El Capricho De Makoto

Jamás hasta ahora le había sucedido algo como esto. Quería -y en serio quería- tener sexo con su novio. No era cosa del otro mundo, para nada, excepto que fueras Tachibana Makoto, el chico más tímido de todo Iwatobi, y quizá de todo Japón.

Bueno...un poco exagerado, pero en verdad así se sentía. De sólo pensar en decirle que quería que le dé -y no consejos- las mejillas se le ponían rojas y el corazón le latía a mil.

Vergonzoso, vergonzoso, vergonzoso.

Sin embargo se le hacia más fácil pensar en hacerle alguna provocación y esperar a que él tome la iniciativa, después de todo el que comenzaba siempre era Sousuke.

Suspiró y levantándose en la cama decidió llamarlo. Había estado parte de la tarde pensando en esto y algo dentro suyo le decía que no tenía que quedarse con las ganas, porque así como Sousuke le decía directamente "hagámoslo" cuando lo deseaba y lo hacían, él también podía hacer lo mismo.

Aprovecharía que sus padres y hermanos no estaban, y no volverían hasta la tarde del día siguiente, así que tendrían la casa para ellos.

Makoto marcó decidido, suponiendo que podría decirle a Sousuke "ven papacito y hazme tuyo las veces que tengas ganas", pero cuando sintió el tono en su oído se asustó de nuevo y pensó que aquello dicho de él no lo escuchaba ni en su mente.

Sousuke atendió.

-¿So-Sousuke? -Makoto tragó saliva (y eso que no le dijo nada y ni lo tenía al frente).

-Si...¿quién más?- Sousuke lanzó una risita. Por la modorra con la que hablaba seguro había salido de sus clases de la tarde y se había acostado a dormir. Los viernes siempre dormía siesta para reponerse un poco de la semana.

-No sé... Rin podría contestar alguna vez.

-Sabes que si toca mi móvil lo mato... ¿Cómo estás amor? -Makoto se sonrojó. Cuando Sousuke lo llamaba con maneras cariñosas se ponía nervioso.

-Bi-bien... Que-quiero saber...si quieres venir a mi casa, estaré solo hasta mañana...así que podrías v-venir y quedarte...- las palabras apenas le salían, la boca se le secaba, todo eso le provocaba Sousuke a pesar de llevar más de cuatro meses saliendo.

-Mmm...suena bien- su voz... Siempre tan segura. Makoto sonrió emocionado, seguro a Sousuke se le habían despertado las mismas ganas que a él.- le preguntaré a Rin si quiere acompañarme, podemos llevar una película.

-¿Eh? ¿Rin?- ¡Queeeeeeeé!?

-¿Qué pasa? ¿No quieres que vaya? -Makoto empezó a balbucear. ¡No! ¡Él quería que estuvieran solos! ¿Qué haría Rin ahí? Pero bueno...Makoto no podía negarse a nada.

-No quise decir eso... Claro que quiero que venga... Es...sólo que...bueno...no hay en casa como para que cenemos 3. -mintió.- Y como llueve bastante no creo poder salir a comprar.- Makoto se acercó a la ventana y levantó la cortina, la tormenta había durado desde temprano en la tarde, y no había disminuido demasiado.

-Por eso no te preocupes, nosotros llevamos algo. Te amo.

-Y yo...- Makoto colgó y lanzó un suspiro.

¡Qué diablos! ¿En qué pensaba Sousuke? O mejor dicho... ¿En qué pensaba él cuando le dijo que sí? ¿No estaba dispuesto acaso a decirle de una cuánto quería tenerlo en su cama, haciendo el amor hasta entrada la mañana?

De nuevo se sentía abochornado. Ni pensar en ello podía sin sentir nervios, ¿cómo haría para decirle eso a Sou?

Por lo pronto sería mejor acomodar la sala, vaya suerte. Cuando estuvo allí el timbre sonó.