24-09-2015.
De alguna forma u otra, tenía que expresar todo lo que siente mi corazón.
Realmente no se qué hago escribiendo una carta a las dos de la mañana, y una carta tal vez dirigida a mi misma.
Lo primero que me atrevo a decir es; te quiero.
Sí, te quiero, y mucho.
Probablemente tú a mí no, quizá ni siquiera sientas algo más que lástima por mí,
y te fastidie tan sólo pensar que yo alguna vez volveré a escribirte.Puede que lo haga, pero no ahora. No ahora que me ha llevado tanto tiempo superar al menos 1% de ti, ya que el 99% sigue prevaleciendo en mi mente.
Es lamentable para mí, recordarte y recordarnos constantemente. Desearía con todo mi corazón, poder borrar las huellas que alguna vez dejaste marcadas en él, y que ahora no quieren borrarse.
¿Por qué tiemblo cada vez que pienso en ti? ¿Por qué lloro?
¿Por qué me siento tan extraña siempre que te recuerdo?
¿Por qué te siento tan cerca?
¿Por qué sigo detrás de ti? ¿Acaso trato de engañarme en que quizás te tendré de nuevo? Sí, quizás. Lo siento... es difícil dar marcha atrás, ¿hay que dar marcha atrás?
No puedo. Tal vez sí, pero no quiero, y ahí está el problema.
Te amo. ¿Cuándo comencé a amarte? Quizá fue cuando tu dulce voz me hablaba suave todas las madrugadas en las que deseaba escucharla.
No lo sé, no quiero pensar en ello.
A veces sólo quiero pensar que me quieres, o que por lo menos quieres quererme... aun sabiendo que alguien más atrae tu atención.
Ahora mismo deseo poder escuchar el sonido exacto de tu respiración y reconocerlo al instante. Pero qué más da... esperaré.
Estoy enamorada, perdida, divagando... ya me ves.
Te amo... ¿Quisieras tú amarme a mí?