Aquel entonces aun tenia las palabras aquellas en la cabeza, solo resonaban en mi, y me torturaban sin cesar, como cuando molestas a una avispa.
Un murmullo en mi cabeza aparecio "hazlo" decia este, yo anonadado, gritaba no. Pero cada vez, este era mas fuerte, y nublaba mi mente hasta dejarla en blanco. No pude aguantar, y la cuchilla coji. Las lágrimas empezaron a invadir mi ser, a corromper lo poco que quedaba de mi. Entonces comprendí que era un cobarde, un imbecil el cual no puede aguantar un dia sin ver sangre corriendo por su brazo...
Decidi a hacerlo, esta vez con cuchilla nueva, un bisturi habia encobtrado esa mañana (y yo lo cambie de sitio), aprete, y corte, no podia creerlo, los cortes siempre salian abiertos, podiamos decir que tenia a la muerte cojida de la mano, si quisiera podia irme! Asi que coji el bisturi, hice varios cortes, cada cual mas abierto, y las ganas de clavar por encima la cuchilla, abrir mas la herida, llegar a la vena.
Un suspiro salio de mi boca, coji de nuevo la hoja de sacapuntas y la apoye en mi muñeca, ahi dudaba, pero... Al final corte, una y otra vez... No podia creerlo, habia bajado a la muñeca despues de quatro meses de cortes y depresion.
