Esas noches, de cuando era pequeña, en las que mi padre me cogía en brazos y me contaba ese cuento que tanto me gustaba y me ponía feliz cuando, en realidad, estaba triste porque mi madre trabajaba por las noches y la echaba de menos. Ese cuento de princesas y príncipes, después de lanzarle un beso a mi madre por la ventana y tomarme un baso de leche caliente. Ese cuento que cada vez que estaba terminándose preguntaba algo y hacía que mi padre tuviera que darle vueltas a la cabeza para responder a esa pregunta, aunque lo único que quería era irse a dormir. Pero siempre lo hacía, siempre contestaba a todas esas preguntas que hacían que una historia típica y repetitiva, se convirtiera en una nueva todas las noches. Esas noches en las que echas infinitamente de menos esos momentos y solo quieres que te abracen y te cuenten un cuento de príncipes y princesas con final feliz.
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Midnight thoughts
No FicciónPuede que te sientas identificado con lo que escribo, puede que no, pero me da igual. Esto no lo escribo para nadie, lo hago para mi y para poder desahogarme de alguna forma, por fin.