Butterfly (Zayn & Tú)

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CAPÍTULO 1

-Rinnnnggggg -suena mi despertador. Sin levantar la cabeza de la almohada palpo la mesa hasta apagar la alarma.

-No puede ser que sean ya las 7, hace nada me estaba metiendo en la cama. No puede ser que ya me tenga que despertar -pienso.

Tengo demasiado sueño como para levantarme ahora, en parte, debido a que estuve estudiando hasta tarde el examen de historia. Noto como el sueño vuelve a apoderarse lentamente de cada parte de mi cuerpo, y sin darme cuenta vuelvo a quedarme dormida.

-Riiiiinnnnggggg -vuelve a sonar mi despertador. Abro los ojos lentamente y me decido a apagarlo, cuando me doy cuenta de que ya es la segunda vez que lo apago y por tanto. Ya son las 8 menos 10.

-¡No! Dios no no no. Otra vez no, no puedo haberme quedado otra vez dormida. ¡Tengo el examen a primera hora no puedo llegar tarde o no me dejaran entrar! -digo en voz alta.

Me levanto de un salto y me pongo lo primero que veo. Los vaqueros negros, la camiseta azul claro, las convers azules y por supuesto mi gorra de la suerte [para ver la ropa http://www.polyvore.com/butterfly/set?id=87471208] . Vuelvo a mirar el reloj, marca las 07:52.

-¡Tengo que darme prisa! -bajo corriendo las escaleras con la mochila a la espalda, me peino lo suficiente para que no parezca que me acabo de despertar y salgo corriendo de casa.

Menos mal que vivo cerca del instituto. Cruzo las calles sin mirar lo más rápido que puedo con el propósito de llegar lo antes posible.

Llego en menos de lo que pienso a la entrada del instituto, no hay nadie en la puerta. Ni si quiera los rezagados que apuran hasta el último segundo para entrar, mala señal.

Subo con rapidez las escaleras que me conducen a mi clase cuando oigo sonar el timbre

-Mierda -pienso- tengo que entrar en seguida a clase.

Por suerte no me encuentro en el pasillo con ningún profesor; ya tan solo me queda tener la misma suerte al pasar a clase

Abro la puerta con cuidado de no hacer ningún ruido, y la traspaso sin si quiera mirar adentro, de lo que más tarde me doy cuenta de que es un error.

-¡Hombre! Señorita ______! ¡Qué raro que usted llegue tarde! -como siempre Jaime, el profesor, ironizando.- La voy a dejar pasar solo porque tiene usted un examen y no me apetecerá hacerselo en otro momento, asi que tome asiento. Pero en el recreo, bajese al aula de castigados.

Asiento con la cabeza, prefiero no decir nada o el castigo será aún peor. Me dirijo hacia mi pupitre y tomo asiento, mientras me preparo para hacer el examen. Vuelvo a mirar el reloj, 08:02.

-Tampoco he llegado tan tarde -pienso.

-¡Comienza el examen! Sobre la mesa solo quiero un bolígrafo y un tippex. Todo lo demás, será motivo de suspenso.

Las horas corren lentas y aburridas, y las clases sin ningún percance más que el de la mañana.

-Por lo menos me ha salido bien el examen -pienso aburrida- esta clase de literatura está resultando realmente pesada. Vuelvo a mirar el reloj, 10:42. En tres minutos saldremos al recreo, por fin.

-Riiiinngggg -suena el timbre.

-¡Libertad! -me apresuro a salir al recreo cuando Claudia, mi mejor amiga, se me acerca.

-¿_______, no estabas castigada?

-Mierda, es verdad. Dios odio a Jaime, y si no bajo será aún peor...gracias por recordarmelo Claudia. Luego nos vemos.

Bajo al piso de abajo.

-¿Dónde será el aula de los castigados?

Aunque parezca mentira, nunca he estado castigada. Siempre solía librarme de los castigos, pero está vez no he podido. Y me siento muy perdida entre esa jauría de niños de primaria corriendo por los pasillos con ansias de coger los primeros el campo de fútbol o ser las primeras en saltar a la comba. Recorro los pasillos sin rumbo fijo, buscando el aula, poco a poco el camino se va despejando de niños.

11:52

-¿Dónde estoy? Como no llegue pronto me volverán a castigar, y no creo que a mis padres les agrade saber eso -digo en alto frustrada. No quiero preguntar a nadie, pensarán que soy idiota por llevar tanto tiempo aquí y aún no saber donde se encuentra el aula de los castigados.

Unos pasos se acercan por detrás mia, no les presto atención, posiblemente sea algún profesor o algún otro niño perdido. Los pasos se paran justo a mi lado, y noto como unas manos se apoyan en mis hombros

-¿Te has perdido, preciosa? -una voz masculina susurra a mi oido.

Me giro deprisa y veo unos profundos ojos marrones mirandome curiosamente y una bonita sonrisa posada en un moreno rostro de un chico de entre 16 y 17 años, bastante más alto que yo.

-Ehh... si si. Buscaba el aula de castigados -contesto timidamente.

-¿Tú castigada? ¿Qué ha podido hacer una chica como tu para que la manden al aula de castigados? ¿Coger un lápiz al compañero sin permiso?

-Si no puedes ayudarme la encontraré yo sola, gracias -digo enojada ¿Cómo se atreve un niñato como aquel a hablarme asi? Ni si quiera me conoce.

Le doy la espalda y me preparo para ir por otro camino cuando noto una mano en mi brazo que me detiene. Es él.

-Venga, no te enfades. Era solo un chiste, ya veo que no tienes mucho sentido del humor. Me disculpo, te acompañaré hasta el aula de castigados, casualmente yo tambien me dirijo alli -le miro de arriba abajo, lleva unos vaqueros, una camiseta blanca ajustada y una chaqueta de cuero negra sobre los hombros. La verdad es que no me sorprende que este castigado, pero de momento parece ser majo- Por cierto, no me he presentado, me llamo Zayn, Zayn Malik.

Butterfly (Zayn & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora