42. Veté

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NOAH

Ayer por la noche vine a dejar a Jade primero quería al imbécil con él que acaba de terminar pero después algo dentro de ella me pidió quedarme ahora solo ruego que no me saque a patadas, pero si hay algo que me dice que puede ser que me de otra oportunidad o eso espero. Justo en estos momentos estoy preparando algo de desayunar ya que la conozco lo sufiente para saber que a esa chica de cabello verde que me trae loco querrá desayunar en cuándo se levanté.

—¿¡Noah!? –se veía confundida al verme allí.

—Tú misma me pediste dormir aquí y veo que recién despiertas

—¿Despierta? ¿no en serio? Si no me dices ni cuenta me doy –lo dijo con su habitual tono sarcástico.

—No es tu mañana en realidad ¿cuándo despiertas de buen humor?

—No es nada de eso es que me dormí y no hice nada de mis deberes de la universidad

—Ya veo pues supongo que si te apresuras puedes hacer algo

—No puedo en 20 minutos debo irme porque sino no llegó

—Tranquila dejame el retardo a mi tú apresurate con tus deberes

Se levantó de la silla y corrió a la sala juro que no se levanta así ni cuando le daba pizza, sacó libros y sus cuadernos de ahí no supe pues porque estaba haciendo haot-cakes para desayunar, terminé y preparé café, se lo lleve a Jade ella me agradeció aunque segundos después ya se había devorado todo y salió corriendo a su habitación. Aproveché que se levantó y me puse a limpiar todo lo que ensucie porque si lo dejo tirado terminaré tirado a media carretera por ella, cuando salió ella venía vestida con el suéter gris que le regalé hace unos meses no sé porque pero eso me dio esperanza de que aún me quiere en su vida.

—Noah se que estoy abusando de tú amabilidad ¿pero me podrías llevar por favor?

—Tú no te aprovechas no te preocupes y claro que si vamos

Tomó su mochila y me tomó de del brazo, volteé a verla y me sonrío, me dio una sonrisa de las que hace mucho no me dedicaba, no dije nada solo caminamos hasta que se detuvo.

—¿Cuándo llegó mi camioneta? –preguntó mirando al frente.

—Ayer por la noche la entregaron solo que estabas dormida

—Oh ya veo ¿te importaría llevarme en mi camioneta?

—Claro

Sonreímos y corrimos a la camioneta, al estar manejando recordé cuando íbamos así en México cuándo eramos pareja antes de la zorra de Emma, el trayecto no duró mucho y llegamos, ella bajó primero, cuándo bajé pero ella me volvió a tomar del brazo.

—No sé que excusa pondrás pero que sea una creíble

—Estaba pensando en decir algo con respecto a Lulu ya vez su parto y tú que eres su única familia por el momento

—Si eso podría funcionar vamos

Asentí y nos encaminamos en dirección a la oficina de su rectora, los pasillos eran silenciosos hasta que llegamos a pasar por Medicina en un armario se escuchaban gemidos lo usual, realmente no quería ni siquiera escuchar hasta que uno de los gritos dijo "Jade", ahí si quise averiguar quién fantaseaba con ella aunque ella me jalaba y me decía que no pero estábamos peleando tanto que los chicos salieron, por fin pude ver quién es el maldito pervertido.

—Es increíble que aún cuándo te doy un buen polvo tu me confundes con una puta

—¡Cuidado con lo que dices de ella! –tomó a la chica del cuello y la azotó contra la pared– te he dicho que ella es mucho mejor que tú –la soltó pero no dejo de mirarla amenazante– ¿sabes? regresé contigo para olvidarla porque me enamoré de ella

¿Amigas? ... ¡Somos Hermanas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora