En el bosque estaba todo silencioso, y esperaba a que pasara la horda de caminantes que había escuchado unos minutos atrás, por eso me subí a este árbol. Mi respiración estaba agitada, debido a todo lo que había corrido. Toqué el arma que llevaba en el bolsillo para asegurarme que seguía ahí y luego me pasé la mano por la frente removiendo el sudor.
Un caminante, llegó con pasos torpes hasta el tronco del árbol donde estaba yo y me vio. Comenzó a elevar los brazos hacia mí y gruñí internamente. Si los demás cuerpos en descomposición lo veían, me iban a dejar acorralada. Así que le comencé a pegar con el pie tratando de no hacer mucho ruido.
-¡No! Maldición- murmuré para luego impactar en el piso, me giré rápidamente y ya tenía al caminante encima de mi tratando de morderme. Cerré la boca y arrugué la nariz debido al aliento y la sangre que salía de su boca, era realmente asqueroso. Con la rodilla comencé a golpearlo en las piernas mientras con mis brazos agarraba los suyos, tenía que matarlo antes que llegara la horda y la cosa se pusiera fea. Mis fuerzas se estaban agotando y el cuchillo que tenía no lo alcanzaba. El caminante saltó de encima de mi y suspiré, pero luego me paré de inmediato del suelo. Era un niño, llevaba un sombrero de alguacil y su cabello largo sobresalía, su pecho subía y bajaba con rapidez y estaba todo sucio y sudado, al igual que yo.
Él alargó el brazo y puso una pistola en frente de su cuerpo apuntando al caminante, quitó el seguro y me abalancé sobre él, le quité el arma y luego saqué mi cuchillo, le di justo en la cabeza al caminante y luego con la parte de abajo de la pistola que no era mía comencé a golpear su cabeza hasta matarlo. El cuerpo inerte cayó al suelo y me giré hacia el chico. Sus ojos estaban abiertos, sorprendido quizás.
-Hay una horda por aquí cerca, niño. Si usas una pistola harás que los caminantes lleguen aquí- tiré su arma a sus pies enojada y bufé.
-¡No me llames niño! ¡No soy un niño!- me contestó mientras se agachaba para recoger su pistola.
-Cómo sea..., niño- murmuré esto último ganándome una mirada asesina de su parte. -Gracias.
Y dicho esto comencé a caminar entre medio de los árboles.
-Espera, ¿Dónde vas?- el chico me alcanzó y me tiró del brazo.
-Ya te agradecí por salvarme, tú y yo no tenemos nada de qué hablar.
-¿Qué es lo que te pasa? Acabo de salvarte la vida, lo que siguiría es que me acompañaras a mi campamento.
-¿Por qué lo haría?
-Por lo que veo estás sola. Dudo que sobrevivas otro cinco minutos más- se cruzó de brazos y me miró desafiante y me fijé en sus hermosos ojos claros, unas pestañas algo largas, pero hacían que sus ojos se vieran aún más lindos.
Sacudí la cabeza concentrándome en la conversación y fruncí el ceño.
-He estado sobreviviendo sola por todos estos 8 meses, no me juzgues si no me conoces- me acerqué a él a paso decidido y le gruñí en la cara, él solo sonrió.
-Soy Carl- estiró su mano hacia mí y la miré.
-Hailee- golpeé su mano denegando el saludo medieval.
Me puse alerta cuando escuché esos horribles gemidos de caminantes y me fijé entre los árboles. La horda venía y yo estaba aquí conversando tranquilamente con el niño Carl.
-Vamos- me susurró y tomó mi mano, le seguí el paso hasta que comenzamos a correr sin hacer el más mínimo ruido.
[...]
Mi respiración ya se estaba volviendo irregular, y ya me estaba cansando. Me apoyé en un árbol y cerré los ojos tratando de calmarme.
-Vamos, no queda tiempo- me apresuró Carl y lo miré amenazante. Troté detrás de él hasta salir a un campo abierto. Una extensa reja se hizo presente en mi campo de visión y a lo lejos una gran construcción de color gris.
-¿Esto es una prisión?- dije exhausta. Él solo me ignoró y unas grandes puertas de color rojo se abrieron. Algunos caminantes nos seguían el paso, pero las gran entrada se volvió a cerrar. Un señor con barba corrió una de las rejas y abrazó al chico.
Su mirada se posó en mi y luego Carl le dijo algo al oído. Por instinto, saqué mi arma del bolsillo y la coloqué amenazandolo.
-Hey, hey, tranquila...- alzó las manos y comenzó a caminar hacia mí a paso lento. -¿Cómo te llamas?
Yo solo mantenía mi mirada fija. No contesté.
-Se llama Hailee, la salvé de un ataque zombie- habló Carl y gruñí.
-¡Tenía todo bajo control!- apunté el arma hacia él y rió.
-Claro.
El señor silbó para llamar mi atención y volví a apuntar el arma hacia él.
-Hailee, aquí estarás a salvo, pero solo te haré tres preguntas. Así que necesito que bajes el arma...
Yo, dudosa, le hice caso para luego patear la pistola lejos de mí.
-¿A cuantos caminantes has matado?
-Más de veinte.
-¿A cuántas personas has matado?
Me quedé callada.
-A cuatro- fruncí el ceño.
-¿Por qué?- volvió a preguntar el hombre.
-Me lo ordenaron.
N/A holaaa, espero que les esté gustando y por favor comentenn que les pareció❤
Aleex, xx.
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Fin «Carl Grimes»
Fiksi Penggemar«Y desde ahí supe que él era mi fin del mundo» |La historia se desarrollará a partir de la temporada tres, por lo que, si no has visto la serie desde esa temporada, puedas hacerte spoiler| -idktwd, 2015.