XIII.

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Me remolqué en la tierra como si de un animal se tratase, dejé caerme mientras hacía que los rayos eléctricos causados por mi misma me partieran en dos, me tomé el atrevimiento de formar remolinos y llevarme todo a mi paso, y con cada viento que salía de mi enviaba una señal de auxilio, pidiendo rescate para salvarme de toda calma que pudiera apasiguar mi locura y mi frialdad, porque siendo sincera me gusta la coraza que llevo de no ser herida aún tenga que herir a cualquiera.

Destrucción Letal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora