CALABRIA
En mi corazón
Viene a ser una clara imagen
Cabalgando sueños
Un pedazo de piel dentro de un monte
Que siempre viaja
Encanto extraviado entre dios y hombre
Breve episodio en tierras poco alabadas.
Asi te pienso Calabria.
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Ella viste su cuerpo
Con odas de monte
Y los vestidos le pronuncian sus formas de viento
De sus caderas salen picos de fibra cereza
Por encanto, hasta ella llegan pájaros
A chupar resinas entre sus senos
Ella recoge gemidos
Y expulsa deseos con su cuerpo
De piedra transparente
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Calabria con sus ojos pardos
Abrazo la tierra
Cuando aún no paseaban huesos
Y la tierra sofoco su momento amarillo
Para darle coraje
Y abrió sus brazos para bendecir su desquicia
Ella ardió en su delicado traje
Y peleó a machete
Una mano desnuda
Bajo los derechos del rocío
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En verano baña de lodo su blanco cuerpo
Y de gozo se hincha el monte al sentirla
Pero el hombre nato
Ojos de leopardo
Padece aquel escalofrío de rosa
Y esa noche, con la tierna luna
como testigo
Dispuso su loca aventura
Atizo una pretensión que le mordio los ojos
Calabria extendió sus manos
Y tiñó de sangre imprudente
Su tierna envoltura
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Los hombres manos de nacar
Hendidores de leña
Atravesaron a filo de hacha sus pupilas
Descendieron a fuerza de pico a su encarnizado abismo
Derramaron sus sentencias en ella
Calabria ofreció sus montes de azucar
Y la centella de sus labios desbocados
Cuando hombres verdes la trepaban
Para sembrarle una cadena de flores
Entre sus piernas
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Calabria con sus dos sexos
Derramó jacintos
Entre bosques floridos
Y el cielo al verla mordió su vergüenza
De gacela encendida
Por gracias de cuerpo
Le nacieron retoños coloridos
Su vientre vomito espesuras
Y atavio con frutas el lecho de octubre
Calabria señaló su estreno.
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En las horas de nardos
Cantó el Yacabó
Y en el sueño araño enjambres
En luna llena
Reía...
Y su risa desvelaba placeres
Bailaba...
Y su baile eran horas
Ella aveces era hombre y aveces mujer
Y la mujer reventó melodías jugosas de sentidos
Y un tierno retoño
Duerme ahora entre sus brazos
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Mientras recorre lunas
En su potro de agua
El camino señala con luces su cuerpo
Ella atrae Salamandras
Con la misma intensidad de los sueños
Monte arriba
En medio de alas extendidas
Su paralelo cuerpo se sujeta al canto de los pájaros
Que aletean mientras beben su fatigado nombre
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Por tu canto Calabria
Recojo sueños que me traen tardes
De Tamarindo y cañahuates
Subo a pié tu trono reseco y sudoroso
Deambulo sin lunas recintos amargos
Me trepo en tu carne amarillenta y corrompida
Me sueño en la furia que emanan tus ojos siempre abiertos
Por ti....
Me abro, me enredo, me pierdo Calabria.
