Capítulo 1. [EDITADO]

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Solo es una entrevista de trabajo. No creo que lo voy a conseguir, básicamente porque apenas tengo experiencia, que eso siempre ayuda. Pero pese a eso, solo quiero respirar un aire nuevo. Cambiar de aires, como se suele decir. Un lugar con terreno desconocido. ¿Me explico? Solo quiero sentirme libre de presiones durante unos días.

Desde que mi padre nos abandonó, todo es más tenso. Mi madre lo echa de menos, lo necesita. Necesitaba irme. No la abandonaba estando mal. Al contrario, ella estaba bien, incluso mejor físicamente. Ahora sale más con sus amigas. Se está dando una nueva oportunidad a sí misma, aunque en el fondo esté algo sola, que la comprendo, porque yo también lo estoy. Ella se está dando otra oportunidad, ¿por qué no darmela yo? Pero aquí no puedo seguir, no.

Así que estoy en la estación de tren, camino a Nueva York. La entrevista es para dar clase en un colegio privado. Siempre quise dar clase, desde pequeña. Era mi sueño desde niña. Aunque cuando era una cría, no me imaginaba que sería en otro estado. Siempre quise vivir aquí por el resto de mi vida. Es gracioso como pueden llegar a cambiar tanto las cosas desde que las imaginamos cuando somos pequeños, hasta ahora, que las vivimos en vivo y en directo. Pero, tampoco era un propósito que mi padre se marchara, mas lo hizo. Necesitaba un cambio, decidido.

— Pasajeros con rumbo a la estación: Grand Central Terminal, diríjanse a su respectivo anden, el tren llegará en 5 minutos.

Mi hora ha llegado, me despedí de mi madre entre sollozos, besos y abrazos y subí al tren, sin pensarlo. Solo deseaba llegar cuanto antes.

Estaba situada enfrente a un chico, bastante atractivo. Me encontraba mirando hacía la ventana, cuando gire mi cabeza en dirección al chico, al cual lo pille mirándome, yo aparté la mirada de inmediato, pero pude observar que él no. Nerviosa, me crucé de brazos y continúe observando la ventana sin dejar de notar la mirada del chico sobre mí. Aún me quedaban unas cuantas horas.

— Perdona, no pude evitar observarte ¿le pasa algo? - ese chico de ojos azules interrumpió mi pensamiento.

— No, estoy bien. Las despedidas. —me expliqué con una leve sonrisa.

— ¿Estás segura? Es tu oportunidad de desahogarte, soy un recién licenciado en psicología. — precedió con un cascarreo de garganta.

— Oh vaya, felicidades. — me reí. — Pero no, muchas gracias. 
Estoy bien.

— Está bien, me presento. Soy Jack Walker, psicólogo como bien dije y tengo 25 años. Regreso a casa después de una larga temporada, por fin. — hizo un parón, sólo lo observé y esperé. — Mi padre tiene cáncer, tengo que cuidarlo, no estoy preparado... me apartó por mis tendencias homosexuales y ahora que mi hermano no está amenudo, me veo obligado a cuidarlo. — lo había notado, pero la homosexualidad nunca había sido un problema para mí. — Es mi padre, siento que debo hacerlo. — Una lágrima resbalaba por su cara y aunque conocía poco al chico, desprendía confianza. Me senté a su lado y lo abracé.

— Lo siento...yo... - no sabía que decir ni que hacer.

— ¡Tu turno! — al momento ya presentaba una fina sonrisa.

— Allá voy. — le sonreí. —Soy Christina Smith. Me dirijo a Nueva York por una entrevista de trabajo, para poder trabajar en un instituto como profesora. Sé que no voy conseguir el trabajo, es muy difícil sin apenas tener experiencia y menos en un instituto privado, pero necesitaba salir de mi casa. — le expliqué.— Desde que mi padre nos abandonó, mi madre ha decidido cambiar y yo también. Y aquí me ves.

— ¿Qué vida más difícil, Chris? — suspira y sonríe.

— Ya te digo. — Era extraño, pero este desconocido me había desprendido más confianza que muchas personas a lo largo de los años.

EL MILITAR. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora