quede estudiando el mantel con flores celestes, cuando el camarero de ojos bonitos volvió. Dejo una bandeja con una pizza y una lata de Fanta sobre mi mesa. -yo no he pedido una bebida. -espete con los nervios a flor de piel.

-Los chicos de allá la han ordenado para usted. -me aclaro, mientras que le echaba un vistazo a los chicos que gentilmente el camarero me apunto. Vi a una chica de lo pelo rosa y a un chico rubio igual que ella saludándome y no pude evitar unírmeles. -si necesita algo más, llámame. -dijo y se fue por entremedio de las múltiples mesas que rellenaban el lugar.

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⏰ Última actualización: Nov 11, 2015 ⏰

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