Shooting the Moon

¡Hola! Es la primera vez que escribo en wattpad, espero que les guste la historia :D

"Capítulo 1"

Que frío hacía, miraba por la pequeña ventana del avión y lo único que veía eran muchas nubes, neblina y al parecer, estaba a punto de llover.

Mi nombre es Zoë Rivaille, vivía en Phoenix, EUA, ahora me dirigo a Teignmouth, Inglaterra con el propósito de mejorar mi inglés y por fin comenzar mi vida independiente. Recorde las palabras de mi madre antes de subir al avión:

-Cuídate mucho, cuando me necesites solo hablame, te extrañaré mucho, disfruta tu nuevo comienzo- me abrazó y después me giré para abrazar a mi papá y a mi hermano, caminé hacia la sala de espera y cerré mis ojos para pedir que todo saliera bien.

Suspiré. Nunca había estado tanto tiempo en un avión. Primero llegué a Orlando, Florida y de ahí a Teignmouth. El señor que estaba sentado enseguida de mi se había dormido en cuanto despegamos, y como lo envidiaba por que por más que intentaba cerrar los ojos no podía conseguir el sueño. Saqué mi iPhone y los audifonos, me los puse y comencé a escuchar mi banda favorita: Muse. Ellos siempre me inspiraban, y sus letras eran profundas, hablando de conspiraciones y otras cosas sin miedo a ser criticados. Yo siempre he creído en cosas sobrenaturales, que no estamos solos en el universo y cosas por el estilo; yo era diferente a lo que se consideraba un adolescente normal: en lugar de escuchar cosas como Lady GaGa, me iba por el Rock, si la moda eran tacones, yo siempre traía tenis... En fin, nunca me dejo llevar por la corriente.

Un fuerte sonido me saco de mis pensamientos y comenzó a hablar el capitán:

-Buenas tardes pasajeros, estamos a punto de aterrizar, así que pido que aguarden futuras instrucciones.

Se escuchó como la gente murmuraba, pero el señor a mi lado ni se inmutó por lo que acababa de suceder. Fui guardando los audifonos y el celular, y me preparé mentalmente por que siempre al momento de aterrizar, me mareo mucho y me zumban los oídos.

Para mi suerte, esta vez no fue tan duro, solo me pitaron los oídos por segundos y nunca sentí las nauseas. Fuimos saliendo del avión mientras nos revisaban los guardias con la mirada y me sentí extraña.

Cuando por fin obtuve mi equipaje, me dirigí hacia las puertas principales del aeropuerto y cuando se abrieron, me corrió un escalofrio. Cerré bien mi abirgo y me dispuse a buscar un taxi lo cual no fue tan difícil, un señor de lejos me vió, se bajó del taxi y se ofreció a ayudarme, le agradecí y tomo varias cajas y las echó en la cajuela del taxi junto con una maleta, la otra grande y el pequeño maletín los llevé enfrente conmigo.

-¿A dónde se dirige?- preguntó el señor, era moreno, delgado y con bigote

-¿Podría llevarme a esta dirección?-le entregué el papel con la dirección del departamento, la miró y se rió

-Eres la tercera que me pide llevarla ahí, ¿también vienes de intercambio?- preguntó mientras encendia el taxi y arrancaba. Cuando dijo eso me senti aliviada, significaba que no sería la única nueva.

-No de intercambio no, vengo a quedarme a vivir aquí-le contesté mientras revisaba que traía los papeles necesarios.

-Pues, en ese caso, bienvenida a Teignmouth-me dijo con una sonrisa de oreja a oreja

-Gracias-le contesté la sonrisa

Miré hacia la ventana y quedé impresionada, había árboles enormes por todos lados, nublado y una humedad horrible. Eso para mí significaba una cosa, no podria vivir sin mousse, tenía demasiado cabello, largo y de un color cobrizo, era una pesadilla ya que la humedad me hacía parecer un león. Mientras me hacía una cola de caballo para evitar explotar, el taxista se detubo y me miró.