solo sé irme sin despedirme y volver cuando me lo piden porque, a todo, también aprendí a hacerme extrañar."
Nunca aprendí a insistir;
solo sé irme sin despedirme y volver cuando me lo piden porque, a todo, también aprendí a hacerme extrañar."
solo sé irme sin despedirme y volver cuando me lo piden porque, a todo, también aprendí a hacerme extrañar."