Capítulo 2: El Ente.

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   La fiesta se había salido de control, la música hacía que me dolieran los tímpanos, el fuerte olor a drogas corrompía mi nariz, la gran mayoría de los que estaban allí se les notaba a kilómetros que estaban o ebrios o drogados. Fui en busca de algo de comida, cuándo sentí una premonición, algo malo estaba pasando en el santuario, y si es lo que creo, entonces era realmente malo. Comencé a moverme entre la gente para ver que ocurría, cuando, literalmente, el suelo explotó generando una nube de astillas y cenizas, junto a un gran agujero que se mostró en el piso.

Todos estaban inmóviles observando la escena que se había producido. Me abrí paso entre la gente para poder llegar al agujero, asomé mi cabeza, cuando una mano momificada me sujeto de la cabeza y me tiró al interior del hueco.

Jamás creí volver a encontrarme ese rostro tan lindo― dijo en otro idioma ― Una lástima tener que destruirlo― se rió estruendosamente.

Aunque lo consiguieran el mío siempre será más bonito que el tuyo― dije con una sonrisa.

Ya verás... ¡Maldito insolente!― gritó con desdén.

Salió de entre las sombras y se abalanzó contra mí con toda su fuerza, lo esquivé, este volvió a esconderse en la oscuridad, me acechaba, podía escuchar como las maderas crujían bajo sus pies. Esperé el momento del ataque, apenas lo hiso salí corriendo hacia el pequeño mueble que había en una esquina, lo empuje, allí atrás había un compartimiento secreto del cual saqué una daga. Comencé a hacerla girar sobre mi mano y esperé a que se me presentara una oportunidad para atacarlo, vi un movimiento, me dirigí ahí, cuando sentí que me caí bruscamente, me agarró fuertemente de los brazos.

Sigues siendo pésimo con las armas de corta distancia― dijo antes de pegarme un puñetazo en el rostro. Comencé a forcejear para que me liberara, mientras intentaba mantener fuerza en los brazos le pegué una patada en el pecho y me solté de su agarre. Empecé a tirar golpes bajos, me sujeto del pie y me tiró contra la pared, sentí como mis huesos crujieron. Me levante penosamente, podía escuchar sus carcajadas, cuando pensé que volvería a golpearme... el simplemente se trepó por las paredes y desapareció por hoyo.

¡maldición! -.pensé, fantástico.- como demonios saldré de aquí?.-observe el hoyo, necesitaba una manera de salir de aquí rápido o las cosas empeorarían, mire las paredes y encontré una fractura, lo suficiente mente profunda como para ver un pasillo del otro lado, sujete con fuerza la espada y comencé a romper la pared de madera, no fue muy difícil deshacerme de esta, en el pasillo principal para ir a sótano, si seguí hacia el santuario, esa era las única escalera disponibles para subir.

Al llegar al santuario, me encontré con la imagen de un cuerpo, solo piel y hueso, al subir la escaleras, comencé a pensar ¿Cómo alguien pudo haber entrado al santuario? o mejor liberarlo.
Continúe hasta el pasadizo que conecta la casa con el santuario, me encontré más y más de esos cuerpos momificados, era una ecena asquerosa. No debía mirar los cuerpos, mi estómago no lo resistiría, vomitar en ésta situación es lo último que me falta, me dije mentalmente. En el living no había nada más que muebles destruidos y esos cadáveres. En la cocina, las ventanas habían sido destruidas, posiblemente en un intento desesperado de escapar. Básicamente la casa estaba destruida y tendría trabajo para un largo rato deshaciendome de los cuerpos y ocultando todo el desastre.

Cuando se enteré de ésto, mi peor de los temores ni iba a ser ese maldito .-Dí un largo suspiro.

¡Pyrixeis Amanius!-. Grité, y prendí fuego los cadáveres cercanos, el humo negro que producían los cuerpos quemándose comenzó a oscurecer el lugar.

Tenía que encontrar las fuentes del desastre, y mis instintos decían que estaba relacionado con la momia del santuario ¿Pero qué demonios?, ¡Era más que obvio que debió ser algún curioso!

Fui a algunas habitaciones de la casa, en busca de libros, tiza y sal, no tardé mucho en encontrarlo. Una vez que tuve estos objetos conmigo, me dirigí hacia abajo, más específicamente, al santuario. Una vez allí... comencé a prepararlo, al cabo de veinticinco minutos terminé. Coloqué el cuerpo, sin mirarlo, adentro. Y empecé a recitar las oraciones. Comenzó a salir humo dorado, y podía sentirse el olor a amoníaco.

— ¿A qué se debe tu particular interés por ese cadáver?— me exalté al escuchar esa voz dura y seca desde una esquina en las sombras, desconcentrándome. Los símbolos se tornaron negros, la sal púrpura dando a entender que se había estropeado. No pude evitar bufar molesto-

— La idea de tener una novia tan fea no me convence— dije con notable sarcasmo, él levanto una ceja en señal de respuesta.

— Escupe la verdad de una maldita vez— dijo en un tono claramente seco.

— Eso intento averiguar— lo miré desafiante.

— Al menos usa un ritual decente, ¿Qué eres, un mago de la época medieval?— dijo en tono evidentemente sarcástico.

— ¡Oh! ¡Por favor instrúyeme! ¡Mis conocimientos son demasiado precarios!— expresé dramáticamente mientras movía mis manos de forma exagerada, él no pudo evitar rodar los ojos.

Bufó sonoramente, pronunció palabras rápidamente, de repente las sombras a nuestro alrededor fueron tomando forma de personas y comenzaron a mostrar lo realizado en la última hora.

— Así que la pequeña niña, se aventuró y lo liberó pero ¿Dónde estabas tú? — pronuncio con notable cambio de tono de voz.

Le lance una mirada de odio, más le vale que se cuide la espalda porque un día de estos le clavare un puñal. Al imaginar la escena no pude evitar sonreír casi de manera involuntaria.

—Saca esa sonrisa babosa de una vez y has el trabajo, no pienso esperarte ni un minuto más—Escupió sarnosamente.

A regaña dientes lo obedecí. Fui a la bóveda cerrada, a inspeccionar, pero cuando llegué a las puertas, me percaté de que estás estaban quemadas y derretidas, además de que podían verse en ellas arañazos y un raro fluido gelatinoso que no quería tocar. Una vez dentro, empecé a hacer un conteo de los artículos, maldije por lo bajo al notar que faltaba uno particularmente especial.

— ¡Hijo de Perra!— escupí con odio.

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⏰ Última actualización: Mar 10, 2016 ⏰

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"Curse: The Sacred Scepter" (ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora