Chikku, tu sabes que yo te adoro, verdad?
Qué quieres? No me vas a pedir algo, o si?
Bueno; si. Verás, las "cosas" como yo necesitamos... Una renovación, por decir así...
Eso qué tiene que ver conmigo?
Contigo y con tus padres.
No, ya hablamos de esto; no con mis padres...
Es la única manera, Chikku...
No! Espera, qué hay de mi?!
No puedo contigo porque tu eres la que me va a ayudar
Hey nadie dijo nada de ayudarte en algo...
Pues yo lo digo ahora; tu me vas a ayudar
No hagas esto!
No es nada... Sabes lo que es "degollar"?
N-no ...
Pues yo te enseñaré a hacerlo y tu se lo harás a tus padres, si?
No es ... Nada malo, verdad?
Un poco, pero no pasa nada, tu tranquila...
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Hace una semana, Tomoki y yo hablamos de una tal... Renovación, creo. Me pidió ayuda y yo acepté con tal de que dejara de rogar... Me tenía harta! Me hablaba 24/7!
Me enseñó a degollar con un cuchillo de carne y con un peluche, al parecer se corta en cuello y la gente muere, y yo me opuse porque no quiero que mis padres mueran, pero entonces Tomoki me dijo que lo único que el necesita es sangre, así que cuando yo los degolle, el va a traerlos a la vida de nuevo, es como... Mágico, quizá...
Me dijo también que teníamos que hacerlo en octubre 26, no sé por qué...
Bueno, faltan 3 días, y la verdad no sé cómo hacerlo, es algo raro y nuevo.
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Hoy, llegó el día...
-Tomoki?- susurré suavemente en mi cama, eran las 10:10 p.m.
-Muy bien, Chikku; ahora puedes decir lo que
te dije...
(No lo leas en voz alta)
- Intra me esse ultra voluntatem tuam fac...- Dicho esto, Tomoki se hizo presente, como si fuese un niño de verdad...
-Di lo que sigue...-me dijo posando su mano en mi frente, lo podía sentir, como si de verdad estuviera ahí!.
(No lo leas en voz alta)
- Ego cultrum sic habet corpus- Fue tan solo cuestión de terminar de pronunciar la última palabra y mis párpados se cerraron instantáneamente.
No podía decir una palabra, mi voz no salía. Era como si estuviera sentada al lado de mi cuerpo, pues lo podía ver, pero... Tenía algo peculiar...
Mis ojos secretaban un líquido carmesí, no sé si era sangre o era mi imaginación. Tenía los ojos en blanco, era una horrible vista.
-Empecemos-
Salió de mi boca una voz horrible, ronca y como con eco, era espantosa y me hizo estremecer en cuanto la oí; Qué es todo esto!?
Como no podía hablar, no podía decirle nada a Tomoki, ni a mi mamá, que estaba en la cocina esperando a papá, que estaba trabajando.
Mi cuerpo se levantó y cuidadosamente abrió la puerta, sin hacer mucho ruido, bajó las escaleras y se asomó por la puerta de la cocina con esa horrible cara, buscando a mamá.
La halló sentada en el comedor, sorprendentemente distraída, mi cuerpo retrocedió, volviendo a ocultarse tras la puerta.
