Francisco se encontraba oculto en un negocio frente al hospital, le mostró la placa al dueño y dijo que sólo estaría allí menos de media hora. Vigilaba para saber si ese matrimonio saldría de allí o no. Y si lo hacían, ¿Sería para escapar, o para buscarlo a él? En ese momento sintió algo de miedo, un sentimiento que no sentía desde hace ya varios años. Estaba preocupado, y aún no quería admitir que comenzaba a sentir terror.
A lo lejos ve un vehiculo Hummer del ejercito, y antes de que se acercara más al hospital, Francisco sale del negocio corriendo al encuentro de Hoffmann. Eran tres vehículos los que se acercaban. Francisco los detiene y ve que Hoffman iba de acompañante en el primero de ellos. Mientras este se detiene, los otros dos toman direcciones diferentes para observar el lugar a la redonda. Hoffman baja del vehiculo, y este de igual manera se retira con velocidad del lugar. A Francisco se le marcó una leve sonrisa al ver allí a aquel hombre. General Hoffmann.
Se saludan con la mano.
- Veo que trajiste a la infantería.
- Al parecer estamos en tiempos peligrosos. Es mejor venir preparado, más por lo que me contaste que le pasó a tu auto.
- Es algo de no creer. Necesitamos hablar de inmediato, sígueme.
Caminaron una calle más, e ingresaron a un pequeño bar, Francisco ordenó dos vasos de cerveza, su compañero no se quejó y bebía sin esfuerzo.
Francisco comenzó a contarle principalmente el hecho de aquel extraño niño. Le mencionó desde la carpeta con los dibujos, hasta la conversación de los padres que había escuchado a escondidas. Sus sospechas, cada cosa extraña. Hasta le mencionó que estaba sin su arma. Todo lo resumió, y hablando rápido, sólo había pasado unos diez minutos. Hoffmann lo observaba en silencio, dio el último sorbo a su cerveza, y limpiándose la boca con los dedos dijo:
- Te voy a ser sincero Francisco. Al escuchar esto que me acabas de decir, tengo tres opciones; Uno: Creer que me estás haciendo una broma, a lo cual respondería con un golpe en tu rostro y arresto por hacerme perder el tiempo, a mí y a mis hombres. Pero se que ambos somos hombres sin un sentido del humor tan estúpido cómo para hacer semejante "Broma". Dos: Pensar en que perdiste la cabeza, que de una u otra manera estás quedando loco. Tal vez por no jubilarte, mucho trabajo, estrés, o una mente ya cansada te esta haciendo una mala jugada. Tres: Creerte sin más pruebas que tus palabras, pero, acaba de llegar un mensaje a mi teléfono, uno de mis hombres comprobó un auto destruido en el estacionamiento del hospital. Según la patente, tú eres el dueño, la policía está en el lugar, y sí, fue destruido de una manera sumamente extraña.
- ¿Entonces?...
- En este momento elijo la opción tres. -le entrega un arma nueve milímetros- Tengo otra, esta te hará falta por lo que he oído. Lamentablemente tengo que decir, que tendríamos que esperar a que salgan arañas de ese túnel. No hay otra manera en la que pueda hacer algo. Si eso llegase a pasar, te aseguro que bombardearemos dicho túnel, e iríamos de inmediato por ese niño y los padres. Pero aún tengo mis dudas, somos personas que necesitamos ver para creer. Ya que la opción dos está flotando constante sobre tu espalda. Falta poco para que llegue el helicóptero... -queda unos segundos pensando, a vista de Francisco que espera una respuesta- Bien, por el momento será buena idea que el niño sea trasladado. Ve, pero dí que será llevado a un hospital militar. Me voy a encargar de que esté bien custodiado, tanto niño como padres.
- Eso me hizo recordar de que no he hablado con los doctores. Entonces iré y pondré en riesgo mi vida. Si algo me pasa, ya sabes el motivo, y has lo que debas para evitar daños a inocentes.
- No te preocupes, mis hombres están en la zona. Haré unas llamadas. Voy a dar órdenes directas al piloto sobre el lugar de traslado. Creo que sería una mejor idea que no digas el lugar de traslado. Veremos cómo reaccionan los padres con su hijo en el aire.
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Subsueño. #Wattys2015
Science Fiction¿Creen que los sueños y deseos de un pequeño, puede ser del todo bueno? Dejadme decir lo siguiente; De buenas intenciones suceden cosas no tan buenas. Hay sucesos en este mundo, que no podemos comprender, y esta, es una de esas historias. Lean, e...