¿Sentimientos encontrados? (Jaidefinichon)

El Diagnóstico...

Jaime-

-Doctor: Tengo noticias, una buena y otra mala.

Cuando dijo eso quedé helado, solo esperaba escuchar que el Nico estaba bien...

-Macarena: ¿Y qué espera para decirlas? ¡Sólo dígalo!

-Doctor: Está bien, primero la buena... Nicolás está vivo, la operación funcionó bien, pudimos reparar el daño que sufrió su páncreas y lo demás...

-Yo: *Suspiré* ¡Qué alivio!

-Doctor: Pero, hay noticias que lamentablemente no son muy buenas...

De verdad que esta parte no la quería escuchar, solo quería quedarme con la idea de que el Nico estaba bien, y que se iba a recuperar luego y podríamos seguir felices con nuestra vida juntos, de verdad necesito oír esas palabras...

-Doctor: *Suspira* Bueno, luego de la operación, Nicolás entró en un estado de coma, y sinceramente no vemos posible de que despierte luego...

¿¡QUÉ?! ¿EN ESTADO DE COMA? E-espera... no, no, no... esto no puede estar pasando...

Derrepente empecé a sentir como que mis piernas se doblaban solas, sentí un frío en la espalda, estaba blanco y mis manos temblaban... lo último que recuerdo de ese momento es que vi al Edgar y la vista se me nubló, luego de eso no recuerdo nada...

Edgar-

Cuando llegó el Doctor, estábamos todos muy nerviosos, los papás del Nico, la Macarena y sobretodo el Jaime. El Doctor nos dijo que el Nico logró salvarse, ¡que alivio csm! de verdad llegué a pensar lo peor... pero, no puedo creer que ahora esté en estado de coma, o sea mi mejor amigo Nicolás, está durmiendo y no sabemos cuando despertará, ¿quién sabe si pasan semanas, meses o incluso años? esta es la peor noticia de todas...

Cuando el doctor dijo eso, el Jaime entró como en un shock, sus piernas se empezaron a doblar y de pronto quedó pálido, empezó a desvanecerse y yo lo agarré para que no cayera al piso, traté de apoyarlo en los asientos mientras asimilaba la situación...

La madre de Nicolás comenzaró a llorar desconsolada, mientras que su padre no dejaba de culparse por todo lo sucedido...

Macarena por su parte solo llevó sus manos a la cabeza y se sentó en el asiento shockeada, mirando un punto fijo.

Nadie podía creer lo que estaba pasando, yo cuando escuché la noticia quedé realmente angustiado, incluso también me puse a temblar, pero debí atender al Jaime porque era notorio que estaba muchísimo peor que yo.

El doctor después de darnos la noticia, nos dijo que podíamos pasar a verlo cuando estuviéramos más tranquilos.

Pasaron aproximadamente unos 20 minutos y el Jaime logró equilibrarse, los papás de Nicolás se calmaron y la weona de la Maracarena no me importaba en esos momentos, así que decidimos ir a la sala.

Nos encontrábamos afuera de la puerta número 22, miré al Jaime y estaba sudando de los nervios.

-Yo: Jaime, entraremos cuando tú quieras, dime si te sientes preparado.
-Jaime: Vamos, quiero verlo.

Entramos a la sala y lo vimos, ahí estaba Nicolás... acostado en la camilla, con miles de cables en el cuerpo, oxígeno y con vendas en el abdomen. Ver esta imagen era demasiado fuerte para mí, pero no podía imaginar que pasaba por la cabeza del Jaime en esos momentos...