Capítulo 1.

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Conocerlo fue como si el destino quisiera que lo hiciéramos. La diferencia es que no se si quería que nos conociéramos para querernos o para odiarnos. Yo lo quise, y lo sigo queriendo. Dudo que eso cambie, pero ahora es temor lo que siento cada vez que lo veo o cada vez que lo recuerdo. Al principio todo parecía normal, quizás hasta perfecto. Pero no se lo que pasó, pero algo malo debió haber pasado. No todo el mundo es así de un momento a otro. Nadie pasa de ser tierno a ser un monstruo.

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A veces pienso... ¿Por qué la rutina es tan cansadora? Y, ¿Por qué tiene que ser una rutina? La rutina aburre.

Termino de vestirme y me preparo para otro día aburrido en la universidad. Me dirijo a la cocina y preparo un te de menta para relajarme un momento.

Cierro los ojos y suelto un suspiro al recordar que solamente me queda un mes para sacar mi título en la universidad y graduarme.

Solo un mes.

Me animaba el hecho de pensar en que al fin mis esfuerzos y noches largas de estudio no serían en vano. Solo esperaba pasar la prueba final...

Cuando llega la hora, salgo de casa sin no antes despedirme de mi mamá.

Camino hasta la parada del bus y me siento junto a mis auriculares. Era penoso no tener auto aún, pero al parecer a mis padres no les apetecía comprarme uno.

Miro a mi alrededor como siempre lo hago. Es interesante notar a la gente que siempre se va en el bus, y a la gente nueva que jamás había visto en mi vida.

Le sonrío a la viejita que veo todos los días. Siempre va envuelta en un pañuelo azul marino, y lleva consigo todas las mañanas un carrito pequeño donde supongo que lleva sus compras.

Miro al fondo y veo a mucha gente que jamás en mi vida había visto en el bus, y me llama la atención un chico que me está mirando de vuelta. Me quedo mirándole, y puedo notar como me guiña el ojo y sonríe simpáticamente. No se como reaccionar ante eso, por lo que desvío la mirada. Una canción de The Killers resuena en mi cabeza, y gracias a ella no escucho lo que la persona que se encuentra al lado mío dice. Ignoro el hecho y vuelvo a mirar al chico de cabello negro. Esta vez él está mirando atentamente por la ventana del bus. Veo que tiene un muy lindo perfil, una nariz respingada que se podría decir que es perfecta. Está algo lejos como para notar el color de sus ojos, pero no se ven muy claros, aun que son grandes.

Él vuelve a mirarme, y siento un cosquilleo. Me siento atrapada, me avergüenza que el chico se de cuenta de que lo miro demasiado.

El bus para y el chico de cabello negro se pone de pié. Me fijo en la parada y me doy cuenta que aquí es donde yo debo bajarme también. Tomo mis cosas y camino hasta la salida. Le agradezco al conductor y me bajo.

Miro a todos lados, y veo cómo el chico de pelo oscuro saluda a otro, quien es rubio. Se ve feliz, y me causa ternura su sonrisa. El chico se ve simpático.

Camino hacia la universidad y me saco los auriculares justo antes de entrar. Sigo el ritmo relajado para llegar a mi sala de clases, y en la entrada me encuentro con mi compañero de puesto. No es que nos obliguen, pero nosotros elegimos sentarnos juntos.

-¡Steph!- Saluda Harry, quien ha dejado su grupo de amigos para acercarse a saludarme con su usual beso en la mejilla.

-Hola Harry.- Sonrío de vuelta y camino junto a él hasta nuestra mesa. -¿Que tal todo?

-Bien, bien.- Asiente él. Dejo mis cosas sobre la silla donde me siento y lo miro.

-¿Cómo van las cosas con Paula?

Bad Blood (Dylan O'brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora