~CAPITULO 1~

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Cada vez que escuchaba algo de él sentía asco, asco de saber que llevó su apellido, que llevó su sangre, asco de saber el daño que nos ha causado, que me ha causado.

Mi padre estuvo llamando las últimas semanas, detestaba hablar con él, y siempre que lo hacia le hablaba de mala gana; él le decía a mi madre que controlará mi actitud, y en cuanto mi madre me lo dijo me puse furiosa, necesitaba enfrentarlo, decirle todo lo que sentía,  algo que nunca podría ser capaz de hacer.

Decidí "enfrentarlo" por un mensaje, lo hice así ya que nos encontrábamos a kilómetros de distancia.

No tienes derecho alguno de decirme que puedo y que no debo hacer, no entiendo que es que quieres que cambie sí tú nunca lo has hecho, no me pidas cosas que no cumpliré y mucho menos a ti, no tienes derecho alguno de querer colarte en mi vida sí yo nunca he sido parte de la tuya, así que deja de engañarte y sigue con tú vida tal y como lo has hecho siempre.

Fue lo que le escribí, fue lo que lo puso furioso y gracias a eso me llamó, y me llamó de la peor forma, estando ebrio, dijo lo peor que un padre puede decirle a su hija.

Cuando me llamó, mi madre estaba junto a mi, necesitaba lucir fuerte ante la declaración de mi padre; eso fue lo más difícil, tener que lucir fuerte cuando lo único que quieres es echarte a llorar.

                       ***

Después de la cena y la discusión que tuve con mi padre, me dirigí a mi habitación, me sentía tan miserable, tan arrepentida y al mismo tiempo bien porque una parte de mi decía que era lo mejor.

Esa noche tomé mi cuchilla, me sentía tan mal que fue lo único que podía hacerme sentir bien en ese momento; cuando inicie a auto-lesionarme fue con letras en las palmas de mis manos, al poco tiempo mis piernas fueron marcadas por líneas irregulares y sin sentido alguno, esto era una nuevo y única adicción que tenía; esa noche llore, llore de enojo, de tristeza, de impotencia, de frustración, me sentía tan mal, no logro entender porque me sentía así, sentía que me iba a derrumbar, sentía que todos me odiaban, yo me odiaba, yo los odiaba...

Justo después de empezar a lesionarme empecé a adentrarme más a ese increíble mundo; tenía unas ganas inmensas de morir sin embargo nunca he tenido el valor suficiente como para hacerlo.

Veía páginas en Internet donde había cosas referentes a lo que hacia, muchas de ellas son llamadas "Suicidas", aunque a decir verdad no me considero una, se que es estúpido no hacerlo pero tengo un cierto limite de acuerdo a lo que hago.

Hago muchas cosas por impulso, aún así se controlarme, comienzo segura pero cuando veo que no es lo correcto, me detengo, siempre ha sido igual.

Adentrandome a ese mundo de suicidas llegué a un grupo, tomé la decisión querer estar en ese grupo. Me aceptaron. Quise conocer a todos y cada uno de los integrantes de el grupo, pero sí bien sabía eran muchísimos y sería un tanto complicado.

Publiqué algo en el grupo informando que era nueva; una chica me hablo, era amable y quería hablar conmigo, quería saber las razones de el porque me cortaba; ella me inspiraba confianza así que decidí hablar, le conté lo que sucedía, lo que hacia, por que lo hacia, ella me comprendió, dijo que había pasado cosas similares a las mías, pero sé que nadie entenderá lo que me pasa, lo que siento, lo que veo.  Tal vez hay personas que han sufrido mucho peor de lo que yo, aún así me siento incompleta por lo que viví, fue una pesadilla.

Cada que mi mente lo desea, trae recuerdos de mi infancia, recuerdos aterradores, recuerdos en los cuales veía como la golpeaba, como estampaba la cabeza de mi madre contra la pared, intentando ahorcarla con sus manos, humillandola, diciendo lo insignificante que era, lo cierto es que no era así, ella era hermosa, con su sonrisa, su voz, ella era perfecta, la mujer que siempre me amo, la única a la cual podía recurrir, mi única amiga.

Es doloroso recordar todo, llevó años intentando olvidar pero sé, de antemano que jamás lo poder lograr, será el recuerdo que me atormentara cada noche, un recuerdo nada más; agradezco la valentía de mi madre al alejarnos de mi padre, alejarnos de su vida, de la miserable vida que tuvimos con él.

Siempre pensaba en la oportunidad de que mi padre quedará sólo, y fuera a humillarse y pedir perdón; eso sería mucho pedir, pero me gustaría verlo así y ser capaz de decirle todo lo que siento y escupirle en la cara, que sepa lo que él significa para mi, que entienda y que se de por vencido, que deje de intentar algo para acercarse. Quiero que desaparezca de mi vida...

SmileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora