Prólogo: Entre el Callejón y la Espada.

23 1 0
                                    

Serian las cuatro de la madruga, hace una hora había roto con mi novio, cosa que fue mala idea pues pude haber esperado hasta mañana para hacerlo, gracias a mi genial idea de romper con Ian, quien me había llevado a la fiesta y no llevar dinero para un taxi, ahora me encontraba sola caminando entre callejones oscuros y muerta de frio ¿Alguna vez deseaste un auto? pues yo sí y es ahora mismo, si tuviese uno no tendría que estar aquí , congelada y con los pies adoloridos de caminar. Mientras me quejaba en silencio, comencé a percibir que unas sombras a lo lejos... venían siguiéndome, no pueden ser secuestradores son. . . son. . . solo. . . maldita sea ¿A quién quiero engañar? ¡Son secuestradores! sentí un escalofrió en mi cuerpo, y no lo pude evitar, debía huir de allí, salí corriendo a donde me llevara el viento y para empeorar la situación, ¡ellos también se pusieron a correr! intente acelerar mis pasos pero una figura adelante mío con un cuchillo me hizo doblar al callejón, las piernas me temblaban del miedo, comencé a disminuir la marcha, me estaba cansando, mire hacia ambos lados, habían unas cajas tiradas adelante, tal vez con un poco de suerte no me verían, con el corazón en la boca, me escondí detrás de estas, y tapando mi nariz rece porque no me encontraran, que alguien llegara, que solo fuera una maldita broma. Escuche unos pasos cada vez más fuertes... se estaban acercando y mis piernas ya me dolían de estar temblando y corriendo.

- Oye lindura ¿donde estas? Vamos... sal de donde te escondas ¿por qué no me lo pones más fácil? -pude escuchar risas mientras decían cada palabra y podía imaginar sus grandes sonrisas, no... no debía pensar en eso, tenía que buscar algo... una salida, ¡algo que me ayudara! Mire hacia ambos lados, a duras penas conseguía ver un objeto que parecía un palo, me centre en calmar mi respiración, respire profundo y salí de mi escondite, rápidamente agarre el palo y me di vuelta para pegarle al sujeto... pero fue todo lo contrario, solo quedaba el cadáver de lo que yo juzgaría una persona de 30 o más, con su costillar abierto, dejando una clara vista de su interior, el palo calló de mis manos, no pude soportar eso, vomite, mi cuerpo no reaccionaba, quise gritar pero solo pude limitarme a temblar y observar el cadáver, deseaba desmallarme ya, a si no poder contemplar mas aquella escena. Escuche un silbido detrás mío, era largo y suave, el asesino seguía aquí, sentí como tocó mi espalda con sus fríos dedos hasta llegar a mi mandíbula, recorriendo mi espina dorsal, cerré mis ojos al sentir su respiración en mío oído y espere lo peor.

Espere unos segundos pero nada sucedió, saque el poco coraje que todavía tenía y abrí mis ojos, todo había desaparecido, el cadáver, la sangre, todo menos una nota, que tenía una letra elegante y prolija.

"Siéntete afortunada linda, un día más viva, pero lamentablemente estabas en el lugar incorrecto en el tiempo equivocado, pero no te preocupes, todavía tienes una larga vida mortal en la que puedes cometer errores."

Guarde la nota en mi bolsillo y salí corriendo cuanto antes, no quería seguir allí, necesitaba volver a casa, despejar mi mente e intentar olvidarlo todo.


"Curse: The Sacred Scepter" (ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora