JACK SPARROW

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Sigo dando vueltas en mi cama. Maldición no quiero ir mañana a la escuela. A un no quiero ver a Fernando.
En la fiesta que hizo Margaret me la pase increíble y me sirvió para distraer a mi obstinado cerebro en pensar en Fernando . Pero es tan difícil no pensar en ese bastardo.
Cierro mis ojos tratando de conciliar el sueño, pero no logro nada y caigo en un profundo sueño hasta las 8:00 a.m
➰➰➰➰
Por primera vez en años me siento cómoda en mi uniforme. Siempre he preferido usar pantalón que falda. Paso una ultima vez el peine por mi alborotado cabello castaño y antes de salir directo a la escuela tomo mi chaleco azul. Yanira viaja conmigo hasta la escuela. Trato de poner atención en la platica que vamos haciendo pero cada estación que nos acerca más a la escuela me pone más nerviosa. Cuando llegamos a nuestra estación no quiero bajar del metro quiero quedarme ahí pero se que eso no seria bueno.
-¡Cintia! ¡Yanira!- grita Janet desde atrás de la fila. Ahí están todos. Emanuel, Romeo, Elisa y... Fernando.
Nos acercamos a ellos y cuando estoy a punto de decir "Hola" Fernando interrumpe mis saludo.
-¿Que hace aquí Jack Sparrow?- pregunta de manera burlona.
Emanuel suelta una carcajada junto con Romeo. ¿Jack Sparrow ?
-¿Por qué me dices así?- pregunto de mala gana. Ya va empezar a fastidiar.
-Primero por tu blusa, no la traes fajada. Segundo tus botas, ahora eres un poco mas alta y tercera... Por tu chaleco... eres un mini Jack.
-Vete a la mierda- me defiendo como dios me de a entender. Recuerdo que aquí no tengo a Federico o Leonel para defenderme.
-Jack no te enojes. Los piratas enojones nunca llegan a ser capitanes de un navío.
-Te lo repito. ¡VETE A LA MIERDA!. Nunca más me vuelvas a llamar así.
-Calma Jack prometo nunca decirte "así"- se burla.
Empezamos entrar a la escuela y camino junto con Janet.
-Muy bien. Yanira como a ti te toco en el último salón, te toca irnos a dejar- menciona Elisa.
-¿Como?- Yanira contesta confundida.
-Si, primero tenemos que dejar a Cintia, después nos dejas a Elisa,y a mi, luego siguen Fernando y, Emanuel, después de ellos Romeo y por ultimo tu te vas a tu salón- le aclara Janet.
Yanira no parece muy satisfecha con la propuesta que acaba de hacer Janet. Pero no se queja.
-Entonces, vamos a dejar a Jack- Fernando camina junto a mi y tira su brazo en mis hombros.
Me quito de inmediato. Parece que Fernando se dio cuenta pero no menciona nada. Llegamos a mi salón y entro tomando de nuevo el asiento más cercano a mi. Al menos esta vez esta justo enfrente del pizarron.
-Hola compañera-escucho que dice la voz de Habigail.
Me giro y si es la compañera. Esta niña parece muy inocente, también está detrás de ella Mario con esa cara de "ni me mires" y atrás de el esta Noelia.
-Compañera ahí cuidan bien a Jack- dice Fernando
-Yo lo cuido compañero pero, ¿Quién es Jack?- pregunta ingenuamente.
Que no lo diga. Si lo dice ahora si me va a conocer.
-Aquí Cintia es Jack compañera. ¿Que no ve su traje de pirata?- contesta. Habigail me mira de arriba a bajo. Ahora si estoy acabada.
-Compañero, que mal plan- dice riendo.
-Nos vemos en el receso Cintia- dicen todos los demás continuando su camino.
-Pórtate bien Jack- agrega Fernando también saliendo al pasillo para ir a su salón.
Jack Sparrow ¿enserio me veo así?. Es un idiota pero un idiota lindo. ¿Que estoy diciendo?.
-Compañera, no te enojes conmigo pero me repites tu nombre- Habigail me saca de mis pensamientos, lo cual agradesco.
-Cintia, compañera- le digo con un tono de voz bajo.
-Entonces Cintia, te presento aquí a mi compañera y amiga Perla- volteo a ver a la chava que me está presentando. Es bonita, tiene cabello oscuro y cara de no te metas conmigo. Es un poco intimidante.
-Hola- es lo único que se me ocurre decir. Ella también lo único que hace es darme un breve movimiento de cabeza indicándome que esta bien.
-Compañera, no sea tan tímida. Aquí también te presento a mi compañera y amiga Angélica.
-Mucho gusto- dice Angélica esta vez alzo mi mano para darle un pequeño saludo.
-Y a los otros ya los conocías, aquí está Mario y Noelia- señala la parte detrás de ella.
-Si tiene razón compañera, ¿solo nosotros somos lo que estamos en este salón?
-Creo que si compañera, por lo que tengo entendido los grupos se formaron según nuestros promedios de secundaria- responde Habigail con una pequeña sonrisa.
Me incorporo rápidamente bien en mi asiento y veo a la persona que menos me imagine ver. ¡Tamara!. Es esa perra. No, esto debe ser un maldito castigo del cielo. ¿Que hice para merecer esto?.
Tamara mira a todos los que estamos en el salón y le indica a la chica que está detrás de ella que hay dos lugares detrás de nosotros. Pero para ella también es una sorpresa verme ya que abre los ojos de un tamaño impresionante. Llegue a pensar que podrían salir de su cara aquellos ojos marrones.
-Vamos a sentarnos- le vuelve a repetir aquella chica pequeña que esta detrás de ella.
Camina hacia las bancas vacías, pero al pasar para llegar a ellas golpea con su mochila de forma un poco brusca a Habigail.
-¡Si pasaste!- le grita Habigail. Muchos de nuestros nuevos compañeros la miran pero Tamara no responde ni siquiera voltea para enfrentar a Habigail.
Pocos segundos después entra nuestra profesora que nos dará la materia de álgebra. Su presentación es corta y su forma de evaluarnos es difícil. Por suerte no hace que nos presentemos ya que eso es una de las muchas cosas que odio hacer. Siempre he sufrido pánico escénico y empeora este cuando estoy enfrente de personas desconocidas. Mi alivio se desvanece cuando en la clase de química la maestra pide una pequeña presentacion.
-Quiero que me digan su nombre, su edad y lo que les gusta- nos indica la maestra. Tengo almenos un poco de suerte aun ya que comenzó desde la ultima fila.
Todos empieza uno por uno sus presentaciones. Mis manos empiezan a sudar. Asco. Pienso cual es mi nombre, que edad tengo y que me gustaba. ¿Es posible que no recuerde mi nombre?.
-Me llamo Habigail, tengo 15 años y lo que mas me gusta es conocer a nuevas personas- su presentación fue corta pero muy buena. Mis nervios empiezan a disminuir.
-Me llamo Mario, tengo 15 años y me gusta cocinar-la seriedad con la que lo dijo hizo que mis nervios que disminuyeron por un momento volvieran a hacerse enormes. Maldito. ¿Por qué lo maldigo?
-Bueno, yo me llamo Noelia, tengo 15 años y me gustan la cosas raras- Noelia parecía nerviosa pero por suerte su presentación también fue buena.
Trate disminuir mis nervios mientras esperaba mi turno. Conté números, no sirvió de nada. Respire profundamente, tampoco sirvió de nada y por ultimo... Me resigne. Llego mi turno.
Me levanto de mi asiento y miro a mi profesora. Trato que mi voz salga lo mas clara posible.
-Mi nombre es Cintia, tengo 15 años de edad y me fascina el anime, me encanta leer y soy fanática a los videojuegos- no digo mas me dejo caer en mi lugar. Parece que salió bien ya que Habigail me da una pequeña sonrisa. Mis nervios se han ido y perla empieza su presentación.
Llego la hora de que suena la campana para receso. Recojo mi cuaderno y mi lapicera, cuelgo en mi hombro mi mochila y salgo junto con Habigai y los otros al pasillo.
-Solo nos falta conocer a otras dos profesoras y no vamos- comenta Noelia con alegría.
Empezamos a caminar todos y comentamos sobre las clases.
-Jack- escucho decir a mis espaldas. Maldición.
-Aquí viene el compañero, compañera- menciona Habigail con una risita perversa.
Doy media vuelta y si así es. Fernando viene caminando solo por el pasillo. Tiene una sonrisa hermosa y su cabello todo alborotado. Se ve atractivo. ¿Pero que digo?. Que asco. Bueno ni tanto.
-Te dije que no me digas así-le reclamo.
-Pero si no te he dicho "así"- Fernando se defiende.
-Acabas de llamarme Jack, baboso.
-Si, se que te llame así Jack- me lo dice con la mas inocente voz que hasta ahora he escuchado de su boca.
Doy un paso más cerca de el.-Te dije que no lo hicieras.
-No. Tu dijiste "no quiero que me llames así y no te he llamado así, te he llamado Jack.
Parece que no entiende a lo que refiero. Me rindo esta vez lo dejare pasar.
-¿Donde están Janet y los demás?- hago esa pregunta para cambiar el tema.
-No lo se. Creo que aún están en clase- contesta. Mira los salones que están frente a nosotros y vuelve a mirarme-. Yo salí directo aquí para ver que tal te había ido. ¿Y qué tal?.
Hago mi mayor esfuerzo para que mi mandíbula no caiga al piso. ¿Por qué quiere saber que tal me ha ido?. Contesta. Vamos Cintia contesta lo mas calmada mente posible.
-No ha sido tan malo- le susurro. Parece que va a decirme algo mas pero en ese momento llegan Janet y Elisa. Fernando no me dice nada mas, yo tampoco digo mas dejo esa platica pendiente.
Todos estamos en el patio en una enorme bola. Habigail les presenta a Perla y Angélica a todos. Por otro lado otros compañeros cometan sobre sus salones y los maestros. Fernando es el mas callado de todos, parece estar enojado, Emanuel parece notarlo y se acerca a él y empiezan a decirme algo entre ellos.
Por la distancia que estamos no puedo oír nada de lo que dicen, ya que estoy del otro lado de donde están ellos.
-Ojitos cafés- me sorprende de repente Aldo, mi amigo de ojitos azules.
-Hola ojitos azules.
-¿Que tal te ha ido?- me hace la misma pregunta que me hicieron todos cuando nos encontramos.
-Bien. Hasta ahora todo a ido bien. ¿A ti?.
-Ya me fije en alguien ojitos cafés.
-Ya estas viendo a tus conquistas- bromeo. El solo sonríe.
-Algo así. Vi a una linda chava que por suerte va en mi salón.
Aldo y yo seguimos conversando sobre su conquista por unos minutos mas, pero como es de esperarse interrumpe Fernando.
-¿Que tanto se dicen ustedes dos?- pregunta a espaldas de mi.
-Le estoy contando a Cintia de mi nueva conquista- le contesta Aldo.
-Y como de costumbre tienes que...- voy dando vuelta mientras le hablo pero paro de hacerlo cuando veo a Fernando con lentes de botella. Ni siquiera lo pienso doy una carcajada enorme ya que la mayoría de nuestros amigos me voltea a ver. Ahora si me vas a pagar la de Jack Sparrow.
-¿De qué tanto te ríes compañera?- pregunta Habigail cuando esta cerca de nosotros.
No puedo dejar de reír hago mi mayor esfuerzo para contener mi risa. -De Fernando compañera, solo tienes que verlo vestido así y con sus lentes de botella. Parece un ñoño- le explico a Habigail el motivo de mi risa. Ella mira a Fernando y lo examina con la mirada y también empieza a morir de la risa.
Después todos los demás también preguntan el motivo de nuestra risa. Yo sigo sin dejar de reír así que no puedo explicarlo pero Habigail con todo y su risa les explica. Todos la escuchan y como es de esperarse examinan a Fernando y comienzan a reírse.
Segundos después suena la campana para que entremos a nuestros salones. Fernando no dice nada se va. Bueno era de esperarse que se iba a enojar el niño enojon si todos nos estábamos riendo de el. Vuelvo a mi salón después de despedirme de todos, junto con Habigail, Mario y Noelia. Continuamos con las clases y las presentaciones.
A la hora de la salida, no puedo ser mas feliz. Me despido de Habigail que me hizo pasármela riendo el resto del día, de Mario que no es tan mamón como yo creía y de Noelia que también es divertida.
Llego a mi casa. El agotamiento puede mas conmigo ya que solo ceno y caigo en un profundo sueño.
➰➰➰➰
Creo que el karma existe. No puede empeorar mi día, he llegado tarde en mi segundo día de escuela. Maldicion, maldicion. Ni siquiera me maquillo. Seré honesta ni me arreglo. ¿como diablos se me pudo hacer tarde?. No lo entiendo.
Corro hacia mi salón. Toco la puerta y enseguida un profesor la abre.
-¿Me permite pasar?-es lo primero que digo.
-Buenas tardes-me dice el Profe.
-¿Me permite pasar?- le repito mi pregunta.
-Señorita, primero salude como es debido.
-Hola. ¿Puedo pasar?- saludo. El Profe se pone mas serio pero puedo escuchar algunas risas dentro del salón.
-¿Puedo pasar?- dice una niña detrás de mi.
-Señorita usted también salude como es debido.
Ella se queda pensando un momento.
-¿Hola?- dice un poco confusa.
-Señoritas no me hagan perder tiempo. Vayan a buscar una banca, que en este salón ya no hay.
Salgo junto con la otra niña a buscar una banca. Cuando las encontramos están llenas de polvo. Saco un pedazo de papel higiénico y empiezo a limpiarla un poco. Regreso al salón y pido permiso para entrar. Voy a fijar mi banca justo como ayer. Al lado de Habigail pero me doy cuanta que ellos están hasta la parte de atrás del salón.
-Señorita ya siéntese-me ordena el Profe. Coloco mi banca en la parte de enfrente y me siento. La niña que llego detrás de mi entra al salón y coloca su banca enfrente mío.
La clase es muy aburrida tengo que disimular varios bostezos que salen de mi boca cuando menos me lo espero. Miro mi iPhone cada 10 minutos y ruego que pase más rápido el tiempo antes de que me desmaye del sueño.
-Disculpa ¿a qué hora termina esta clase?- le pregunto a la compañera que esta sentada justo enfrente de mi.
No me habla solo apunta al pizarrón con su lápiz. Ahí esta la hora. Genial falta 10 minutos para que termine.
El profesor sigue dando la clase y nos sigue informando en como evaluará. Sigo muriendo de sueño. Oigo soñar el timbre. Mis ojos se abren, empiezo a guardar mis útiles.
-Compañera ¿por qué llego tarde?- aparece de pronto Habigail enfrente mío.
-Me desperté mas tarde de lo normal por eso.
-Esta bien. Vámonos a buscar a los otros.
Salí con Habigail y los demás pero ve di cuenta que la compañera que se estaba delante mío se me quedo viendo.
-Ahorita los alcanzo- les digo a Habigail, Mario y Noelia.
-Si, no te tardes compañera- dijo Habigail mientras me alejaba.
Me acerqué así la chava que tenía la vista fija en mi. Su cabello era chino y solo era un poquito mas alta que yo. Bueno si no trajera los tacones si seria mas alta que yo.
-Mmm... Oye quieres acompañarme a buscar unas amigas. Bueno también para que no te quedes aquí sola en el salón.
-Si- me da un breve movimiento de hombros.
Las dos salimos hacia el patio. No encontró a nadie.
-Oye ¿me acompañas al baño?- me pregunta de pronto la chica que va a mi lado.
-Si, vamos.
Caminamos directo al baño. Cuando entramos me pide que detenga la puerta, lo hago. Fijo por un minuto mi mirada en la luz que parpadea. Cuando por fin termina sale y se empieza a lavar las manos.
-No recuerdo tu nombre- me dice.
-Ah... Cintia. ¿Y el tuyo?- espero su respuesta.
-Paloma.
-Paloma. Primero que no lo olvidare por lo menos el día de hoy- alzo mi mano como haciendo una promesa.
Salimos de nuevo al patio. No veo a nadie. ¿Donde se habrán metido todos?.
-¡Cintia!- grita alguien mientras me toma de los hombros.
-Me asustaste- le reclamo a Elisa riendo.
Miro atrás de mi y allí están Janet y también Yanira. Pero no esta ni Fernando ni Emanuel.¿donde se habrán metido esos dos?.
-Hola a todas-las saludo a todas con un beso cachete a cachete. Ella corresponden a mi saludo.
-¿Quien es aquí la amiga Cintia?- pregunta Yanira.
-ah... Es mi amiga paloma. Paloma ella son mis amigas: Yanira, Janet y Elisa.
A todas parece agradarles paloma ya que la saludan con un beso en la mejilla. Hasta ahora todo va bien.
-Sparrow-dos manos cubren mis ojos. No mas bien mis lentes, mientras dicen ese apodo.
-Fernando, ya déjame en paz- quita sus manos de mis lentes. Me saluda con un pequeño beso en la mejilla. Después saluda a las demás menos a Yanira y paloma. Yanira nunca a sido del agrado de Fernando.
-¿Y quien esta mugre vieja?- pregunta como si le molestara la presencia de paloma. Trato de que mi mandíbula no caiga al piso. ¿Por qué le habla así? Ni siquiera la conoce.
-Óyeme a mi no me hablas así- se defiende paloma.
-Fíjate que a ti te hablo como se me venga en gana- le aclara Fernando. Parece a hora mas alto e intimidante.
Sujeto a paloma de su brazo y la jalo mientras me alejo de todos. ¿Que le pasa?.
-¡Cintia!- oigo gritar a Yanira.
-¡Las veo en la salida!- le grito en contestacion.
Sigo caminando con paloma. No dice nada, no se como tomar eso como buena o mala señal. Bajo la velocidad de mis pasos cuando siento que he huido de las miradas de Fernando y de las demás.
-No le hagas caso- empiezo a decir.
-¿Que quieres decir?- pregunta de repente paloma. Seguimos caminando y pasamos a lado de varios alumnos que asisten al plantel.
-De Fernando. Es molesto y hasta puede sacar lo peor de uno, pero si lo llegas a conocer lo suficiente es agradable- Momento ¿Yo dije eso? ¿Fernando agradable?. Demonios ni yo misma se lo que digo.
Paloma me cuenta el resto del receso sobre su situación familiar. Lo cual yo siento algo extraño, no le confías a una extraña que acabas de conocer tus secreto de familia.
La campana suena, paloma y yo regresamos al salón. Al entrar sorpresa, ahí está sentado en mi lugar Fernando. Entro al salón y me planto enfrente de el.
-¿Tu que haces aquí?- le digo en un tono molesto.
-Te estaba esperando Jack.
Lo jalo de su suéter, el se levanta y lo saco al pasillo.
-¿Que demonios quieres?
-Jack, por que esa actitud. Si querías que estuviéramos solos, solo tenias que decírmelo.
Miro a mi alrededor. No hay ni una sola alma vagando cerca de nosotros. Doy dos pasos alejándome de el.
-Me largo-declaró. Empiezo el camino a mi salón.
-Jack. No te vayas, vamos hablar- suplica. Lo miro pero no por mucho tiempo, ya que de reojo miro como mi profesora de ingles entra a mi salón.
-Después- es lo único que digo antes de correr y entrar a mi salón.
➰➰➰➰
¿De qué habra querido hablar?. Parecía que era algo importante.
-¿Cintia, que opinas?-la voz de Habigail me saca de mis pensamientos. Gracias pequeña.
-¿Sobre qué?-pregunto. No estaba tomando la atención suficiente en la conversación que teníamos.
-Cintia no vivas en la luna. Sobre lo de álgebra. ¿Cómo lo vamos hacer?.
-Mejor nos ponemos de acuerdo mañana. Ahorita ya vamos a salir- menciona Mario.
-Si, mejor mañana- estoy de acuerdo. No veo por que no.
Seguimos conversando todos sobre la clase de ingles y la profesora. Unos minutos después nos informan que nuestra ultima profesora esta ausente por lo cual nos podemos marchar. Tomo mis útiles y los arrojó dentro de mi mochila.
-Oye, Cintia. ¿Ya te vas a ir?- oigo detrás de mi la voz de Paloma.
-No. Aún no. ¿Por qué?-respondo, dando vuelta para mirarla.
-¡Cintia, ya vámonos!-gritan Habigail y Noelia al mismo tiempo. Están paradas en el pasillo justo enfrente de la puerta, al igual que Mario.
-¿No me puedes acompañar al baño?- pregunta Paloma, me ayuda a colocarme mi mochila y salimos al pasillo.
Maldicion, no tenemos 5 años. No puede ir al baño sola. Pero aquí va Cintia la que siempre dice que si. Maldición.
-Si, voy acompañar a Paloma al baño- les digo a los demás.
-Bueno, entonces nos vemos mañana compañera nosotros ya nos vamos- se despide Habigail de mi junto con Noelia y Mario.
Camino rápido junto a Paloma para ir al baño. Cuando sale de el, vuelve a pedirme que la acompañe para que entregue los últimos papeles de su inscripción. De nuevo digo que si.
Mañana pienso preguntarle a Fernando sobre lo que quería hablar. A esta hora debe estar en clase.
Espero a paloma fuera de la dirección. Tarda mucho así que tomo mi mochila y me siento en una banca que esta en el patio principal. Empiezo a revisar mi teléfono.
-Hola- me saluda alguien. Miro de donde viene la voz, es Emanuel.
-Hola, ¿Que haces?- respondo. Se sienta a mi lado.
-Aquí dando la vuelta.
-¿Solo?.
-No, el Fernando también se saltó la clase conmigo.
-Ah... ¿Y el donde anda?.
-Se encontró a unas viejas y se fue con ellas.
Saber eso me hace sentir un hueco en mi estomago. Finjo que estoy bien ante Emanuel. Conversamos sobre sus clases y los horarios. Pero para mi desgracia llega el rey de roma.
-¿Que hacen aquí los dos?- pregunta riendo.
-Me encontré a Cintia aquí sola y me quise quedar un rato para hacerle compañía- explica Emanuel.
-¿Por qué estás sola?-Fernando cambia de expresión en su rostro al preguntarme.
Guardo mi celular y miro alrededor. -Estoy esperando a alguien- le doy una pequeña sonrisa.
-¿A quién?- vuelve hacerme otra pregunta pero esta vez el tono de su voz me da un poco de miedo.
-A una persona Fernando, no seas metiche- le contesto. Sigo mirando alrededor.
-Dime a quien-exige saber. Trato de no reír. Momento ¿esta es una escena de celos?. No, seré tonta él y yo solo somos amigos. Cintia no te hagas ideas en esa cabeza loca.
-Que te importa. No recuerdas que este tipo de asuntos no son de tu incumbencia. Además para que te pongas en ese plan de preguntas, como que no. Para chula yo.-le contesto. Este tipo me esta haciendo enojar.
Fernando toma una postura más derecha y su entrecejo se arruga. La verdad empieza a intimidarme.
- Ya me tienes arto. Pobre del tipo que se fije en ti, por que seguramente a los 5 minutos de convivencia contigo saldría huyendo. Has lo que se te venga en gana. Tienes razón a mi me vale un comino lo que hagas. Como ya te lo dije una vez "pendejo el que se fije en ti"
Camina hacia la salida pero da media vuelta y me mira. - Y recuerda que aquí para chulo yo- se señala así mismo con su dedo pulgar por unos momentos y después se marcha.
Me quedo ahí como su estupida contemplando por el lugar donde sea marchado.
-Bueno yo también, ya me voy Cintia-Emanuel se empieza a despedir de mi.
-Perdoname, es que había muchos esperando en la dirección- se disculpa Paloma conmigo mientras corre al lugar donde estoy.
-No te preocupes, ya vámonos- le digo a Paloma-. Adiós Emanuel nos vemos mañana.
-Si, nos vemos mañana. Vete con mucho cuidado.
Salgo de la escuela y miro alrededor. Ninguna señal de Fernando. Camino hacia el metro mientras paloma habla y habla, no pongo el más mínimo interés en su conversación. Fernando eres un idiota.
➰➰➰➰
-¿Que tienes Cintia?- pregunta por tercera vez en el día Noelia.
-Solo tengo sueño, anoche no dormí muy bien- miento.
-Eso no es bueno. Debes dormir bien para no estarte durmiendo entre clases.
-Tienes razón. Prometo dormir mejor esta noche- alzo mi mano para tocar su colgante que es en forma de N.
-Esta bien. Se me estaba olvidando, Fernando esta aquí afuera que si puedes salir.
¿Afuera?. Hasta ahora han pasado ya 3 clases y no me había buscado para nada. El no tiene por que buscarme.
Salgo al pasillo, ahí esta. Me mira y me da una pequeña sonrisa.
-¿Que quieres?-digo yo primero. Maldición por que mi boca no puede estar cerrada.
-¿Podemos hablar?-pregunta Fernando. Se acerca a mi. No me muevo me mantengo en el lugar en el que estoy.
-Ya estamos hablando- le confirmo.
-Perdón, por lo de ayer- empieza a disculparse. Por un momento pasa por mi cabeza abrazarlo, pero no es correcto se vería extraño.
-¿Por qué te debo perdonar?- finjo ser la ingenua.
-Por lo de ayer. Bueno por decir lo que dije y dejarte ahí sin despedirme- evita verme a los ojos. No quito los míos de su rostro.
-No te preocupes. Además tu nunca tendrías la suerte de ser el pendejo que se fije en mi- le doy un pequeño puñetazo en el brazo. El sabe que estoy jugando. Ahora me siento un poco mas tranquila, ahora siento como mis mejillas arden mil pero no me importa.
-Cintia, de lo que quería hablar contigo ayer era de...- no puede decirme de nuevo, ya que Noelia y Diana, una nueva amiga que conocimos ayer, lo interrumpen dandole ambas un abrazo de sándwich.
-Fer, sigues aquí- dice Noelia.
-Eso parece- responde Fernando con voz seria.
-Y no vas a saludar. Que grosero- reclama Diana. Diana no conoce a Fernando, bueno por lo menos yo no se si se conocen, pero el parece ignorar la existencia de Diana.
-¿Y tu quien eres?- pregunta Fernando.
Noelia y Diana lo liberan de aquel abrazo. Y dan un pequeño giro quedando Enfrente de el.
-Diana te presento a mi amigo Fernando. Fernando te presento a mi nueva amiga de Cintia y mía, Diana- los presenta Noelia.
-Mucho gusto- Diana alza un poco su mano y lo saluda.
-Mucho gusto- dice de nuevo Fernando-. No es por ser grosero pero Cintia y yo estábamos hablando de algo importante.
-¿Te le estas confesando?- diana y Noelia dicen al mismo tiempo y ponen una cara de emoción que no puedo ni describir.
Suelto una carcajada. Los tres me miran.
-Claro que no. Noelia, Diana. Fernando y yo somos amigos. ¿Verdad Fer?- digo inocentemente. Por que aunque me pese es solo lo que seremos siempre él y yo.
El me mira, no se por que pero en sus ojos veo algo diferente esta vez.- Claro, tu misma lo has dicho. Yo nunca seria ese pendejo.
-Fernando, que grosero- lo regaña Noelia.
-Maldicion. Ya llego el Profesora- nos avisa Diana.
-Adiós- decimos las tres al mismo tiempo. No esperamos la respuesta de Fernando. Entramos al salón y de nuevo pienso sobre lo que quería hablar Fernando.
Empieza la clase de química. La profesora pide que hagamos equipo de 10 integrantes. Así que lo integre con: Habigail, Mario, Noelia, Diana,Perla, Angelica, Paloma, Sofia, Gema y yo.
Sofia y Gema las incluimos en el equipo ya que hacían falta dos integrantes, así que Paloma las invito a unirse al equipo. La profesora empieza a dar las instrucciones sobre el trabajo que debemos realizar.
-¿Ustedes quienes son?- pregunta Mario. Todos miramos a Sofia y Gema. Recuerdo sus nombre ya que en su presentación de la ultima vez dijeron ambas sus nombre y los recuerdo con facilidad.
-Yo soy Sofia y ella no se- dice la chava que tiene el cabello corto, color negro y usa delineador con sombra azul.
Todos nos reímos de la manera en como lo dijo. Su voz es un poco graciosa. Pero paro de reírme cuando veo la cara que tiene la otra chava que dice llamarse Gema.
-Babosa lo bueno que somos amigas. Soy Gema.
Yo prefiero quedarme callada y parece que los demás también. Todos empezamos a trabajar.
-Cintia- menciona Gema mi nombre y volteo a mirarla.
- Ah... Si es cierto- afirma moviendo la cabeza Sofia.
-¿Que?- pregunto. No tengo idea que traman estas dos tipas.
-Le decía a Sofia que tu nombre era Cintia pero no me creía.
-Ok. Pónganse a trabajar para terminar rápido.
-Si- ambas contestan al mismo tiempo.
Sigo leyendo el tema en el que estamos trabajando. Pero no me concentro para nada. Solo estoy pensando en que la clase termine para poder ir con Fernando y escuchar lo que iba a decirme.
Un pequeño sonido de ligas me distrae. Busco con la mirada de donde viene el sonido,lo encuentro son algunos de mis compañeros jugando con ellas.
Me levanto de mi lugar y voy con ellos. Parecen estar muy entretenidos con las ligas ya que ni siquiera notan mi presencia.
-Oigan niños- les digo a los 4 niño que están ahí jugando con las ligas.
Todos se asustan al oír mi voz, ya que dan un pequeño salto.
-No se asusten- me burlo de ellos.
-No nos asustamos- dice uno de ellos.
-¿Que es con lo que juegan?- les pregunto. Señaló la pequeña montaña de ligas.
-Son unas ligas pero estas estiran mas que las ligas normales- me responde otro de los niños. Además me da una pequeña demostración. Me quedo sorprendida ya que estira demasiado para ser una liga.
-¿Me podrían prestar tres de sus ligas?- les pregunto con una carita suplicante.
-Si. Ten- aceptan y me las entregan.
Regreso a mi lugar. No paro de ver la puerta y mucho menos mi iPhone para revisar la hora.
-¿Que tramas?- Habigail me pregunta. Volteo a mirarle rápidamente.
-¿Yo? Nada. Solo estoy aburrida- le digo de la manera mas inocente que puedo.
-Aja. Y yo nací ayer. Dime prometo no decir nada- Habigai es mucho más lista de lo que parece.
-Pienso hacerle una maldad a Fernando con esto- le muestro la ligas y parece que sabe de lo que estoy hablando.
-Entonces ve ya. Para que en el receso le haga burla.
-Pero tenemos maestra. Además estamos haciendo este trabajo.
-A la maestra dile que vas al baño y además somos un montón para este trabajo ya hasta lo vamos a terminar.
Le hago caso a Habigail. Le pido permiso a la maestra de ir al baño y salgo del salón, para ir al salón donde esta Fernando. Tengo suerte, esta afuera. No sea dado cuenta de que lo estoy mirando lo cual es bueno.
-¡Fernando!-salto detrás de él, tomando sus hombros por un momento.
Voltea a mirarme. Parece sorprendido
-Jack ¿Que haces? ¿Que no tienes clase?
-Si, pero vine para enseñarte algo.
-¿A mi?
- Obvio. Por algo vine a verte baboso- vuelvo a darle un pequeño golpecito en el brazo.
-¿Que es?- pregunta un poco mas animado.
-Primero debes cerrar los ojos y no abrirlos hasta que yo te diga- empiezo a explicarle.
Me mira con recelo.- No. Me vas hacer algo malo.
-No. No es algo malo pero debes tener los ojos cerrados.
-Esta bien.
-No. Promete que no los vas abrir para nada.
-Ok. Jack, prometo no abrir los ojos- los cierra.
Tomo sus muñecas y las coloco juntas detrás de el. Saco una de las ligas y le doy tres vueltas alrededor de su muñeca y lo mismo hago con las dos faltantes. Pero trato de apretarlas lo mejor que puedo.
-Ya esta. Ya los puedes abrir- le informo.
-¿Con qué me amarraste?- pregunta. Empieza a jalar sus muñecas para liberarlas de las ligas color azul.
-Con unas ligas.
-Bueno ya te divertiste. Ahora ya quítamelas- da vuelta para poner enfrente de mi sus muñecas. Empiezo a desatar la primera liga. Pero no logro deshacer el primer nudo. Intento con las siguientes dos no logro librarme de los nudos que hice.
-¿Ya me desataste?-pregunta impacientemente.
-Fernando, sucede que no puedo- me entra mi risa nerviosa.
-¿como no vas a poder?- empieza brincotear mientras jala una de sus muñecas.
-Pues si. Hice muy bien los nudos y pues ya no puedo.
Por los siguientes minutos Fernando empieza a tirar de sus muñecas para liberase y pareciera que esta haciendo un berrinche. No mas bien esta haciendo un berrinche por no poderse desatar.
-Eres una estupida- dice cuando ve que me estoy riendo de el. Eso si no me lo aguanto, a mi no me insulta el bastardo-. Deja de reírte. Ve a conseguir unas tijeras- además de insultarme me manda.
Se da vuelta y no lo pienso ni dos veces. Tomo un poco de vuelo y salto detrás de su espalda. Empiezo a jalarle su cabello.
-A mi no me insultas maldito!- le reclamo a un colgada de su espalda y jalando su cabello.
-Jack. Ye estate quieta que me voy a caer.
Casi por 15 minutos estuvimos peleando de esa manera. Pudo romper las ligas. Ojalá que no las hubiera roto, me arrepentí del solo hecho de amarrarlo. Ya que una vez que se liberó, se aprovecho que aún seguía arriba de su espalda y empezó a dar vueltas conmigo. Le rogué que parara pero mis suplicas no sirvieron de nada ya que aun mareada corrió conmigo hasta mi salón. Pero por lo menos tuvo la atención de dejarme en mi banca. Cuando les conté a todos lo que paso se rieron. Después de un rato yo también empece a reír. Fernando ese maldito berrinchudo si que me hace pasar momento buenos.

Empieza con F y termina con ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora