CAPITULO 4

64 1 0
                                    

Quedé atónito luego de colgar el teléfono y decidí callar. No quería alarmar a Vivian y causarle más intriga de la que ya tenía. Estuve dos minutos tratando de carnear una excusa para darle acerca de la llamada.

-¿Frank? -¿quién llamaba? (pregunto Vivian).

-Cariño era tu padre, estaba preguntando por ti. (Respondí tartamudeando).

-pero, ¿por qué mi padre me llamaría al teléfono fijo, si él siempre me ha llamado al celular?

-Tal vez tu padre haya tenido problemas al llamar a tu celular.

-¡No! él sabe perfectamente cómo manejar su celular y Jamás me llamaría al teléfono fijo. - acaso, ¿me estas ocultando algo Frank?

-No cielo, jamás haría eso, me extraña que estés dudando de mi palabra... O, ¿no te he dado la suficiente confianza para que estés convencida de lo que te digo?

-¡No sé! respondí frunciendo el ceño. -se cuándo me dices mentiras Frank, llevo conociéndote lo suficiente como para darme cuenta de las cosas... ¡dime la verdad de una maldita vez!

- No te la diré hasta que te calmes Vivian ¡No seas testaruda!

-No puedo creer que mi novio no sea capaz de tener un poquito de respeto por mi situación (le grite mientras me dirigía a mi habitación enojada).

Entré a mi habitación y aseguré la puerta, solo escuchaba los quejidos de Frank, pero decidí que no me mortificaría, encendí mi reproductor, en eso suena "This is the part of me That you're never going to ever take away from me, no!". woow! como amo Katy Perry (lo pensé mientras la escuchaba cantar)... necesitaba una cerveza urgente y recordé la Corona que me dio papá un día que estuvo de visita en casa. Cuando me disponía a salir de la habitación escuche voces que provenían del fondo de la canción, eran voces desagradables, desaliñadas, demoniacas, mire al suelo y fije la mirada con desagrado para tratar de entender que significaba todo eso hasta que al final escuche: "MALDITA SEAS ENTRE TODAS LAS MUJERES, MALDITA, MALDITA, IRNI, IRNI" tiré el reproductor y al cabo de dos segundos quede estática, quería gritar y no podía, movía mis ojos haciendo presión, dejando salir mis venas. Mi cuerpo yacía caliente, mi corazón tenía un ritmo acelerado, mis dientes hacían presión contra ellos, hasta que por fin pude moverme. Salí de la habitación como pude y corrí hacia Frank, quien estaba a punto de irse.

-¿Que pasa ahora? (pregunta Frank, algo enojado).

-Ayúdame, ayúdame, ayúdame, ayúdame, ayúdame... irni, irni Frank, irni.

-Vivian que tienes por Dios, ¿qué te pasa?

-Irni Frank, ayúdame.

-¿IRNI VIVIAN? ¿De qué hablas? a que te refieres. Por favor cálmate ¿sí? espérame aquí, te traeré agua con azúcar.

-No Frank, no me dejes sola... quédate conmigo, no te alejes por favor, alguien me persigue, primero la puerta, luego el televisor, después la nota y ahora el ¡reproductor!

-¿Qué pasa con el reproductor Vivian?

-fue raro, como si algo malo me quisiera hacer daño, siento que me persiguen, no sé cómo explicarlo. Escuche voces hablando incoherencias, con una voz desagradable, al comienzo no entendía lo que decía, la canción que estaba escuchando se entrecortaba, pero al final escuche con más claridad, esa voz me dijo: "maldita seas entre todas las mujeres "y algo que no entendí, me repitió muchas veces "irni".

-Eso fue exactamente lo que me decías cuando saliste de la habitación y me abrazaste.

-No recuerdo haberte dicho eso.

-¿Acaso no lo recuerdas Vivian?

Quedé concentrada mirando a Frank, quien esperaba por una respuesta, mientras yo en mi desgracia pensaba si me estaba volviendo loca, sufrí un colapso mental y no supe nada de mí ese día.


La Gran MansiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora