Love me (Nico di Angelo)

Capitulo 2: CAMPAMENTO MESTIZO

Apenas habíamos corrido dos calles y ya estábamos perdidos.

Las calles no se parecían en nada al Manhattan que conocía. Ahora eran más oscuras de lo normal, y eso que eran las doce del mediodía, mi cabeza daba vueltas y me sentía cada vez más cansada.

-Damon-Susurre,-Necesito parar.

Damon giro su cabeza sin dejar de correr y apretó mi muñeca con más fuerza.

-No te preocupes. Zoe-Dijo tratando de sonar calmado,-Falta poco.

Levante la cabeza ignorando el fuerte dolor que me hacía mantenerla gacha* y trate de ubicarme. Tenía razón. Mi casa no quedaba a más de media calle.

Damon jalo más fuerte mi brazo haciéndome correr más rápido en dirección a la pequeña puerta de mi casa.

-¿Me quieres decir que fue todo eso?- Le pregunte una vez adentro. Gire mi cuello haciéndolo sonar, el dolor se estaba yendo.

Me miró y pude ver gotas de sudor cayendo por su cuello.

-No tenemos mucho tiempo-Dijo caminando por el pasillo, en dirección a la sala- ¡Grace! ¡Grace!

Corrí tras el tratando de alcanzarlo.

- ¿Se puede saber qué te pasa?

Damon ignoro totalmente mi pregunta y abrió las puertas de la sala.

Había una mujer sentada en el sofá leyendo despreocupadamente una revista. Era alta y esbelta, con una cabellera de color negro recogida en un moño amarrado por una cinta dorada. Llevaba un sencillo vestido color morado.

-¡Grace!-Dijo aliviado Damon para luego tensarse nuevamente- Ya empezó...L-la han encontrado.

La mujer levanto la mirada y nos miró extrañada.

Damon cerró las puertas y la miro nervioso.

-¿Mama? -Pregunte-¿Se puede saber que está pasando?

Mi madre se paró del sofá y nos miró inquieta. Se acercó a Damon y le susurro algo que no llegue a escuchar. Damon la miro temblando y asintió.

-Se tienen que ir- Dijo al fin, se giró mirándome- Zoe te tienes que ir ya.

Temblé

-¿Qué? ¿De qué hablas mamá?- La mire asustada

Sonrío débilmente y un sonido se escuchó en la puerta, alguien estaba tocando. Damon se alarmo y empezó a mover la pierna nerviosamente.

Mi madre miro hacia la puerta.

-No tenemos mucho tiempo- Respondió con la voz rasposa-Se tienen que ir.

Me abrazo fuertemente

-Te lo explicaran luego- Susurro- Te lo prometo.

-¿Tu no vendrás?-le pregunte deseando que diga que sí.

-No cariño-Me miro con ternura-Tengo algunas cosas que resolver. Pero no te preocupes, nos veremos pronto.

-¿Y mi hermana?-pregunte nerviosa

Me sonrió cariñosamente

-¡Oh! No te preocupes-Me guiño el ojo- Sabemos cuidarnos

Los sonidos en la puerta empezaron a escucharse cada vez más fuerte. Damon me miro nervioso y se acercó a mí cogiendo mi mano tímidamente.

-Estamos listos-Dijo Damon esta vez mirando a mi madre. Ella lo miro nerviosa y Damon sonrió calmado por primera vez- No te preocupes Grace yo la cuidare.