- Se mi esposa
Analizo mí alrededor, no puede ser una cámara escondida.
Lo vuelvo a ver y está arrodillado frente a mí pidiéndome...
- Que dijiste - le pregunto intentando sonar calmada.
- Te acabo de pedir que te cases conmigo - Me dice tranquilamente mientras se levanta del suelo.
- Disculpe, usted toma pastillas?, necesitamos ir a buscarlas, o quizás no las trajo, permítame un momento - tomo mi celular - y vuelvo a mirarle - dígame el nombre. - le exijo.
- No tomo pastillas, y soy muy serio con mi proposición, te daré todo lo que desees, puedo pagar tu universidad y te daré a tus amados gemelos.
Universidad y gemelos eso no suena mal, pero como él sabe eso.
- Me ha investigado - le grito con odio.
- Sip, desde que tome interés en ti, es el deber de todo marido conocer todo de su esposa - dice sonriendo.
- Esta usted loco, yo no soy su esposa Señor Harlekin - le digo bajando el tono de mi voz.
- Puedes llamarme Saúl o Harl, o como quieras, solo no agregues señor.
- Sabe Usted qué edad tengo, no, no ese no es el problema y no he aceptado nada y no soy nada de usted y es un crimen violar mi privacidad.
- Créeme que tu privacidad no es lo único que violare. - dice guiñándome un ojo, sonriendo maquiavélicamente y acercándose peligrosamente.
Un arma, una arma, pienso mientras retrocedo y siento el café, pero tirarle un café caliente sería muy malvado de mi parte, incluso puedo quemarle ese hermoso rostro y eso sería una injusticia de la vida.
Comienzo a tirarle los sándwiches, que están en el plato y terminan en su camisa, pero se me acabaron.
- Aléjate te lo advierto - le grito.
- Claro que no cariño.
Tengo el plato en la mano, una fea cicatriz en el pie no sería una injusticia, y le tiro el plato, pero mi maldita puntería falla en los peores momentos.
- Eso fue peligroso - susurra mientras me arrincona contra la mesa - también sé que no has obtenido tu primer beso - toca mis labios - ni aquí - pone su mano sobre mi pierna y sube lentamente - ni aquí susurra contra mis labios.
Una ola de miedo y vergüenza se apoderaron de mí ser y bruscamente moví mi brazo que tira el café y quema mis manos. Hago una expresión de dolor y su rostro cambia de diablillo a un angelito que muestra preocupación, toma mis manos y deja pequeños besitos susurrando una canción.
Una canción? Qué extraño y le miro, el rápidamente se pone tan rojo como un tomate, parece darse cuenta que cantaba y suelta mis manos que por suerte solo se rozó con el café y no estaba muy caliente.
- Cásate conmigo por favor - esta vez lo dice como una súplica y con sus ojos rogándome.
- Porque?, porque?
- Porque - intenta decir con tristeza pero se recompone rápidamente y me mira con firmeza - debes ser tú, porque te ves como una mujer controlable.
- ACABAS DE DECIRME CONTROLABLE - le grito exasperada.
- Si, así te ves.
- Eres un maldito, ya verás lo controlable que soy - y me le tiro encima, quedando sobre el e intentando golpearle, patearle y hasta morderlo.
Tock...Tock...
- Buenas Tardes Sr. Harlekin, me permite un momento.
Y esa es la voz de mi jefe, el Sr. Ricardo.
- Maldición - digo, y en ese momento el me hace rodar a su lado para quedar sobre mí, sosteniéndome fuertemente.
- Un momento - grita él y me mira- Bien me saliste salvaje, pero vamos a ponerlo de esta forma, Sé que quieres tener gemelos y no me importa, Sé que estudias pero no te alcanza el dinero, mirando la escenita de antes y la posición en la que estamos, incluyendo tu rudo trato hacia mi desde el comienzo, es 99.9% seguro que te despidan y yo puedo multiplicar ese porcentaje a mil. Si no estudias no serás nada y esa es la carrera quieres, entonces, yo te propongo que te cases conmigo y no serás despedida, tendrás unos preciosos gemelos míos.
- Y que ganas con esto - pregunto.
- Una sumisa esposa y tu destino.
_ Señor Harlekin, soy yo Ricardo.
- Ok, tus ganas, solo tengo dos condiciones - le digo.
- Cuáles son, princesa mía?
- Yo tendré total autoridad de los niños, y... yo elegiré mi vestido.
- Es un trato, vamos a sellarlo.
Mi latidos se aceleran, mi pulso incrementa, mis cuerpo se estremece constantemente, la puerta sigue sonando sus ojos me atraviesan y mis labios ya no son míos.
Hola, y asi es como se propone matrimonio, jajajajja.
Han visto que Harlekin es un poco Bipolar, el cappuccino sigue siendo cappuccino pero esta vez le llamo café, entiendan a Danet, estaba un poco o muy confundida con la situación.
Este si es el verdadero inicio del intenso romance conflictivo y matrimonial extraño.
Comenten si les ha gustado esta parte.
Besos muchos de diferentes tamaños y colores.
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Mi destino, lo elijo Yo!!!
Novela JuvenilEl = Egocentrico. Yo = me vale. El = manipulador. Yo = lo soy mas. El = un idiota. Yo = soy yo. El = necesita una esposa. Yo = soy su respuesta, una mala respuesta. El = ambiguo, idiota, medieval, tarado, machista.... Yo = me vale lo que sea... En f...