Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico
lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí,
que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas.
¿Para qué necesitas más milagros?
¿Para qué tantas explicaciones?
No me busques afuera, no me encontrarás.
Búscame dentro... ahí estoy, latiendo en ti.