LA ISLA DE LOS NIÑOS

3 . Fuego

_Marc... Despierta ya...

De golpe abrí los ojos y vi a Peter a mi lado, ya estaban todos despiertos, había un gran sol ocupando todo el cielo.

Todos los demás ya se habían levantado, y estaban subiendo materiales para terminar esa pequeña vivienda, pero Noelia, y Cristina, se habían quedado abajo, estaban al lado del estanque, intentando hacer fuego con 2 piedras, y hierbas secas, porque ellas, y todos los demás, estábamos ya un poco hartos de comer siempre lo mismo(cocos).

Me levanté, bajé a beber agua y luego fuí a la playa a buscar si había algo útil, que ya hubiese llegado a la playa.

Cuando llegué a la playa, no pude creerme lo que acababan de ver mis ojos, estaba allí, tirado al borde de la playa como si nada, era el cuerpo de mi tío. Comencé a correr hacía el refugio, entre lágrimas otra vez. Una vez llegué al refugio, les conté todo lo que había visto, me consolaron y fuimos a la playa a buscar el cuerpo.

Una vez llegamos a la playa, encontramos el cuerpo de mi tío en la arena. Peter preguntó que es lo que haríamos con él, y empezamos a discutirlo. Pasados unos 7 minutos, Oscar tubo la brillante idea de enterrarlo debajo de la cabaña, y a todos nos pareció bien. Juan, Szymon, Iván, y Maria, consiguieron llevar el cuerpo hasta la cabaña. Una vez ahí, todos comenzamos a cavar, y luego pusimos el cuerpo dentro y lo volvimos a enterrar. Yo cogí una caña, la partí por la mitad, y la clavé en forma de cruz para saber que ahí estaba mi tío.

Llegó el mediodía y decidimos ir a cazar algún animal para comer. Juan, Szymom, Oscar, Iván y Peter, se hicieron una lanza con un palo, y una piedra puntiaguda, mientras que Maria, Susana, Noelia, Cristina y yo seguíamos intentando hacer fuego para cocinar la víctima de la caza.

Juan, Szymon, Oscar, Iván y Peter se fueron de la zona del refugio, y pusieron rumbo hacia la montaña.

Nosotros, empezamos a buscar hierba seca por los alrededores, y dos piedras para crear una chispa de fuego con la fricción. Una vez teníamos la hierba, cogimos las dos piedras y empezamos a frotarlas y frotarlas. Pasaron minutos y minutos, pero no salió ni una chispa, y teníamos que conseguir fuego para cocinar el animal que estaban intentando cazar. Noelia, Susana y Maria se quedaron ahí pensando como hacer fuego, mientras que Cristina y yo subimos al refugio y nos pusimos a hablar.

Marc: Crees que vendrán a buscarnos? Crees que alguien más vendrá a esta isla?

Cristina: Claro que si! No se tu... Pero yo no me quedaré eternamente en esta isla.

Marc: Pues yo creo que no, nadie vendrá a esta isla nunca.

Cristina: cuando tengamos fuego es posible que algún barco, o avión de la zona vea el humo y nos rescate... Una vez escuché por las noticias que en la cocina de un barco hubo un accidente, y la madera se empezó a quemar, pero gracias a...

Marc: Que has dicho?!?!

Cristina: Que hubo un accidente y la madera se quemó...

En ese momento me vino a la cabeza. Madera! Lo que necesitábamos era madera!! Bajé del refugio corriendo y cogí dos palos que encontré en el suelo, y me fui corriendo al montón de hierba seca que habíamos hecho. Empecé a frotar el palo con mis manos tan rápido como pude, y allí estaba, salió una chispa de fuego y se fue expandiendo hasta tener una hoguera.

Pocos minutos más tarde llegaron los demás, y habían cazado un jabalí. No se como llegaron a cazarlo, solo sé que lo cazaron, le quitamos todo el pelaje, y lo cocinamos con la hoguera. Ese día comimos muy a gusto.