Era lunes, había tenido una mañana bastante agitada! Me encontraba afuera de la escuela con un café en mano esperando a que por casualidad pasará él y pudiera pedirle una disculpa por mi comportamiento de el otro día y es que verlo me tranquilizaba mucho, nadie ni él se imaginaba el efecto que causaba en mi... Era gracioso ya que no hablábamos mucho pero había algo en él que cambiaba mi día.
Llegó Amanda despampanante como siempre tan animada sonriendo... Pero al verme funció el seño
-vaya... Te ves pésima
-gracias! Es el mejor cumplido que me han hecho hasta ahora
-dormiste bien?
-no
-mañana es el convivio, vendrás?
-no lo se...
Pasó en frente de mi, me sonrió y entró a la escuela, sin más ni menos... Después de él entró Elizabeth siguiéndolo y tomándolo del brazo... Yo me quede tiesa ¿ya tenían algo? ¿Que? ¿Cuando pasó? Sentí como un nudo en mi estomago me dolía, mi corazón se aceleró y en cuanto vi como él la quitaba educadamente de su brazo, mi corazón volvió a retomar su ritmo, pero seguía teniendo nauseas y fue ahí cuando la guerra comenzó, cuando decidí que quería a ese chico que desde la primera vez que me habló, desde la primera vez que vi su ojos, desde su primer mal chiste ya me había enamorado.
