Capítulo 8: Un muy hermoso loco

38 3 0
                                    


- Se mi esposa

Analizo mí alrededor, no puede ser una cámara escondida.

Lo vuelvo a ver y está arrodillado frente a mí pidiéndome...

- Que dijiste - le pregunto intentando sonar calmada.

- Te acabo de pedir que te cases conmigo - Me dice tranquilamente mientras se levanta del suelo.

- Disculpe, usted toma pastillas?, necesitamos ir a buscarlas, o quizás no las trajo, permítame un momento - tomo mi celular - y vuelvo a mirarle - dígame el nombre. - le exijo.

- No tomo pastillas, y soy muy serio con mi proposición, te daré todo lo que desees, puedo pagar tu universidad y te daré a tus amados gemelos.

Universidad y gemelos eso no suena mal, pero como él sabe eso.

- Me ha investigado - le grito con odio.

- Sip, desde que tome interés en ti, es el deber de todo marido conocer todo de su esposa - dice sonriendo.

- Esta usted loco, yo no soy su esposa Señor Harlekin - le digo bajando el tono de mi voz.

- Puedes llamarme Saúl o Harl, o como quieras, solo no agregues señor.

- Sabe Usted qué edad tengo, no, no ese no es el problema y no he aceptado nada y no soy nada de usted y es un crimen violar mi privacidad.

- Créeme que tu privacidad no es lo único que violare. - dice guiñándome un ojo, sonriendo maquiavélicamente y acercándose peligrosamente.

Un arma, una arma, pienso mientras retrocedo y siento el café, pero tirarle un café caliente sería muy malvado de mi parte, incluso puedo quemarle ese hermoso rostro y eso sería una injusticia de la vida.

Comienzo a tirarle los sándwiches, que están en el plato y terminan en su camisa, pero se me acabaron.

- Aléjate te lo advierto - le grito.

- Claro que no cariño.

Tengo el plato en la mano, una fea cicatriz en el pie no sería una injusticia, y le tiro el plato, pero mi maldita puntería falla en los peores momentos.

- Eso fue peligroso - susurra mientras me arrincona contra la mesa - también sé que no has obtenido tu primer beso - toca mis labios - ni aquí - pone su mano sobre mi pierna y sube lentamente - ni aquí susurra contra mis labios.

Una ola de miedo y vergüenza se apoderaron de mí ser y bruscamente moví mi brazo que tira el café y quema mis manos. Hago una expresión de dolor y su rostro cambia de diablillo a un angelito que muestra preocupación, toma mis manos y deja pequeños besitos susurrando una canción.

Una canción? Qué extraño y le miro, el rápidamente se pone tan rojo como un tomate, parece darse cuenta que cantaba y suelta mis manos que por suerte solo se rozó con el café y no estaba muy caliente.

- Cásate conmigo por favor - esta vez lo dice como una súplica y con sus ojos rogándome.

- Porque?, porque?

- Porque - intenta decir con tristeza pero se recompone rápidamente y me mira con firmeza - debes ser tú, porque te ves como una mujer controlable.

- ACABAS DE DECIRME CONTROLABLE - le grito exasperada.

- Si, así te ves.

- Eres un maldito, ya verás lo controlable que soy - y me le tiro encima, quedando sobre el e intentando golpearle, patearle y hasta morderlo.

Tock...Tock...

- Buenas Tardes Sr. Harlekin, me permite un momento.

Y esa es la voz de mi jefe, el Sr. Ricardo.

- Maldición - digo, y en ese momento el me hace rodar a su lado para quedar sobre mí, sosteniéndome fuertemente.

- Un momento - grita él y me mira- Bien me saliste salvaje, pero vamos a ponerlo de esta forma, Sé que quieres tener gemelos y no me importa, Sé que estudias pero no te alcanza el dinero, mirando la escenita de antes y la posición en la que estamos, incluyendo tu rudo trato hacia mi desde el comienzo, es 99.9% seguro que te despidan y yo puedo multiplicar ese porcentaje a mil. Si no estudias no serás nada y esa es la carrera quieres, entonces, yo te propongo que te cases conmigo y no serás despedida, tendrás unos preciosos gemelos míos.

- Y que ganas con esto - pregunto.

- Una sumisa esposa y tu destino.

_ Señor Harlekin, soy yo Ricardo.

- Ok, tus ganas, solo tengo dos condiciones - le digo.

- Cuáles son, princesa mía?

- Yo tendré total autoridad de los niños, y... yo elegiré mi vestido.

- Es un trato, vamos a sellarlo.

Mi latidos se aceleran, mi pulso incrementa, mis cuerpo se estremece constantemente, la puerta sigue sonando sus ojos me atraviesan y mis labios ya no son míos.

Hola, y asi es como se propone matrimonio, jajajajja.

Han visto que Harlekin es un poco Bipolar, el cappuccino sigue siendo cappuccino pero esta vez le llamo café, entiendan a Danet, estaba un poco o muy confundida con la situación.

Este si es el verdadero inicio del intenso romance conflictivo y matrimonial extraño.

Comenten si les ha gustado esta parte.

Besos muchos de diferentes tamaños y colores.

={>{?Yu



Mi destino, lo elijo Yo!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora