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Luke no asistió a la escuela el resto de la semana y apenas respondía las llamadas. Entonces, el sábado, Michael tomo su pesado abrigo porque estaba nevando y se dispuso a caminar hacía la casa de Luke.

Su madre lo recibió cordialmente en la puerta, sabiendo inmediatamente quien era. "Luke me habla y enseña fotos de ti todo el tiempo." ella explico y Michael solo se había sonrojado.

La señora Hemmings comentó que Luke estaba enfermo, pero Michael podía verlo si quería arriesgarse. Claro que lo hizo, extrañaba a su novio adorado.

Se quito el pesado abrigo y los zapatos, después se dirigió a donde la señora Hemmings le había dicho que estaba la habitación de Luke. Había dos puertas separadas de la sala de estar y el sótano. Una estaba entre abierta y Michael pudo ver que era un baño, así que la otra se dirigía a la habitación de Luke.

Toco suavemente la puerta antes de abrirla un poco. Luke estaba ahí, enterrado en una colcha y algo dormido (o solo tenía los ojos cerrados). Estaba pálido, tenía bolsas negras debajo de sus ojos y su nariz estaba demasiado roja. Había montañas de pañuelos a lado de su cama, seguido de cajas de pañuelos y jugos vacíos.

"¿Luke?" Michael murmuro tiernamente, caminando hacia su cama.

Los ojos de Luke se entreabrieron un poco y una perezosa sonrisa atravesó su rostro. "Hola Mikey." murmuro, su voz sonaba terriblemente rasposa. Comenzó a toser sin parar después de hablar.

Michael frunció el ceño, sentándose en la cama. "Aw, bebe..." suspiro, posando su mano sobre la que Luke tenía libre.

Sorbiendo sus mocos, Luke quito su mano de la de Michael. "No, no me toques, no quiero que te enfermes." tosió, tomando un pañuelo que estaba en la mesita de noche y sonando su nariz.

"No me importa, podemos enfermamos juntos." Michael chillo, haciéndole a Luke sus mejores ojos de perrito.

Luke negó con la cabeza, alejándose un poco de Michael para que no respirara su resfriado y no se lo pegará.

"Bueno, te he extrañado demasiado." Michael dijo tiernamente, sonriéndole a Luke. "Te perdiste algunas cosas. Como, Ashton consiguió el teléfono de esa chica ashlyn y nos asignaron parejas para esta cosa que tenemos que hacer en música y tu compañero es Calum, creo, y..."

Michael siguió hablando un par de minutos sobre lo que Luke se había perdido de escuela el jueves y viernes, que para su sorpresa fue mucho. Al menos la manera en la que Michael lo estaba contando. Eventualmente no tenía más que decir y suspiro dramáticamente.

"Desearía poderte besar." Luke murmuro, viendo con admiración a Michael.

"Si puedes." Michael río un poco, haciendo un puchero con su labio inferior.

Luke solo rodó los ojos. "No quiero que te enfermes, así que no."

Esta vez fue Michael quien rodó los ojos. "¡Pero no me enfermo fácilmente!" trato de convencerlo, y nuevamente hizo sus mejores ojos de perrito. Pero Luke no se dejaba llevar tan fácilmente.

Solo se sentaron ahí un par de horas, hablando de todo. La señora Hemmings les llevo jugos para Luke y algunas galletas para que compartieran.

"Tu mamá es muy dulce." Michael sonrío cuando ella se fue, metiendo una galleta a su boca.

Luke asintió y también sonrió. "Si, si lo es."

"También me gusta tu póster de TMNT." Michael sonrío, volteando a ver al póster de las tortugas ninja en la pared de la habitación de Luke.

El rubio se sonrojo. "Oh basta. No he re decorado mi habitación desde que tenía siete." dijo en un tono de voz aguda, cubriendo su rostro con su colcha.

"No, en verdad! solía pesar que era michaelangelo, por razones obvias." Michael sonrío, pasando su mano por su cabello.

Luke volteo a ver al póster y sonrío tímidamente. "Siempre quise ser Leonardo." admitió y los dos rieron.

Cuando se hizo mas tarde, Michael tenía que irse a casa. Le robo un beso a Luke antes de irse.

"¡Te vas a enfermar!" Luke grito cuando estaba cerca de la puerta, a lo que Michael respondió con un "¡No me importa!"

+

Luke estaba de regreso el lunes pero aún así seguía con la nariz tapada y sonaba gracioso cuando hablaba. El clima no había mejorado. Habían algunas tormentas y fríos severos para otros. Michael amaba usar suéteres largos y cubrir sus manos con sus mangas largas.

A Luke tampoco le molestaba el clima, la mayor parte porque Michael lucia adorable cuando usaba suéteres grandes y se acurrucaba con Luke cuando caminaba o hacían algo, como si Luke lo protegiera del frío.

Cuando el resfriado de Luke se calmo, finalmente dejo que Michael lo besara adecuadamente otra vez y oh que glorioso fue ese día para el. Pasaron algunas noches recostados juntos, disfrutando la calidez de sus cuerpos y besándose en todos lados.

A sus padres no les parecía molestar lo cercanos que se habían vuelto, de hecho estaban mas que felices. Especialmente los padres del chico pálido. No lo habían visto sonreír tanto en su vida y no querían que esa felicidad se fueran. Tampoco querían volverlo a llevar con su terapeuta después de meses. Amaban ver a su hijo tan feliz.

Michael y Luke estaban completamente cegados por el amor. Siempre estaban juntos o en la mente del otro. Michael pensaba que ese tipo de relaciones solo pasaban en las películas. Pero ahora tenía una de esas relaciones pero multiplicado por 300 veces mejor.

Todo era asombroso. Ambos se querían demasiado, la mayoría los aceptaba, los dos estaban sanos y felices. La vida era asombrosa para los dos y nada podía ir mal.

¿Cierto?

Weird//MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora