Something {Park Chanyeol}

III

-Y entonces.... ¡PAM PAM PAM! El tipo de barba sacó una pistola y comenzó a matar a los mafiosos...

Chanyeol relataba frente a sus amigos la película de acción que vio el fin de semana pasado. Movía sus manos para representar lo que sus palabras decían y actuaba las escenas como si fuera uno de los actores de la película.
Soo soltaba risas de vez en cuando mientras trataba de concentrar su mirada en el libro de Biología y Chen seguía los ademanes de sus manos, prestando mucha atención.

Llegando ya a la escena final, los tres chicos soltaron un grito de emoción ante el climax de la trama, y fue ahí cuando Chanyeol se apenó un poco al ver la cantidad de personas que también seguían la historia, mirándolo desde las mesas vecinas. Rió nervioso y cuando se disponía a continuar su lengua se trabó al darse cuenta de aquella chica que se encontraba sola leyendo un libro. Su cabello la cubría como una cortina que la separaba de la realidad y el gorro rosa que lo adornaba la hacía ver adorable.
El chico pasó saliva nervioso y tartamudeó un par de veces hasta que terminó de contar la película. Los que le escuchaban dieron unos cuantos aplausos y Chanyeol sólo les sonrió.
El más alto iba a tomar asiento junto a Chen para por fin ponerse a estudiar para su examen semanal de matemáticas cuando vio a su amigo Minseok entrar a la cafetería. Pero no iba solo.

A su lado estaba ese chico rubio que siempre se sienta a un lado de ~ella: Luhan.
Era su compañero de clase en la materia de Inglés y se saludaban de vez en cuando, riendo al intentar entablar una conversación con lo que han aprendido de ese otro idioma, siempre fallando en el intento.

Chanyeol agitó la mano en su dirección y ambos lo saludaron de igual modo, pero en vez de caminar a la mesa donde él estaba, tomaron asiento frente a la chica de gorro rosa, distrayéndola de su lectura pero recibiendo su sonrisa tímida.

Algo~ dentro de el chico despertó y deseó con todas sus fuerzas leer la conversación que tenían mediante los labios de los otros, pero había un pequeño problema: los tres hablaban nada más y nada menos que en chino.