DECISIÓN

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Fernando
Miro de nuevo mis muñecas, aun siguen un poco rojas. Maldición eso me pasa por confiar en Jack. Para ser sincero me sorprendió que ella me buscara. Ahora se que solo me busco para atarme.
-¿Todo bien carnal?-Emanuel me saca que mis pensamientos. Lo miro y arrugo mi entrecejo.
-¿Bien con que?- le contesto con otra pregunta.
-Que ya es receso y no quieres salir. Además ya salió Cintia y esta con las demás.
-Hoy no tengo ganas de salir. Si quieres ir tu esta bien- le digo con un tono poco molesto.
-Me quedo aquí contigo. Solo voy a ir a comprar algo de comer- Emanuel toma su mochila y saca su dinero. Lo miro y antes de que llegue a la puerta le arrojó mi cartera-. ¿Que hago con esto?
-Cómprame una hamburguesa- contesto a su estupida pregunta.
Se marcha. Sigo mirando mis muñecas. Decido salir un momento al pasillo, observó que Emanuel corre hacia la cafetería y mis ojos miran a la persona que estoy evitando mirar desde hace dos clases. Jack.
Parece estar hablando con Janet de algo interesante ya que no para de mover esa boca. Sigo observando quien mas esta con ellas, parece que tambien esta su amiga Paloma, esa tipa no me cae muy bien solo espero que mi instinto no sea correcto. Vuelvo a mirar a Jack, no hemos podido tener una conversación adecuada, por que todo el tiempo nos interrumpen.
-¿Que haces aquí tan solo?- pregunta alguien detrás de mi. Reconozco esa voz es de Emiliano.
-Pasando el tiempo. ¿Querías algo?- fijo mi mirada en la cafetería. Emanuel sale con dos hamburguesas y una coca cola.
-¿Te vas a quedar hoy?- me pregunta sin rodeos.
-Si. Un rato, pero si me voy a quedar. ¿Tu?- tan solo pensar que tengo que quedarme en el parque me da una inmensa flojera.
-También. Solo un rato, nos vemos entonces en la salida.
-Si.
Emiliano se marcha en cuanto Emanuel llega con nuestra comida.
-¿Que quería?- Emanuel me entrega mi hamburguesa.
-Nada solo quería saber si me iba a quedar hoy también.
-¿Nos vamos a quedar?- pregunta a medio bocado de su hamburguesa.
-Si. Solo un rato- miro como no esta de acuerdo con mi idea pero no se queja.
Entramos al salón y nos sentamos en nuestros lugares. Empezamos a comer, conversamos sobre Janet. Emanuel quiere andar con ella pero ella siempre lo manda al carajo. Siempre me cuenta sus nuevas técnicas de conquista pero nunca las pone a practica y las pocas que a puesto en práctica siempre resultan mal.
-Me las encontré cuando fui a la cafetería. Adivina quien pregunto por ti.
-¿Jack?- no se por que lo dije pero ese nombre salió de mis labios antes de que lo pensara.
Emanuel ríe por un momento.- Si, en tus sueños. Tu mismo me los has dicho en esta semana que esa niña mal criada es insoportable. Además a ella le dije que estabas molesto por lo de las ligas.
-Eso no es cierto. No hubieras dicho eso. Siempre tienes la lengua muy larga Emanuel, yo no me enoje por eso- inconscientemente froto mis muñecas y por un momento con una mano toco mi cabello.
-Lo siento. Pensé que estabas molesto con ella- dice en un tono bajo.
Voy a evitarme el maldito enojo. Tomo un sorbo de la coca cola.- Dime quien pregunto por mi.
-Yanira.
-¿Para que me quería? Si sabe muy bien esa mugrosa que no la soporto.
-Ella fue la única que pregunto por ti.
El timbre que nos avisa que ya termino el receso suena. Me levanto a tirar mi basura y salgo por un momento al pasillo. Y veo a Jack subir con su amiga Paloma y otras dos niñas que no se quien carajos sea.
No me mira. Por una parte siento un alivio pero por otra parte una enorme decepción. Regreso dentro de mi salón y retomo mi lugar. Entra mi profesor de Química y con el varios compañeros corriendo a sus lugares.
-Buenas tardes jóvenes- saluda aquel hombre gordo y calvo.Algunos contestan el saludo, algunos otros como yo lo ignoramos.
-Oye Fernando- oigo hablar a uno de los babosos que se sientan detrás de mi.
-¿Que quieren?-les pregunto molesto.
Parece que sean dado cuenta que me han hecho enojar. Agradesco que hayan sido testigos de mi primera pelea en el parque. Por lo menos saben que conmigo no deben meterse.
-Te querían preguntar que si habías hecho la tarea de química, Fernando- termina diciéndome Emanuel, lo que esos tipos ya no me dijeron.
-No la hice. Nunca la revisa- vuelvo a incorporarme en mi lugar.
El gordito empieza a pasar lista de asistencia. Soy de los últimos en mencionar así que no pongo mucha importancia a los primeros nombres. Jack Sparrow, no es común que le haya puesto ese apodo. No me sorprendió su enojo. Pero a un así se ve adorable.
-Fernado- por fin me nombra el gordito calvo.
-¡Aquí!- alzo mi mano.
Vuelve a su lugar y le da una gran mordida a su torta. Todos empieza a platicar cada vez más alto, por 15 minutos las voces suben de tono y después ya son gritos y carcajadas molestas pero el gordito como esta comiendo no le importa.
-Que hoy sale temprano el grupo de Cintia- me informa Emanuel repentinamente.
-¿Por qué?- lo miro y parece tomar sorprendido mi reacción.
-Me dijo que uno de sus maestros no iba a venir y por esa razón saldrían mas temprano.
-Emanuel eso me lo hubieras dicho desde un principio.
Me levanto de mi lugar y voy con el gordito tragón. Me paro ahí frente a su escritorio y espero hasta que me haga caso.
-Dime - es lo único que menciona a el gordito y lo pero con la boca llena de su torta.
-¿Puedo salir un momento?
-No joven primero déjeme revisar la tarea y después puede ir. Vaya a su lugar- se limpia las manos y la boca con una hoja de papel. Maldita sea mi suerte. Esto debe de ser una maldita broma, regreso a mi lugar y empiezo a preguntar quien tiene la tarea.
Soy un maldito impaciente, ya le pregunte casi a la mayoría del salón pero ninguno la trae. Son unos malditos flojos.
-Fernado, ten- Emanuel me arroja un cuaderno. Por suerte lo atrapo antes de que caiga al piso-. Es la tarea cópiala rápido.
-¿De quién es el cuaderno?
-Del feo.
-¿Pero cual de todos?
-De Oscar- lo busco con la mirada y si. Ese niño siempre esta solo y no se junta con nadie pero por lo menos siempre trae tarea.
No pierdo mas mi tiempo. Copio lo más rápido que puedo la tarea. Cuando llega el turno de mi fila para calificar la tarea me levanto de mi lugar, le arrojó a Oscar su cuaderno dandole las gracias.paso con el gordo y mientras me califica miro mi reloj. Solo faltan 5 minutos para que termine esta maldita clase y para que Jack se vaya. No quiero que se vaya con la idea de que me moleste con ella.
-¿Ahora ya puedo salir?
-Si, pero no tardes-me da permiso. No suelo pedir permiso en muchas cosas pero esta vez trato de portarme bien.
Corro al salón de Jack pero ya esta vacío. Bajo a la salida pero ya no hay nadie. Maldigo mi vida, tendré que esperar hasta el día de mañana para que ella sepa que no me he enojado con ella.
Regreso a mi salón con el animo mas destrozado que un perro abandonado.
➰➰➰➰
Me pongo mi chamarra de piel. Siempre en la noche hace frío, Emanuel también se abriga con su sudadera roja, es la misma que Jack le tiro una vez a un charco de agua, esa noche no podía parar de reír. Empezamos a caminar ambos a donde todos los chavos desmadrosos se juntan para tomar alcohol, fumar un cigarro normal o marihuana, o simplemente para drogarse.
-Ya llegaron- Emiliano nos saluda a ambos.
-Pues si. Pero solo un rato que hace mucho frío.
-Quieren que te vuelvas a pelear Fernando pero ahora si quieren apostar a tu favor-comenta Emiliano algo emocionado.
-Hoy no- me niego. Hoy no tengo ninguna razón para pelear.
-Bueno. Voy a saludar a otros tipos y en un rato te veo.
-Ok.
Emiliano nos deja de nuevo solos a Emanuel y a mi. Emanuel saca una cajetilla de cigarros, me ofrece uno pero me niego y el se coloca uno en la boca.
-Te veo en 15- me avisa Emanuel y se va con su faje.
-Diviértete- le doy un pequeño golpe en el hombro y solo ríe.
Camino así la fuente donde no hay muchos de estos idiota y me siento. Miro a mi alrededor y seré honesto aquí hay puros chavos ya adictos a las drogas o apenas empiezan.
-Alan- se presenta el tipo que esta junto a mi, al igual que yo esta sentado y no fuma ni esta bebiendo nada.
-Fernado- extiendo mi mano y el la estrecha.
-Lo se. Vamos en el mismo salón.
-No recuerdo a verte visto hoy- menciono.
-Solo entre el lunes a clases. Pero creo que mañana si voy a entrar.
-Eso seria bueno.
Me percato que Emiliano camina hacia mi. Me levanto y vuelvo a estrechar la mano de Alan.
-Mucho gusto. Tengo que hablar con un amigo pero nos vemos mañana.
-Seguro- me afirma.
Camino directo hacia Emiliano. Parece tener también frío ya que también sea puesto un suéter. Ambos caminamos hacia un lugar apartado y nos recargamos en un árbol.
-¿Que tal te ha ido?- pregunta.
-No muy bien. Las cosas no me están saliendo como yo pensaba.
-¿Por qué lo dices?
-Olvidalo.
-¿Problemas de amor?
-Ya te dije olvidalo. ¿Tu que tal?
-Me la paso relax. Además no hay mucho de donde escoger.
-¿No te has fijado en nadie?- pregunto juguetonamente.
-Si ya fije mis ojos en alguien. Pero ni siquiera he tenido oportunidad de conocerla.
-Eso es malo. Inténtalo mañana.
-Mañana te mostrare quien es.
-Esta bien. Solo espero que no sea una facilona.
-Ya veras que no- dice riendo.
Ambos nos quedamos callados por unos minutos, hasta que llega Emanuel todo lleno de labial y oliendo a zorra.
-¿Ya terminaste?- pregunta riendo Emiliano.
-Creo que es obvio- contesta con una sonrisa Emanuel.
-Ok. Vámonos. Emiliano mañana la quiero ver- empiezo a caminar.
-Claro, mañana.
Entramos al metro, Emanuel me cuenta de su faje rápido parece estar muy contento, bueno quien después de un faje no está contento. Llego a mi estación correspondiente, me despido de Emanuel y bajo. Salgo del metro y hay un maldito frío que me cala los huesos. Camino lo más rápido que puedo a mi casa.
Emiliano hasta ahora a sido un tipo agradable, el fue el primero en hablarme cuando decidimos Emanuel y yo entrar en el maldito grupito de esos viciosos. Además sus platicas siempre me hacen reír. Podríamos llevar una bueno amistad. Además ya quiero que llegue el día de mañana para que me muestre a la desdichada en la que se fijo, por el poco tiempo que llevo conociéndolo se que la mayoría de sus novias han sido feas. Algunas han sido muy guapas pero siempre lo dejan. Lo bueno que ha conservado una foto de cada novia que ha tenido en su celular de cuarta. Así yo pueda juzgar sus gustos.
Llego a mi casa, entro y huele bien seguro que mi papá cocino hoy. Entro directo a mi cuarto y dejo mi mochila. Vuelvo a salir a la sala de estar y veo a mi mamá sentada leyendo un libro.
-Hola-me saluda con voz débil.
-Hola- contesto a su saludo. Cierra su libro y se incorpora correctamente en el sofá.
-¿Que tal te fue?.
-No estuvo mal. Voy a encender la televisión.
-Si. Tu papá esta haciendo la cena-sonríe y me hace un espacio en el sofá para que pueda sentarme.
-Ya me di cuenta- le contesto de mala gana.
No dice nada, se hace un silencio incómodo en toda la habitación. Enciendo la televisión lo más rápido que puedo para llenar aquel silencio.
-Hola hijo. ¿Que tal la escuela?- sale mi papá de la cocina con una gran cacerola.
-Bien- le digo animado.
-Me alegro. Prepare sopa y tu abuela me trajo albondigas. Anda siéntate ya para cenar.
-Claro.
Corro a la mesa y me siento. Mi papá sirve un enorme tazón de sopa enfrente de mi. Después coloca uno igual pero enfrente de mi mamá y por ultimo se sirve el. Conversó con mi papá sobre la escuela y él me comenta sobre su trabajo, es mecánico de un taller no muy lejos de aquí.
Unos minutos después llega mi hermana mayor, Lorena, con varias bolsas.
-Hola a todos-saluda mientras corre a su habitación.
-Hija, ven a cenar-mi papá se levanta por otro plato y le sirve un plato de sopa.
Sale de su habitación y se sienta con nosotros.- ¿Tu que haces aquí?- le pregunta a Karina, mi mamá.
-Aquí vivo- le contesta con voz débil.
-Papi, te compre algo que te va a gustar-le dice a mi papá. Y empieza a comer.
El resto de la cena conversamos solo mi papá, mi hermana y yo. Mi mamá prefiere no entrar en la conversación. Cuando termino de cenar me voy directo a la cama. Y me quedo pensando en que mañana veré a Jack y le aclarare que no me moleste por el hecho de que me amarrara si no que me sorprendió que ella me atacara de esa manera.
➰➰➰➰
Salgo corriendo del metro. Me quede dormido maldición, esta sería la segunda vez que llego a la clase de mate tarde. Entro a la escuela sigo corriendo hasta mi salón.
-Calma. Aun no llega la maestra- me avisa Emanuel.
-Me quede dormido, además en metro se estaba tardando mucho.
Emanuel suelta una pequeña risa.- Tu que solo vives a dos estaciones y se te hace tarde. No manches lo bueno que no transbordas.
Entro al salón y dejo mi mochila. Vuelvo a salir al pasillo, voy al salón de Jack, la puerta esta cerrada, oigo la voz de un profesor, decido marcharme y buscarla en receso. Vuelvo a mi salón y platico un rato con Emanuel sobre fútbol. Cuando llega nuestra maestra de álgebra me acomodo en mi lugar y pongo atención a su clase. Esta materia no es nada difícil al menos para mi, ya que logro entenderla fácilmente.
-Que bueno que ya termino, casi me estaba durmiendo- comenta Emanuel bostezando.
-Eres un exagerado.
Vuelvo a salir al pasillo, pero no veo a Cintia afuera. Voy hasta su salón pero no esta ni afuera ni dentro del salón.
-Hola compañero- saluda Habigail desde su lugar.
-Hola compañera- saludo. Entro al salón y le doy un beso en la mejilla-. Compañera ¿donde esta Jack?
-No tengo idea compañero, pero seguro que anda con Sofia y Paloma. ¿Quieres que le diga algo comañero?
-No. Ni le digas que vine compañera.
-Esta bien compañero. Mi boca es una tumba. Compañero un favor.
-Dígame compañera- me siento en el lugar de Jack que esta justamente delante de el de Habigail.
-Ayúdame con mi tarea de álgebra- me da su cuaderno. Son ecuaciones tan fáciles que no entiendo por que su sufrimiento.
-¿Para cuando es compañera?- le pregunto mientras miro las ecuaciones.
-Para el lunes- dice con desánimo.
-Pasa a mi salón después de receso por tu cuaderno- me levanto de la banca y salgan del salón.
-¡Muchas gracias Fer!- escucho su grito a la mitad de mi camino hacia mi salón.
➰➰➰➰
Termine la tarea de Habigail y aun falta media hora para que salgan a receso. No tengo nada que hacer y para mi suerte mi profesor de ingles falto así que tuve las dos últimas clases libres. Me doy una vuelta alrededor de la escuela con Emanuel. No se por que no me he podido sacar de la mente a Jack. Solo observo la hora en mi iPhone pero cada minuto parece eterno.
-Solo faltan 5 minutos- le menciono a Emanuel.
-Oye, creo que Emiliano ya salió. Ayer quedaron en que te iba a enseñar a la chava- Emanuel me recuerda el trato que hice con Emiliano ayer.
-No recordaba. Vamos- empiezo a caminar hacia el salón.
-No, voy a verme con alguien- se niega a seguirme Emanuel.
-¿Faje? O ¿Janet?-pregunto mirándolo con una ceja levantada.
-La primera-no me dice mas se marcha del otro lado.
Me río un poco. Empiezo a caminar a las escaleras que están más cerca para subir al salón de Emiliano. Cuando lo veo esta hablando con Alan, pero parece que están hablando con mucha seriedad, asunto de ellos no mío así que no es de mi incumbencia. Doy un silbido. Ambos me miran y me acerco.
-Ya viene para que me enseñes a la niña bonita- le digo a Emiliano.
-Bueno yo ya me voy. Nos vemos después Emiliano, nos vemos en el salón Fernando-se despide Alan. Bajando por las mismas escaleras por las que acabo de subir.
-Parece que todavía no sale- menciona con desanimo Emiliano.
-Bueno todavía no han salido muchos.
-¿Y que cuentas?- pregunta Emiliano.
Me recargo en el barandal y miro a los pocos chavos que ya están en el patio.-Números ¿y tu?
Emiliano se empieza a reír. Cuando para de reír empezamos hablar sobre autos, el tema no me desagrada mi papá es mecánico así que se más del tema que Emiliano. Suena la campana y ahora si todos los alumnos de la escuela salen a receso. Emiliano esta recargado en el marco de la puerta y parece estar muy entretenido lanzando una y otra vez, una pequeña pelota de goma.
-¿Todavía no sale?-pregunto girándome a el. Sigo recargado en el barandal pero a este le doy la espalda.
-Si, de hecho la estoy mirando- miro a ambos lado pero no ve a nadie que sea bonita.
-¿Es fea?- pregunto para saber que tipo de chava debo de buscar.
-No, bueno tu mejor dímelo.
-Dime quien es.
Vuelvo a dar la vuelta para mirar el patio. Mis ojos se encuentran con el grupo de mis amigas: Janet, Elisa y Cintia. Por que ni Paloma y mucho menos Yanira son mis amigas.
-¿A quién miras?-pregunta con interés Emiliano.
-A mis amigas.
Señala al grupo.- Que casualidad. Una de tus amigas es la que me gusta.
Suelto una carcajada. -Las mas desentes ahí son Janet y Elisa. Pero lo siento amigo Janet ya esta escogida por Emanuel. Pero si quieres te presento a Elisa por que no creo que las demás sean de tu gusto- vuelvo a girarme dandole la espalda al patio y viendo al salón de Emiliano, y de nuevo estoy recargado en el barandal de espaldas.
-No. La que me gusta es a la que llamas como el pirata: Jack Sparrow.
Algo dentro de mi sacude todos mis sentidos. Giro de nuevo hacia el patio y miro a mi Jack,esta riendo con todas sus amigas. Tengo que sostener del barandal para no caerme en el piso. No, Cintia. El no se pudo fijar en ella.
-¿Cintia, es ella?- mi voz tiembla.
-Se llama Cintia. No lo sabia, solo sabia que le decías Jack- miro a Emiliano y su vista esta clavada en mi Jack.
-No puedes, tu no puedes finarte en ella- le advierto.
Suelta una carcajada. Lo cual me irrita demasiado.- ¿Por qué no?
-Por que ella es mi novia- no tengo idea por que acabo de decir eso. Pero por un momento me tranquilizo.
-Demuéstramelo- su voz es arrogante.
Miro a Jack y ni siquiera lo pienso.-¡Jack!-grito con todo el aire que tengo en mis pulmones.
Casi todo mundo voltea a mirarme. Por un instante siento tanta vergüenza pero la soporto ya que la persona que quiero que me mire lo hace. Alzo un poco mi mano y la saludo.
Pero la reacción que recibo de ella es muy diferente a la que imaginaba. Me enseña su dedo medio. Quiero esconderme, maldita humillación por que aparte de enseñarme su dedo medio, me saca la lengua como si fuera una niña de 5 años. Emiliano suelta una maldita carcajada. Ahora quiero reventar mi puño en su maldita cara.
-Lo bueno que es tu novia- se burla de mi.
Me alejo de el. Si sigo escuchando su voz o si tan solo lo miro un minuto mas no lo voy a resistir y terminaría partiéndole la cara.
Encontré un salón vacío y entre en el. Tomo una banca y me siento, empiezo a respirar profundamente para calmarme. Estoy así hasta que escucho la campana que anuncia el término del receso. Me levanto y salgo del salón. Camino con calma hasta mi salón, pero me encuentro con Emiliano. Era la última persona que quería ver en este momento.
-Fernando, lo bueno que te veo- el muy perro me habla como si nada hubiera pasado-. Como Cintia no es ni tu novia, solo quería avisarte que pienso pedirle que sea mi novia.
De un momento a otro tengo a Emiliano sujetado del cuello.-Ni siquiera te atrevas a respirar cerca de ella, por que si lo haces te vas arrepentir de haberme conocido y mucho más en poner los ojos en ella- lo aviento lejos de mi, choca contra la puerta de su salón. No dice nada pero debo de dejar de mirarlo por que esa al maldita sonrisa que tiene me irrita.
Sigo con mi camino hasta mi salón, veo a Diana y Habigail paradas afuera de mi salón.
-Compañero lo voy a golpear, dijo después de receso no 15 minutos después.
-Lo siento. Tuve un problema.
-Se nota compañero, con mirarle la cara que trae- Habigail no le falta ni una pizca de sinceridad.
-Espéreme compañera. Voy por su cuaderno.
Entro al salón sin pedir permiso. Escucho como mi profesor empieza a correrme. Emanuel me mira y no sabe que ocurre ya que me mira con una cara extraña, tomo mi mochila y salgo del salón. Saco el cuaderno y se lo doy a Habigail.
-Muchas gracias compañero- me agradece con una sonrisa.
-No hay de que compañera.
-¿Que tiene compañero? ¿Por qué esa cara?
-No es nada. Nos vemos el lunes compañera- ahora no quiero hablar con nadie.
Diana mira mi salón. -¿Ya terminaron tus clases?- pregunta.
Sonrío un poco. Pero creo que notan que mi sonrisa es una vil mentira.- No, pero ya me fastidie. Nos vemos el lunes- camino dándoles las espalda. Pero de un momento a otro pienso en Emiliano, y me viene a la cabeza que se le pensaba declarar a Cintia. Debo prevenir eso de cualquier manera. De nuevo recurro a la compañera-. ¡Habigail, no dejes a Cintia sola lo que reste de clases, hasta que llegue la hora de la salida!
Se ve sorprendida pero por suerte parece estar de acuerdo. - Claro compañero, yo cuido de Jack.
Empiezo a caminar hacia la salida, pero me lo impiden dos niñas que se paran enfrente de mi. Ahora que me doy cuenta son Paloma y otra amiga de Cintia. -Se quitan, voy a pasar.
-Siempre eres tan grosero. Mi amiga viene a preguntarte algo-dice Paloma con la mirada baja.
-Bueno, dime de una buena vez que llevo prisa.
-Ya dile Sofia-la apresura Paloma.
-¿Me podrías pasar tu facebook?- dice la niña que acaba de llamar Sofia.
-No. Yo no uso esa tontería. Además ha ustedes ni las conozco, no tengo ningún motivo por que dárselos si lo tuviera.
Paloma empieza a burlarse de Sofia pero a Sofia parece molestarle la burla de Paloma.-Yo ni lo quería así que deja de reírte Paloma, tu eras la que quería saberlo. Yo solo te estaba haciendo el favor de pedírselo por que me dijiste que a ti no te lo iba a dar- no dice mas y deja a Paloma ahí sola.
-¿Eso es cierto?-pregunto cuando Paloma me vuelve a mirar.
-Bueno si, pero solo quería saber por que te caigo mal- empieza a ponerse roja en toda la cara.
-Paloma tu no me das buena espina, además vamos aclarar una cosa- le digo con más seriedad y mirándola fijamente-. Tu solo eres amiga de Cintia punto, no mía así que no debería importante si me agradas o no. Además si te gusto lo siento por ti, por que yo no te puedo ver de esa forma ya que para mi eres una persona insignificante. Si ya pienso eso de ti ahora que no te conozco imagínate que pensaría de ti si te conociera, por que te seré sincero, tu no te vez como una buena persona.
No dice nada. Pero en su cara puedo ver el odio que acaba de acumular con mis palabras. No digo mas y sigo con mi camino hacia la salida.
Salgo de la escuela, paso a comprar un cigarro, y el día de hoy decido llegar caminando a mi casa. Mientras caminaba mi mente dio mil vueltas imaginando a Jack con Emiliano. No podría ser, Emiliano no era un súper galán para estar con Cintia. Además Cintia es bonita, no se arregla mucho ya que no se maquilla y por lo que recuerdo en una de nuestras platicas en el curso me mencionó que ha ella no le gusta. Pero aún así es bonita, es muy desesperante pero tiene algo que a pesar de que ya te tiene arto aun quieres seguir ahí con ella.
Esos pensamientos los retomo una y otra vez hasta que llego a mi casa. Por suerte a esta hora no hay nadie, entro directo a mi habitación y me tiro en mi cama. ¿Por qué carajo se tenía que fijar en ella?
Cubro mis ojos con mi brazo y caigo en un profundo sueño.
➰➰➰➰
Sigo jugando videojuegos en mi habitación, la mayoría de las veces tengo un puntaje alto pero esta vez soy él del puntaje más bajo. Decido apagar la consola, tomo mi iPhone y selecciono el número de Emanuel para mandarle un mensaje.
Yo: Oye pásame los apuntes de la clase que no entre.
Emanuel: Hasta que te acuerdas de uno. Yo no los tengo pero tengo el cuaderno de Oscar, mañana pasa por el cuaderno temprano a mi casa para que pases los apuntes a tu cuaderno. ¿Por qué te fuiste así el otro día?
Yo: No me sentía muy bien. Además no quería soportar al maldito maestro que nos tocaba a esa hora.
Emanuel: ¿Seguro que era eso? Emiliano me pregunto por ti en la salida.
Hijo de....
Yo: ¿Para que?
Emanuel: Solo me dijo que te avisara que el lunes se le declarara a la chava. ¿Si vistes a la chava que le gusta? ¿Esta fea o guapa? ¿Será fácil?
Yo: No vuelvas a decir que es fácil Emanuel, vuelve a dirigirte así a ella y te rompo la cara idiota.
Emanuel: O.o Cálmate. ¿Quién es? De lo que si estoy seguro es que es alguien conocida para ti. Dime quien es.
Yo: Tu también la conoces. Es Jack.
Emanuel: ¿Jack? ¿Ha Emiliano le gustan los hombres?
Yo: No podrías ser más idiota Emanuel por que tu capacidad cerebral no te lo permite. A Cintia YO LE DIGO JACK. Y ESE MALDITO QUIERE CON ELLA.
Emanuel: No te enojes. ¿Cuando te dijo que era ella la que le gustaba?
Yo: El día que me largue. ¿Por qué diablos tenía que poner los ojos en ella?
Emanuel: Deja de quejarte ya. Si a ti también te gusta declárate antes que el. Además tu conoces a Cintia desde antes. Sabes mas de ella, Emiliano por esa parte no la conoce, le gusta pero no tiene idea de como es ella.
Yo: A mi no me gusta Jack.
Emanuel:Por supuesto que te gusta por eso te pones en ese maldito plan. Por que sabes que la puedes perder si ella acepta andar con Emiliano.
Yo:Ya te dije que no me gusta Jack. Mañana paso por el cuaderno, Bye.
Vuelvo a recostarme en mi cama mirando el techo. Pero no puedo evitar repasar la conversación con Emanuel en mi mente. Suena mi iPhone y lo reviso, es otro mensaje.
Emanuel: No te hagas el baboso. Ella te gusta mas de lo que crees, decídete por que te ganan el mandado. Te espero en mi casa a las 10:00 de la mañana.
Arrojó mi iPhone hasta el otro lado de mi habitación. El ruido no es muy fuerte, pero alguien toca en la puerta.
-Fernando ¿puedo pasar?- pregunta del otro lado de la puerta mi hermana.
-¡Lorena, lárgate no estoy de humor!
No contesta, eso es bueno por que se que me dejo en paz. Paso navegando por la web un rato hasta que el sueño se apodera de mi y caigo en un profundo sueño.
Escucho la alarma de mi iPhone, lo busco pero no lo encuentro. Y recuerdo que anoche lo arroje, hago un gran esfuerzo por abrir mis ojos y otro gran esfuerzo para salir de mi cama. La alarma no deja de soñar y eso me empieza a desesperar. Lo recojo y desactivo mi alarma.
Vuelvo a recostarme pero no logro volver a dormir. Apenas son las 7:30 de la mañana de un domingo. Domingo mi último día de tranquilidad, por que mañana es lunes lo cual significa que hay clases, y por ello Cintia tiene que ir a la escuela donde estará Emiliano esperándola para declararse. Dejo esos pensamientos a un lado y me voy a preparar el desayuno.
-Buenos días- oigo saludar a Karina.
-Buenos días- saludo yo también sin quitar mi vista de los huevos revueltos que estoy preparando.
-¿Dormiste bien?- se acerca más a mi.
-No.
-Entonces no deberías cocinar, podrías quemarte.
-Y dejarte a ti cocinar. No gracias. Prefiero tener quemaduras que comer tu disque comida-digo con sarcasmo.
No contesta nada, simplemente me deja solo en la cocina. Unos minutos después oigo caer agua desde la habitación del baño. Termino de hacer mi desayuno por lo que me siento a comerlo.
-Buenos días hijo-saluda mi papá.
-Buenos días.
-Hiciste el desayuno. Que bien, huele de maravilla.
-No exageres papá. Solo son huevos revueltos.
Se sienta conmigo en la mesa y también empieza a desayunar. Le comento que voy a ir a la casa de Emanuel por un cuaderno, por suerte no me pregunta nada del tema. Si lo hubiera hecho tendría que decirle que no entre a esa clase y por eso necesito los apuntes.
Termino de desayunar y después me doy una ducha rápida. Me visto con mis jeans y una sudadera blanca con un estampado negro. Miro mi reloj 8:30 de la mañana. Decido mandarle un texto a Emanuel para avisarle que pasare mas temprano por el cuaderno.
Yo: Pasare alas 9:00 por el cuaderno ¿ok?
Emanuel: Si, te espero pero no tardes voy a salir.
Yo: :p ok.
Llego corriendo hasta la casa de Emanuel por suerte me esta esperando en la entrada de ella.
-Tranquilo, dije que iba a salir pero no era para que vinieras corriendo.
-Preferí no arriesgarme.
Me da el cuaderno y me indica los apuntes que debo de traspasar. Por suerte no son muchos.
-Gracias. Mañana te lo llevo a la escuela.
-A mi no me des las gracias. Dáselas a Oscar el cuaderno es de el.
-Ok. Bueno me tengo que ir nos vemos mañana- me empiezo a despedir.
-Si, ¿ya te decidiste?- me pregunta.
-No quiero hablar del tema. Nos vemos mañana- regreso por el mismo camino por el que llegue.
-¡Te la van a ganar!-lo escucho desde atrás gritar.
El regreso a mi casa es corto. Por suerte no hay nadie, mi papá esta con mi abuela y mi mamá debe de andar por la calle de compras o con sus amigas. Por un rato miro la televisión.
-Fernando, bájale el volumen- me regaña mi hermana. Va entrando por la puerta principal.
-¿De dónde vienes?- es mi primera pregunta al verla.
-De compras. Necesitaba nuevos vestidos para lucir- dice con una gran alegría en su rostro.
-Ok.
Lleva sus bolsas a su habitación. Después regresa sentándose a lado mío en el sofá.
-¿Que te pasa?- me pregunta. Me mira a los ojos y siento como mis nervios empiezan a despertar.
-¿A mi? Nada - que no se de cuenta. Que no note mi nerviosismo.
-Desde el otro día te noto extraño-dice con voz tierna.
-Lorena ya te dije que no me pasa nada- le repito con voz mas seria.
-si tu no me dices entonces voy a adivinar pero si descubro que es me lo dirás todo, ¿De acuerdo hermanito?- esto no puede estarme pasado a mi.
-Esta bien tres intentos si no adivinas me dejaras de molestar- le advierto. Acepta con un movimiento to de cabeza.
-Empezare. ¿Te ofrecieron drogas?-dice con voz chillona.
-Te quedan dos intentos- fallo uno. Que falle los últimos dos. Mis manos empiezan a sudar.
-Tal vez. ¿Se trata de mal de amores?-dice animada.
Maldición,por que tuvo que adivinar. Maldita sea mi suerte. No digo nada.
Empieza a hacerme cosquillas en el estomago. Me río pero de un momento a otro ya estoy tirado en el piso y solo siento a mi hermana poniendo ambas manos en mi cara para que la mire.
-Fer, ¿es por eso que estas tan raro? ¿Es un mal de amores?- en su cara se refleja un poco de angustia. Miro hacia la fotografía que esta del otro lado de la habitación colgada. Somos mi mamá y yo cuando era un bebé.
-Si Lorena, es un mal de amor.
La reacción de mi hermana es la que imaginaba. Ya que empieza a gritar como loca y a emocionarse como una solterona que pareciera que nunca hubiera conocido el amor.
-¿Como se llama? ¿Ya te le declaraste? ¿Que te dijo? ¿Que edad tiene? ¿Es bonita?- empieza a bombardearme con miles de preguntas, pero lo peor del caso es que ninguna de sus preguntas la hace en voz baja mas bien las grita. Solo espero que no la allá escuchado todo el edificio.
-Lorena ¡Cállate!- parece escucharme. Por suerte hace lo que le digo-. Ella no tiene idea de que me gusta. Y yo solo hace unos momentos lo acabo de aceptar.
-Déjame ver si entiendo Fernando ¿Ella no lo sabe?
-No- me levanto y voy a mi habitación.
Lorena me sigue. Cuando entramos ella se sienta al borde mi cama. - ¿por qué? Fernando debes de decirle.
-No puedo. Por que se supone que somos amigos.
-Fernando no seas un cobarde. Si te gusta debes de decírselo, pero primero debes asegurarte que no tiene novio o algún pretendiente.
-Nunca a tenido novio y si, pretendiente solo uno.
- Fernando ¿como sabes eso? Primero debes preguntarle a ella.
-Ella me lo dijo. Bueno lo del pretendiente me entere yo por mi cuenta por que resulta ser un amigo. Bueno ya no es mas mi amigo.
Me siento junto a mi hermana. Nos quedamos callados por unos minutos. Después se levanta y cierra la puerta.
-Fernando. ¿La quieres?
-No lo se. Pero me duele la sola idea de pensar que puede estar con alguien más.
-Fer, tu no eres así. Haz tenido varias novias antes ¿alguna vez te sentiste así por alguna de ellas?
-No, nunca. Además era diferente Lorena. Jack es diferente.
-¿Jack?- pregunta mi hermana con cara de disgusto-. ¿Así se llama?
No lo soporto y sale de mi una gran carcajada. Lorena al principio se ve confundida pero una vez que le explico entiende ese apodo con el que la nombre.
-Pero su nombre real es Cintia-aclaro.
-Hemanito, si ella es lo que quieres lucha por ella. Tu no eres de esas personas que se rinden tan fácilmente. Lo que no entiendo es ¿por qué no te le has declarado?
-Por que me acabo de dar cuenta que sin darme cuenta me enamore de esa niña testaruda, maldosa y tierna.
Lorena vuelve a sentarse a mi lado y toma mi mano.- Entonces dile lo que sientes por ella. No te rindas, aprovecha los encantos que tienes. Principalmente tu cabello y tu cara tonta. Y si necesitas algún consejo o ayuda solo dime- me da un beso en la frente y me deja solo en mi habitación.
Lorena tiene razón. No me puedo rendir. Jack no sabe que Emiliano quiere andar con ella, además si yo se lo pido primero mato a dos pájaros de un tiro. Me hago novio de Cintia y Emiliano no podrá interferir.
Tomo mi iphone y selecciono el número de Noelia.
Yo: Hola Noe :)
Noelia: Olis Fer ;)
Yo: ¿Como estas?
Noelia: Bien pero un poco atareada.
Yo: ¿atareada? ¿Por qué? :o
Noelia: Es que apenas nos estamos poniendo de acuerdo de un trabajo en equipo que vamos a exponer para mate. Lo bueno que Cintia se acordó, por eso nos estamos poniendo apenas de acuerdo.
Yo: Y ¿cómo le van hacer?
Noelia: Pues mañana nos vamos a ver antes en la escuela. Para hacer unas laminas y ponernos de acuerdo en la información.
Yo: ¿Como a que hora?
Noelia: No crees que estas preguntando mucho. Además ¿para qué quieres saber? :/
Yo: Noe. Tu sabes que me gusta Jack ¿no? Quiero que me digas a que hora van a llegar para ir a esa misma hora. Por que pienso declararme.
No hay respuesta. Espero cinco minutos más... Pero sigue sin a ver respuesta. Arrojó mi iPhone a mi cama y de pronto empieza a sonar. Contesto pero no se quien diablos es, en mi pantalla solo dice numero desconocido.
-¿Quien habla?- contesto la llamada.
-Soy Noelia Fer, te estoy llamando desde mi casa. Que emocion. ¿Pero es seguro la declaración?- me dice toda emocionada.
-Si. Es muy en serio.
-Lo sabia, mañana nos vamos a ver a la 1:00 de la tarde afuera del metro.
-Gracias Noe. Te debo una.
-No llegues tarde nos vemos mañana- ni siquiera puedo despedirme de ella, ya que cuelga.
No puedo evitarlo y el resto de la noche estoy con una sonrisa. Por suerte en la cena nadie comenta nada, pero es tanta mi emoción. Así como mis nervios que no puedo conciliar el sueño. Cuando logró cerrar mis ojos son las 6:00 de la mañana.
➰➰➰➰
Llego puntual a la entrada del metro. Miro bien y si, ya están casi todas pero a un no llega Jack.
-Buenas tardes compañeras- saludo a Noelia, Diana y Habigail. También está ahí paloma pero prefiero ignorarla.
-Hola compañero ¿qué haciendo por aquí tan temprano?- pregunta Habigail animada.
-Tengo que hacer tarea compañera y en mi casa hay mucho ruido- miento. Es tan fácil.
-Que bien compañero.
-¿y ustedes que haciendo aquí tan temprano?- hago la pregunta para que no sea tan obvio que ya se la respuesta.
-También un trabajo compañero. Solo que Cintia no ha llegado.
-Jack siempre tan impuntual- camino hacia un puesto y compro un paquete de chicles. A todas les ofrezco uno excepto a Paloma. Como no es mi amiga no tengo que ofrecerle unos.
Pasan diez minutos y por fin llega la persona que a torturador mi cerebro todo el fin de semana pero que sin darme cuenta gano mi corazón.
-Jack, ¿por qué tanta puntualidad?- me burlo.
-Que gracioso- lo dice con sarcasmo y me saca la lengua.
-Jack, no saques la lengua así, no eres un perro- me arrepiento de a ver hecho ese comentario ya que la hice enojar y me ignora durante todo el tiempo que elaboran su trabajo. Elijo no molestarla ni presionarla, por ello decido hacerle mi declaración mas tarde cuando esté menos enojada.
-Fer, ¿Ya le dijiste?- pregunta con animo Noelia. Se acerca junto con Diana al lugar donde estoy sentado.
-No. Le voy a decir hasta receso. Por eso necesito ayuda de las dos.
Ambas se miran la una a la otra.- ¿Que tipo de ayuda?- pregunta con voz baja Diana.
-Necesito que en el receso distraigan a todos para que me pueda llevar a Cintia a un lugar lejos y decirle.
-Esta bien. Déjalo en nuestras manos Fer- están de acuerdo ambas. Un momento ¿amabas?
-Diana ¿Tu sabes de lo que se trata?
-Ah... Si es que me contó Noe.
-Pero no te preocupes Fer. Solo lo sabemos nosotras. No le hemos dicho a nadie mas- aclara Noelia.
-Ok. Les pido eso de favor.
Ambas están emocionadas por que me declare. Yo también pero sigo nervioso.
Pasa el tiempo volando ya que miro mi reloj y solo faltan diez minutos para que abran la escuela. Cuando llega la hora de entrar a la escuela me despido de todas en el pasillo y también de Mario que se unió a ellas después cuando realizaban el trabajo. Me dirijo a mi salón y ahí está Emanuel hablando con Oscar.
-Gracias Oscar- le digo mientras le entregó su cuaderno.
-De nada- su voz es baja.
-¿Que decidiste?- pregunta Emanuel levantándose del asiento.
-Hoy me le voy a declarar. Pero necesito un favor.
-Tu di amigo. Yo te ayudo en lo que quieras.
-Necesito que distraigas a Janet y a las demás. No deja a Jack sola en todo el receso y me le quiero declarar a solas.
-Yo me ocupo de esas viejas.
Le doy una palmada en el hombro y salgo del salón. No lo hubiera hecho por que chocó con Emiliano. Y es la última persona que quería ver en este momento.
-Hola Fer, ¿Por qué te fuiste el otro día?- pregunta recargándose en la puerta.
-Por que si me quedaba un minuto mas te iba a borrar esa maldita sonrisa cínica de un puñetazo.
-Parece que alguien no durmió bien. Deberías descansar un rato- vuelve al pasillo y empieza a ir hacia su salón.
-Piensas que la guerra la tienes ganada. ¿Verdad?- digo con seriedad. Se detiene y me mira.
-Claro que la tengo ganada Fernando, por que para tu desgracia para ella eres su amigo solo eso y yo un desconocido que se fijo en ella, por ello no me conoce y será más fácil entrar en sus sentimientos. En cambio a ti te conoce y por lo que he notado no se llevan muy bien.
-Algo de eso es cierto pero no tienes algo que tengo yo- me mira con el entrecejo arrugado esperando mi respuesta-. Que es esta cara. Es un hermoso rostro y si nos ponemos a comparar tu y yo, seamos sinceros soy mas guapo que tu y si me lo propongo mucho más agradable. No te confíes Emiliano, Jack es mucho para ti. Primero colócate a la altura de ella y después piensas en esas tonterías de las declaraciones.
Parece que lo hice enojar. Bien. Ya que se marcha si decirme nada.
Cada minuto que pasa lo siento como una eternidad. Pero me arrepiento de decir eso ya que cuando estamos a solo unos minutos de salir a receso cada minuto pasa con gran velocidad y empiezo a sentirme mas nervioso a cada minuto restante. Al fin se escucha la campana que anuncia que el receso a empezado.
Emanuel me ayuda a levantarme. Tomo una profunda respiración y trato de relajarme lo mas que puedo. Espero que todo salga bien.
Nos reunimos con todos en el patio, la miro esta riendo con Noelia y Sofia. Emanuel empieza con el plan que hicimos para que pudiera quedarme a solas con Cintia.
-Janet, ¿que comes?- empieza el plan Emanuel. Preguntado esa tontería a Janet.
-Eres ciego baboso. No sabes que son las papas a la francesa- le pasa enfrente de su cara el plato con las papas a la frencesa.
Todos empiezan a reírse. Emanuel prosigue con el plan de un momento a otro le tira sus papas a Janet al piso. -Mas idiota no puedes ser Emanuel. Ahora me vas a comprar otras.
-Soy pobre- se excusa.
-A mi me vale un pepino que seas pobre. Para que me las tiraste.
-Fernando préstame dinero- estamos en la última fase del plan.
-Ya que- finjo estar molesto. Busco dentro de mi bolsillo simulando que busco mi dinero-. Deje mi cartera en el salón.
-No te preocupes compañero ve por ella aquí te esperamos todos- dice Habigail. La miro y guiña un ojo. Lo sabe. Me esta ayudando también. En serio debo premiar a esta niña.
-Ya voy compañera. Ven acompáñame Jack- la abrazo del cuello . Lo bueno que es mas chaparra que las demás pero no tanto como Noelia y Habigail. No espero su respuesta me la llevo. Pero noto que su amiga chismosa, Paloma, viene atrás de nosotros.
-Ven Paloma te voy a decir que te fallo en la exposición- Noelia impide que nos siga. A ella también la premiare.
Camino hasta mi salón. Cintia se niega a entrar por eso entro lo más rápido que puedo por mi cartera y salgo con el maldito temor de que hubiera huido. Pero sigue ahí parada afuera.
-Ya la encontré. Vámonos - le digo.
-Ok- camina por el pasillo por el que llegamos. La jalo para llevarla por el otro lado.
-Vamos por este pasillo ahora- le digo.
-Pero vamos a dar mas vulta- se queja.
-Pero así Janet le pega a Emanuel por sus papas. Y cuando lleguemos ya va estar tirado pidiendo su perdón.
Logro que salga una risita de su boca. Empezamos a caminar pero se aparta de mi toque. Es muy raro que ella me deje tocarla. Caminamos despacio y hay un silencio incomodo.
-¿Que tal la Expo?- pregunto para animar un poco el ambiente.
-No salió mal. Pero si tuvimos muchos errores pero a pesar de eso nos fue bien- dice animada.
-Que bien Jack.
-Deja de llamarme así- me regaña riendo-. El día que alguien me pregunte mi nombre y le conteste Jack, te buscare y te golpeare.
-Te creo. ¿Y qué tal las amigas y amigos?- sigo haciendo preguntas estupidas.
-Pues ya le hablo a todo el salón. Y al parecer recuerdo la mayoría de los nombres.
-Que bueno- no se quemas decir. Bajamos las escalera ya hora pasamos por el patio de atrás. Es perfecto, no hay nadie.
-¿Y tu que tal?- su voz me saca de mis pensamientos.
-Bien- digo sin razonar la pregunta que acaba de hacerme.
-Que explícito- ríe y camina delante de mi.
-Cintia, quería hablar contigo.
-Siempre dices lo mismo y siempre te termino golpeando- al escuchar eso. Empiezo a reírme por que en cierta forma siempre terminamos peleando por todo.
-Cintia, me gustas- salió de mi boca sin que lo pensara. No necesite contar hasta cierto número para decirlo. Simplemente salió como si fuera lo más normal. Ella se detiene y me mira por un momento sonríe y parece que me va a decir algo. Pero quiero volver a repetirle esas palabras-. Cintia, me gustas mucho y es en serio no es una broma. Me gustas.
Su cara se pone pálida y su reacción no es la que esperaba.

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⏰ Última actualización: Mar 26, 2016 ⏰

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