Bad Blood (Dylan O'brien)

Capítulo 2.

Termina la clase y es hora de un descanso. Yo salgo junto a Harry y caminamos hasta el campus. Ahí, Harry ve a Paula. Instantáneamente se pone nervioso, y yo simplemente río.

-¡Hola!- Le hago una seña a Paula, y ella la devuelve con una linda sonrisa.

-Es tan linda...- Susurra Harry, y yo lo miro divertida.

-Pues díselo.

-¡Ni loco!

Y me impresiona el hecho de que la teoría "Solo las mujeres se ponen nerviosas con los hombres" Se desvanece al ver cómo Harry muere por una simple chica.

-Hola Harry.- Dice entonces Paula.

-Oh, h-hola Paula. Que lin... Te ves bien hoy.- Dice y noto su confusión y nerviosismo. Yo le guiño el ojo dándole a saber que todo está bien y continúo mi camino por el campus.

Todo es mejor cuando las cosas son distintas. Ningún día es igual al otro, pero hay mucha diferencia entre eso y la rutina.

Me siento en uno de los bancos los cuales miran hacia el resto del campus, y me relajo. No me gusta estar sola, pero a veces necesito mi espacio. Si algo he aprendido sobre la psicología de la persona, es que la soledad está clasificada como algo malo, pero en verdad es bueno. No en exceso, ya que nada en exceso es bueno. Pero sí es bueno un poco de tranquilidad para uno mismo.

Y es justo en mi momento de relajación cuando veo al chico de cabello oscuro riéndose con su amigo rubio y una de las chicas que estaba incluida en su grupo. Están lejos, pero algo me llama a hablarles.

No me atrevo, pues podrían creerme rara. Luego recuerdo que Harry me comentó lo mismo cuando le dije que le hablase a Paula...

¡Pero es que Paula lo conoce! Yo no a ellos.

Entonces decido simplemente admirar la escena.

El chico de cabello oscuro golpea divertidamente al rubio, y la chica le lanza un papel. Al parecer dijo algo inapropiado. El de cabello oscuro recoge el papel, y al parecer busca con la mirada un basurero, o eso supongo yo.

«Que tierno» pienso.

No se que fue lo que dijo el rubio, pero al parecer les causó risa y conflicto. Sonrío, es bueno que siendo "Adultos" (en teoría), no pierdan su alegría.

Entonces veo como el chico de cabello oscuro camina hacia mí, y es ahí cuando me percato de que hay un basurero justo al lado del banco donde me encuentro sentada.

El chico ya se encuentra bastante cerca mío, y yo lo observo. Él me regala una sonrisa cordial, y yo se la devuelvo. Tiene una sonrisa preciosa, y me dan ganas de verlo partirse de la risa justo frente a mí.

No voy a ser exagerada, pero realmente siento que este encuentro de miradas ha sido diferente. Debe ser el cariño con el que el chico observa su entorno.

-Tu estudias Terapia, ¿No?- Pregunta derrepente, y yo me sorprendo. Asiento con una leve sonrisa sin separar los labios, y lo miro.

-¿Por qué sabes?

-Te vi en la clase.- Dice. -Pero Niall no me permitió apreciar mejor la vista ya que me dijo una estupidez suya.

Me sonrojo, ya que no se si aquella frase fue para mí o si fue en general. Solo me limito a preguntar;

-¿Niall?

-Mi amigo de allá atrás.- Contesta apuntando hacia atrás con su pulgar, y ahí me doy cuenta que habla del rubio.

-Aah sí, los vi riéndose... O intentando aguantarse la risa.- Me burlo. El chico sonríe, y sus ojos se arrugan de una manera muy adorable.

-Soy Dylan.- Dice.