Mr. Galaxy ↪ w.y.f -;02

El final

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Ahora ya no la tomaba del cabello.
Ahora sólo lo tomaba para trenzarlo.

Ya no la llamaba fea.
Ahora la llamaba linda.

Ya no la llamaba por teléfono.
Todo lo que le tenía que decir se lo decía cara a cara.

Te preguntarás "¿que pasó?"

Simple, Yi Fan estuvo semanas y semanas pidiéndole perdón, pero como Julie es muy orgullosa, -enserio, mucho- se resistió demasiado, pero al final accedió a perdonarlo.

¿Y con Suho y EXO?

Suho pidió perdón a todas las personas que había molestado. Más a Julie y volvió a aceptar a Yi Fan como miembro de EXO, y todos se alegraron e hicieron una gran fiesta.
Gracias a Hae Im, su novia, a la que tanto ama, que cuando se enteró de lo que su novio hacía estaba a punto de romper con el.

¿Quieres saber como término todo?
¿Si? Entonces sigue leyendo.

Cuatro semanas después de la broma.

Hoy era la graduación de los chicos de séptimo, realmente no quería ir, y no es por que me sintiera avergonzado de lo de hace un mes, sólo no tenía ganas.

–no me importa que no quieras ir tienes que hacerlo –mi madre me acomodo la toga y accedí a subirme al coche.

Llegamos, la escuela estaba decorada totalmente de azul.

Bajamos del coche y luego de media hora la ceremonia comenzó.
El director nos llamo a cada uno para recibir nuestro reconocimiento, a pesar de que era un chico malo, era bueno en los estudios.

–estoy orgullosa de ti –a mamá se le salieron las lágrimas. Papá tomaba fotos de cada momento y cuando regreso del baño supe que también había llorado. Claro, yo era el único hijo.

Después llego la noche y aún seguíamos en la institución. Fui a recordar viejos tiempos. Donde conocí a Julie, en la cafetería.

¿Dónde esta? No la he visto.
Fui a la biblioteca que siempre ha estado solitaria, no había nadie así que aproveche a entrar.

Saque mi teléfono y puse canciones aleatorias, Yellow de Coldplay se escucho.

Escuche la puerta abrirse, yo, que estaba sentado en el suelo voltee.

Ahí estaba ella. Julie. La mire quitándose la toga y masajeando su cuello.

Me miro y se acercó a mi. Yo tampoco llevaba la toga puesta.

–¿puedo sentarme? –pregunto, asentí frenéticamente.
Se bajó a mi altura y tomó mi mano donde estaba la bocina de mi celular.
–Coldplay es mi banda favorita. –dijo con una pequeña sonrisa.

–valla, tenemos algo en común, también es la mía. –sonreí y ella me correspondió.

Posó su cabeza en mi hombro.

–lo que hiciste hace unas semanas fue vergonzoso. Pero muy lindo. Nadie había hecho algo así por mi.

–¿eso quiere decir que me perdonas? –pregunte entusiasmado.

–sip. –cerró los ojos.
Sonreí hasta que mis mejillas comenzaron a doler y también cerré los ojos.

Y así nos quedamos, a la luz de una lámpara tenue, escuchando canciones de Coldplay; tirados en la biblioteca, toda la noche.

¿Acaso no es un buen final para un mal chico? Si, claro que sí.

Fin.