-'Hola?'
-'Hola Bella, hablas con Andy Hemming'
-'¿Andy Hemmings?- pregunte desconcertada, Michael me miraba con el ceño fruncido '¿Que se te ofrece?'- le pregunte
-'Necesitó que tu y Michael Vengan a mi oficina'
-'Y se puede saber para que nos necesitas?'
-'No, lo sabrán cuando vengan'- Dijo para después colgar.
-'Que quería el tipo ese?'- Michael me preguntó mientras no despegaba la vista del camino.
-'Dijo que necesitaba que tu y yo fuéramos a su oficina'- le explique
-'Que fuéramos a su oficina?, ¿para que?'- Me preguntó mientras fruncía el ceño.
-'Nose, cuando le pregunte para que era me dijo Cuando vengan lo sabran'- le dije mientras trataba de imitar la voz de Andy. '¿Vamos a ir?' le pregunte a mi hermano.
-'Si, no hay riego que correr, el también trabaja con Richard'- me contestó mientras apagaba el motor, ya habíamos llegado a la heladería 'Pero iremos después de ir con Richard, acuerdate que el dijo que necesitaba que hoy fueramos a su oficina'
-'Bueno, vamos a tener un día largo a si que vamos a empezar por lo principal... ¡Vamos por nuestro helado!'- le dije mientras me bajaba del auto, el me imitó y entramos a la heladería.
Compramos los helados y no los comimos en 30 minutos, salimos de la heladería directo a la oficina de nuestro jefe, Richard.
Llegamos al callejón 07, y tocamos para poder entrar a la oficina de Richard, después de escuchar un 'pase' entramos con toda tranquilidad y nos sentamos en los sillones que hay frente al escritorio de el.
-'Hola chicos'- nos saludo.
-'Hola Rich'- respondimos Mike y yo al unísono.
-'Supongo que se preguntaran porque están acá ¿cierto?'
-'Cierto'- respondimos nuevamente al mismo tiempo.
-'Bueno chicos voy a ser breve con ustedes, vale?'- Michael y yo simplemente asentimos.
-'Ok, yo hace unos días me comunique con una gente de la mafia, Nosotros hablamos de unas cuantas cosas y quedamos en que nos uniríamos en un trabajo...'
-'Que trabajo Richard?'- preguntó Michael serio.
-'Venderemos drogas'
-'¿¡QUE!?'- Pregunte exaltada '¿¡Como que VENDEREMOS drogas Richard!?'
-'Nosotros no haremos eso'- Dijo Michael, tranquilamente, levantándose de su silla.
-'A ver Cliffords no es una pregunta es una obligación, ellos me dijieron que contratara a dos personas en las cuales confiara demasiado... Esas personas son ustedes'
-'Nos estas jodiendo Richard!?, ¡COMO QUE NOS VAS A OBLIGAR A TRABAJAR CON LA MAFIA!'- Dijo Michael, esta vez, gritando.
-'Es una oportunidad increíble chicos, tomense esto con calma, y estén listos para cuando nos pasen la primera cantidad de droga'- nos dijo Richard con tranquilidad.
-'No nos puedes hacer esto, tu sabes por lo que pasamos por culpa de la droga, perdimos a nuestros padres por culpa de estos torcidos, NO NOS PUEDES HACER ESTO RICHARD!!'- Le dije exaltada.
-'MIREN YA ME HARTE' dijo levantándose de su asiento 'YA LES DIJE QUE NO LES ESTOY PREGUNTANDO SI QUIEREN O NO UNIRSE A ESTE TRATO, LES TOCA Y PUNTO'- Michael y yo no le quitabamos la mirada de encima
-'Salgan y esperenme afuera, voy a arreglar algo y salgo para irnos a la reunion'-Michael y yo no dijimos nada, solo salimos de la oficina.
-' Mike, no podemos hacer esto'- acune su rostro en mis manos, mirandolo directamente a los ojos- 'sabes por lo que pasamos...por culpa de lo mismo'
-'Lo sé, pero no podemos hacer nada' me miró con pena.
-'Claro que podemos, él no nos puede obligar, mira, podriamos...'
-'Bella, no'-quito mis manos de su rostro y las colocó entre sus propias manos. La diferencia de tamaño era notable.-'No podemos, entiendelo'- después de decir eso me abrazó, acercandome a su cuerpo con miedo de no tenerme a su lado.
Luego de unos minutos abrazados, salió Rich de su oficina sin dirigirnos la mirada. Él simplemente fue hacía el auto que estaba a un par de metros y nosotros decidimos seguirlo, ya no valia la pena pelear.
Avanzamos por largas calles muy concurridas alrededor de media hora. Luego pasamos por calles mucho más ocultas y con aspectos desastrozos. Él chofer en ningún momento hablo -y manejaba como si conociera muy bien por donde iba- y Rich, menos. Nos detuvimos frente a un local, en el cual pareciera que no hubiera nadie si no fuera por el gran hombre que estaba en la entrada.
