Tango suicida

24 2 0
                                    

Por desgracia, volví a despertarme por la mañana. Nada mas levantarme senti un dolor en el brazo, y recorde lo que hice; me tocaba pasar calor durante un par de semanas.
Pegué un salto de mi cama al suelo, nada mas inspirar, note un olor, un olor a muerto. ¿A que coño olia en mi habitacion?
A

coño, aun seguia sangrando, y empapé las sabanas, mantas de mi sangre. La sangre de un imbecil, estaba como recuerdo en aquellas telas que dan calor.
Ahora si, me fui directo al instituto, estaba dispuesto a ir y sufrir insultos contra mi ser, a ser despreciado por parte del profesorado.
No pude hacer otra cosa, simplemente romper a llorar en el instante que llegue a mi casa, mi solitaria casa por suerte. Tome aquelkas cuchillas, y, estaba decidido a hacerlo, no trnis ninguna duda, y ningun inconveniente

versos perdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora