Saturno

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Saturno.

Al despertar, Hansol se metaliza en algo: hoy no hay colegio. La probabilidad de encontrarse "por casualidad" con un muchacho pelirrojo de mejillas regordetas, sonrisa contagiosa, voz chillona, sabiondo de los planetas y nombrado Seungkwan es demasiado pequeña. Pero si algo ha aprendido en esa semana, es que Seungkwan se clasifica como algo improbable.

Mientras mira el techo de su habitación se pregunta, ¿quién es Seungkwan? Sólo sabe que se aparece siempre de la nada, pero así como llega se va. No sabe su edad, su apellido ni a qué clase asiste. No sabe dónde vive ni tiene su número telefónico. Sólo sabe que cuando él aparece, es casi magia lo que sucede a su alrededor; porque siempre hay algo nuevo qué descubrir de él.

Hansol no se ha dado cuenta, pero le está sonriendo a la pared.

Se cubre el rostro con las manos, pues se siente como un tonto, y un chico cool no actúa como tonto. Un chico cool no piensa en cursilerías ni siente "mariposas en el estómago". Un chico cool es todo lo contrario a lo que es él en este momento.

Pero realmente no le importa mucho ser un chico cool ahora mismo, así que aquí está él, con el celular en las manos marcando el número de Soonyoung, a punto de hacer la estupidez de la semana.

- ¿Diga? -Contesta la animada voz de su hyung.

- Ey, hyung, hazme un favor -lo piensa un momento. Aún se puede arrepentir-. ¿Me das la dirección de Seungkwan? -Pero no se arrepiente.

- ¿Seungkwan? ¿Boo Seungkwan? -Soonyoung está seguro que no hay muchos Seungkwan en el instituto, entonces probablemente hablen de la misma persona-. ¿Desde cuándo se conocen?

- Larga historia... sólo, necesito verlo para algo...

- Oh, bien -Hansol agradece que Soon no haga más preguntas y sólo ceda a la petición.

[...]

Y ahora está en la puerta de una bonita y pulcra casa, debatiéndose si debe o no tocar, pero ya ha pasado muchas cosas como para llegar hasta este punto y echarse para atrás. Toca el timbre y espera a que alguien atienda. Después de unos minutos, hay una mujer de avanzada edad en el umbral, sonriendo. No se parece absolutamente en nada a Seungkwan, pero no hay necesidad de que sea un pariente.

- Hola, disculpe, ¿se encuentra Seungkwan?

- ¿Quién? -La mujer parece confundida por un instante. Es un mal presagio, piensa Hansol-. ¡Oh! ¿El hijo de los Boo, no? Lo siento, cariño, pero ellos se mudaron de aquí.

- Ah... ¿y sabe dónde viven ahora?

- No, lo lamento, no dijeron nada.

A Hansol se le ha revuelto el estómago, pero no de manera agradable. Siente pinchazos en el pecho. Detiene sus conjeturas y piensa que no hay necesidad de que signifique algo malo. La gente cambia de casa a menudo. Agradece a la señora y se da media vuelta.

Suspira. Mira la palma de su mano, donde el sudor ha borrado lo que previamente escribió ahí con tinta negra, y que ahora no es más que una mancha apenas inteligible:

"Saturno es el planeta más lejano a la Tierra que se puede apreciar a simple vista."

Se revuelve el cabello y regresa a casa. Aquel fue el día más vacío de la semana.


Cuando me miras. [VerKwan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora