Extra Tan Solo Tú ©

Tan Solo un adelanto....

—Papá, quero tete.

―Yo te hago el tete ―justo me voy a levantar pero mi bebé escala cual mono por mi cuerpo impidiendo que me mueva de la silla. Acomodo su pequeño cuerpo en mis piernas y noto que se lleva el dedo pulgar a la boca, apoya su cabeza en mi pecho y se queda observando lo mismo que yo estoy mirando desde hace horas. Saca el dedo de su boca, levanta la mirada y sonríe, baja la vista y abraza con más fuerza su oso de peluche.

―Papi ―señala a la cama― está dormida. ―Asiento con mi cabeza porque es cierto que está dormida―. Despértala.

Sonrío, tiene poco de iniciar el habla, no dice las palabras de forma correcta, pero ya parece un radio loco, todo lo pregunta, todo lo repite.

―No. Ella está dormida. Déjala dormir un poco más ―le susurro mientras acaricio su larga cabellera―. Yo te hago el tete, vamos a la cocina.

―¡No! Quero a mami. Mami es mía.

Veo como se remueve y se baja de mi cuerpo, dejo que haga lo quiera, sé que la va a despertar, siempre es lo mismo, tiene una enorme dependencia hacia ella. Observo como tira el peluche en la cama, escala sujetándose del cubrecama y al llegar arriba comienza a gatear, cuando está cerca de su cuerpo escucho con su voz infantil como le dice cerca del oído.

―Mami, desperta. Quero tete ―creo que ella está demasiado profunda porque no se mueve, mi bebé gira se pequeña cabeza y con ojos llorosos me observa, si ella no se levanta comienza el berrinche. No sé porque es así, no creo que seamos padres consentidores, solo lo necesario― Papi, mami no desperta.

Sonrío, me levanto de la silla y me acuesto con cuidado en la cama, apoyo mi cabeza en la almohada, abrazo el cuerpo de mi esposa desde atrás y apoyo mi mano en su vientre. Luego de guiñarle un ojo a mi hija, que no deja de observarme, le digo en un tono de voz muy bajo.

―Dile... Gata despierta y ya verás que abrirá los ojos.

Continuará....