Sentimiento de culpa

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Sentir que eres una intrusa para el amor de tu vida déjame decirte que no es nada bonito, es triste y desgarrador.

Me arregle como pude y me tire en la cama, Anthony debe de odiarme. En ese momento mi celular sonó, no conocía el número, así que conteste,

-¿bueno quien habla?. Dije en tono firme.

-soy yo Eli, Marcos. Cerré los ojos, ¿QUIÉN DEMONIOS LE HABÍA DADO MI NÚMERO?.

-oh! ¿Qué pasa Marcos?. Dije amable

-me entere de lo que paso, ¿estás en tu casa? Te puedo ir a ver.

-si... y luego de haber dicho eso se me acordó que Anthony no quería que nadie sepa que estoy en su casa.

-¡NO! se me olvido decirte, es que estoy en casa de una amiga y pues no podrás visitarme, para la próxima será. Y corte la llamada.

-¡Eli! ¿Bajas o te llevo la cena a la cama. Lo medite y dije

-bajo!. Agarre mis muletas y abrí la puerta, Salí y baje con cuidado, Anthony ya estaba abajo con su hermano y su padre.

-ohh, huele delicioso. Dijo Óscar el padre de Anthony.

La madre de Anthony Sirvió la comida y antes de empezar comer ella dijo.

-Anthony, tu llevaras a la escuela a Eli, hasta que sea capaz de moverse por sí sola. El tosió sus fideos y salpico.

-pero sí pudo bajar las escaleras sola, porque no podría ir a la escuela sola?. La madre solo lo vio sorprendida.

-Anthony, no seas grosero.

-solo soy sincero. Dijo viéndola a los ojos.

-tú la llevaras y ya dije. El frunció el ceño agarro su plato y camino a las escaleras.

-¿a dónde crees que vas jovencito?. El giro y le dijo

-pues si ella no quiso comer en su habitación yo sí. Se giró y subió las escaleras rápido.

-oh, Eli discúlpalo, está molesto y no se el porqué. Dijo muy apenada, yo solo baje la cabeza y dije

-creó saber cuál es su problema. Un sentimiento de culpa me invadió todo el cuerpo, gracias a mi su familia se ponía en su contra y el no podía defenderse. Soy una intrusa. LA cena transcurrió en silencio y tranquila, terminamos de cenar y subí lentamente y me senté en los sillones que estaban en la salita que había arriba junto al balcón inmenso, había frío en la noche. La noche era tan hermosa que solo me salían las lágrimas,

-¿por qué tiene que ser difícil todo?, por qué todo mundo me rechaza, porque Anthony me trata tan feo, ¿por qué no está mi madre ahora mismo?, ¿por qué no soy bonita y alguien se fije en mí? ¿Por qué tengo que estar enamorada de ese Ángel de primavera?. Llore un poco más y al pararme escuche una puerta cerrarse, ¿será que alguien me escucho? No creo, camine hacia mi habitación y entre me acosté y me quede dormida, un ruido me despertó, mire mi reloj y eran las 2 de la mañana intente poner mi vista atenta de donde venía el sonido y me asuste al escuchar la puerta cerrarse volteé y no vi nada, decidí seguir durmiendo.

Al otro día desperté con más ganas, me pare, le puse una bolsa de plástico a mi tobillo y me metí a bañar, al salir del baño mi muleta estaba resbalosa y caí al suelo. Sentí unas manos alrededor de mi cintura y me ayudo a levantarme.

-tonta fíjate en lo que haces, casi te rompes la otra pierna.Yo solo me puse roja y rápidamente fui a mi habitación. Me cambié, me puse perfume y un bálsamo labial.

Baje y él ya me esperaba.

-por dios que lenta eres chica. Yo trague saliva y dije.

-pues no eres tú el del tobillo roto. Y el río, es tan hermoso cuando ríe.

-corrección yo no soy el tonto que se anda quebrando las partes de su cuerpo. Yo solo hice cara de pocos amigos y para hacerle burla dije

-ya vámonos chofer. El quedo rojo y yo me maldije internamente.

- vámonos Elizabeth. Camine lo más rápido que se puede con muletas y me subí lentamente y sin ayuda a su carro.

-bien ya vas aprendiendo, tonta. Dijo serio. Y yo solo negué en forma de disgusto.

-será mejor que midas tus palabras. Dije enojada.

-tú me dices que hacer? No me hagas reír.

Para distraernos dije

- en tu casa hay fantasmas hoy en la mañana, alguien estaba en mi cuarto y cuando voltee a ver no había nadie. Anthony apretó su palanca y acelero.

-si? Qué raro. Él no me volteo a ver para nada. Voltee a ver el paisaje, cuando vire vi una cara conocida y al voltear a ver bien era marcos, el me vio y abrió los ojos muy grandes bajo su ventana y grito

-¿Eli eres tú?. Yo me hice pequeña y me escurrí en mi asiento. Anthony viro su cara para ver quién era y se puso rojo de molesto.

Todo empezó con un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora