Soledad, ¿un amigo o una arma mortal?

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(Les recomiendo leer este capítulo con música triste para lograr mejores resultados(?) sdlk).

Nicolás-

Luego de caer al piso cuando salí por la ventana, me levanté y me sacudí la tierra que había quedado en mi ropa. Analicé el patio trasero y ví que en las rejas habían unas plantas tipo enredaderas que llegaban a la cima de ésta. Me puse la mochila en los hombros y empecé a escalarlas para finalmente salir y llegar a la calle. Tuve que ser muy silencioso para que no me fueran a descubrir, ya que, era lo que menos quería.

Luego de lograr mi objetivo, me puse a caminar sin ninguna orientación del lugar al que iba, solo caminaba y caminaba sobre las calles de Santiago, era de noche y hacía mucho frío, pero nada me importaba en esos momentos, yo simplemente quería alejarme de todos, no saber más de mi familia, ni del Jaime, ni de nadie.

Había caminado un montón sin todavía saber que hacer. Me puse a pensar que sería bueno encontrar un lugar donde pasar la noche, no pedía un lugar de lujo, porque ni siquiera podía pagarlo, ya que no andaba con mucho dinero en la billetera. Necesitaba un techo como mínimo para no resfriarme, aunque dijiera que me daba lo mismo, odiaba el hecho de tener que estar tomando pastillas y "cuidandome" de esas weás.

Luego de caminar y caminar, encontré un tipo de callejón en el cual pasar la noche. No se veía tan cómodo pero... puta, algo es algo. Me metí ahí y apoyé mi espalda en la pared para deslizarme y quedar finalmente sentado en el piso, dejando mi mochila a mi lado. No sabía que hacer en esos momentos, así que saqué mi celular de mi bolsillo, miré la pantalla y de fondo salía una foto mía con el Jaime, al verla realmente no evité soltar una lágrima. 

Se me ocurrió la idea de llamar al Edgar, ese amigo con el cual no hablaba hace como dos semanas, ya que habíamos dejado de lado el tema de YouTube, y como soy volado no lo había llamado antes para saber de él.

*Llamada Telefónica*

Edgar: ¿Aló weón? Tanto tiempo sin saber de tí weonoh, ¿cómo estás?

Yo: Edgar weón, te llamo porque no sé que hacer, me escapé de la casa, no sé donde estoy, caminé más de una hora y media o no sé... y, puta -no me aguanté más y empecé a llorar-.

Edgar: ¿¡Qué!?, ¿por qué lo hiciste?

Yo: Porque estoy chato de tantas weás, no quiero seguir estorbando en la vida de nadie, mis padres me odian desde saben mi condición sexual, el Jaime todo este tiempo nunca me amó, es más, ¡sólo me utilizó!

Edgar: Oye weón tranquilo, mira... no me cortes por favor y dime donde estás.

Yo: Te dije que no sé por la chucha, sólo sé que estoy metido en un tipo de callejón culiao y en frente hay un casino. Pero no vengái, quiero estar solo.

Edgar: ¡No pero Nic...!

*Fin llamada Telefónica*

Guardé el celular en mi bolsillo y me cubrí la cara con las manos, lloraba desesperado, Todo lo que pasaba era como una pesadilla de la cual solo quería despertar. Mis padres siempre que podían me gritaban o me golpeaban, lo cual antes nunca pasaba. Decirles eso fué el peor error que pude cometer, ya que desde ese día, todo ha cambiado por completo.

Y el hecho e que el Jaime realmente nunca me amó es algo muy fuerte, pasamos tantos momentos lindos pero, ¿todo fué para olvidarse de su ex?, ¿en serio? Pensar todo esto me está matando.

Derrepente sentí unos ruídos que venían de cerca de un basurero que se ubicaba unos metros más allá de mí, los cuales me sacaron de mis pensamientos. Destapé mi rostro y miré hacia el lugar del cual provenían los sonidos. Ví un tipo encapuchado, medio robusto y alto, que se acercaba a mí... no sabía como reaccionar, el tipo se acercaba lentamente a mí, realmente esperaba que el tipo fuera buena persona, si no, estaba frito. Trataba de mantenerme lo más calmado posible hasta que descubrí que el tipo llevaba un cuchillo en la mano. Lo primero que hice al ver eso fué tomar mi mochila rodeadola con mis manos y pararme rápidamente.

¿Sentimientos encontrados? (Jaidefinichon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora