Rayos de luz se colaban por la ventana de la fría habitación. Elizabeth abría poco a poco los ojos y su cabeza dolía. Inmediatamente sintió un escalofrío correr su espalda y se abrazó a si misma. Cuando logró ver con claridad vio que se encontraba en una cama, parecía ser de porcelana por su suavidad. Las paredes tenían un color rosa crema, todo parecía ser de una niña.
Su vista viajó por toda la habitación con cautela, pero luego de no ver nada más que una simple habitación se dispuso a salir de la cama. En su cuerpo reposaba una túnica hasta sus tobillos, tocó sus brazos y su cara mientras miraba para todas partes.
Estaba a centímetros de la puerta cuando esta se abrió impulsando su cuerpo hacía atrás. Ella cayó de trasero y de levantó con los codos haciendo su cuerpo hacía atrás, como una niña asustada. Se mantuvo mirando con horror la puerta hasta que la figura de una mujer no tan mayor cruzó el umbral, asustando más a Elizabeth.
El cuerpo de la mujer se tensó al no ver el cuerpo de Elizabeth descansando en aquella cama, pero inmediatamente se relajó al verla en el suelo.
-No te haré daño-La mujer intentó tranquilizarla, pero solo logró que Elizabeth se aferrara más a su cuerpo;con miedo.-Vengo a explicarte la situación, no soy como ellos-La mujer dijo lo último en un susurro y miró rápidamente hacía atrás.
Elizabeth aun desconfiada y con miedo, subió las cejas para que ella continuará.
-Veras...iré directo al grano-Suspiró- Has sido capturada por los mafiosos más peligrosos de la ciudad, ellos por supuesto te conocían, ¿Quien no?, pues, ellos hoy iban hacia tu hogar, pero te vieron salir y te siguieron-La mujer junto sus cejas en signo de preocupación.
-Yo...yo...¿Donde estoy?-Elizabeth habló con un nudo en la garganta, a punto de llorar.
-Ni yo lo sé, desde que me capturaron no he salido más afuera de aquí-Ella iba a seguir, pero un voz la interrumpió.
-¡Michelle, el señor nos llama al comedor,trae a la nueva!-La voz de una mujer la llamó.
-Vamos, vamos a cambiarte la ropa-Michelle le tendió una mano, pero Elizabeth se paró por su cuenta, sin quitar la vista de la mujer.-Por aquí-Dijo cuando Elizabeth estaba de pie.
Se dirigieron a un armario y Michelle le eligió ropa (Multimedia).
-Vamos-Dijo tomando la mano de Elizabeth para dirigirla sin que se pierda.
El pulso de Elizabeth estaba acelerado, sus piernas flaqueaban y su cuerpo tiritaba.
-Número uno, no te sientas nerviosa, somos una familia-Dijo Michelle- Número dos, puedes hacer lo que quieras sin salir de la casa a menos que te lo autoricen,y no creo que eso pase-Michelle saludó a gente con la mano y se volvió a dirigir a Elizabeth-Con el tiempo no son tan malos-Susurró y le indicó a Violet que tome asiento.
La mesa era larga, muchas sillas vacías adornaban al rededor de esta. La comida estaba a lo largo de la mesa, lo que significa es que cada uno tiene que servirse comida.
-Y olvidaba decirte-Michelle cambio su tono de voz por uno sombrío-No intentes escapar, por que te encontrarán y te mataran.
Elizabeth tragó saliva y miró su plato vacío. Después de unos segundos habló.
-¿Por qué hay tanta gente?-dijo en un susurro.
-Ellos se incluyeron,solo secuestran mujeres-Dijo como si estuviera acostumbrada a que se lo pregunten.
-¿Has intentado escapar?-Elizabeth dirigió su vista a Michelle.
-Si, pero comprendí que es mejor estar aquí que allá-Michelle tragó saliva-Casi me matan, pero fui yo la que se entregó y solo me castigaron-Michelle se quedó en silencio cuando llegó un hombre y sin que Elizabeth se diera cuenta, la mesa estaba llena.
El hombre sonrió cuando divisó a Elizabeth en la multitud.
-Elizabeth,¿nos harías el honor de venir aquí?-Le pidió y señaló una silla que estaba al lado.
Elizabeth lo quedo mirando y reaccionó. Llevó sus pies a paso lento hasta llegar al lado del hombre, el le sonrió y arrugas se formaron en su frente y al costado de sus ojos.
-Después de esta cena me acompañarás, Michelle no te explico la razón por la que estas aquí-Le susurró cuando ya estaban sentados. Elizabeth asintió y miró su plato para ver que había de comer. A pesar de no tener hambre, se sirvió una ensalada y un vaso de jugo de naranja.
La gente poco a poco se iba parando. El hombre le indicó a Elizabeth que se pare y ella obedeció, el se paró segundos después y caminó delante de Elizabeth mientras lo seguía con la mirada perdida en el suelo.
"¿Como llegué aquí?,¿Por que estoy siendo tan sumisa con la situación?"-Cosas como esa Elizabeth se preguntó frecuentemente desde que empezó a comer.
El hombre abrió una puerta y esperó a que Elizabeth entre. Se sentó en una gran silla que tenía un escritorio dentro de este, Elizabeth esta parada delante,incitando a el hombre a hablar.
-Verás, ya estoy viejo-sonrió triste-Soy el jefe de todo,y tengo un hijo-Suspiró con una sonrisa-Moriré pronto. Mi hijo será el jefe y aun es descontrolado, te necesito para que estés con el, en las buenas y en las malas, necesito que lo conquistes y logres que su mente cambie-Miró directamente a los ojos de Elizabeth , ella se encontraba horrorizada-Necesito que enamores a mi hijo, Elizabeth Woolridge.
Elizabeth miró a los ojos al hombre y dijo:
-No, no haré eso-Elizabeth logró sacar su lado autoritario otra vez.
-Si lo harás-El sonó amenazante-Si no lo haces, morirás.
-Esta bien por mi-Elizabeth dijo y se cruzó de brazos.
-Eres perfecta para Alex-Sonrió triunfante-Eres igual a el, solo que tienes los pies en tierra.
-Lo siento...-Dijo con una sonrisa falsa y miró el escritorio y estaba el apellido del hombre-...Mrs. Turner.
El hombre la miró y su felicidad fue aun mayor.
-Sabia que tenía la razón-Miró a Elizabeth y sonrió triunfante, una vez más.
N/A.
Alex Turner quedará con su nombre bc no se que nombre ponerle:B.