Día 1.

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Nuevamente llego la noche y yo seguía en aquel rincón, ya puedo decir que pasaron veinticuatro horas desde que todo se difundió, desde que mi mundo se arruinó.

Desde que mi estupidez fue más que mi razón. Para mí no era raro estar sola y abandonada, la palabra soledad estaba tatuado en mi alma. De pronto unas fugaces imágenes llegaron a mi mente, mi mente me jugaba una mala pasada y me recordaba a una niña con el cabello corto, atado por dos simples coletas, una niña que sonreía y al hacer eso mostraba los dientes nuevos que crecían, un hombre sonriente la elevaba en su hombro y sonreía con ella. Que irónico esa niña soy yo, en mis ocho años, siendo feliz. Feliz. Aquella palabra encierra todo lo que yo no siento. Poco a poco las imágenes se hacen borrosas y mi mente juguetona me lanza otro recuerdo. La misma niña pero vestida de negro y con una carita que transmitía la tristeza más grande del mundo. A un lado está mi madre sus facciones están tensas. Estoy segura que está preocupada en cómo mantenerme luego de la muerte de papá. Veo como poco a poco van bajando el ataúd, la rosa blanca que tengo en mis manos, la lanzo hacía en agujero con el ataúd allí, en esa flor va todo el amor que le tengo a mi padre.

Lloro al recordar todo lo sucedido con mi padre. A pesar que ya no siento lágrimas rodar en mis mejillas, mis sollozos son cada vez más fuertes. Al igual que los rugidos de mi estómago. Ya que no probé bocado alguno las últimas horas, Veo en mi repisa mis cuaderno y libros de la escuela. Desde el momento en que me paso esto decidí ya no ir más a la escuela ¿Para qué? ¿Para qué se burlen de mí? ¿Para qué escupan su odio en mi cara? ¿Para qué me recuerden mi error? ¿Para qué me recuerden aquello que hice? No.

<No pienso volver a ese terrorífico lugar.>

Con todos aquellos pensamientos sigo recostada en la fría pared y... "Duermo".



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Solo espero que les guste c;


SobreviviendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora