XXIII

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18 de diciembre de 2014

Eli

Se hacercan las fiestas y me pone un poco melancólico, me acuerdo cuando te pusiste un vestido para navidad, te veías hermosa, lastima que no eras buena en notarlo. Ya te lo habia dicho.

He llamado a la perrita que he encontrado Aniz, ha mejora, como yo.

No puedo creer que ya este pasando un año, y me siento avergonzado por todo esto, siento que soy patético.

Aun tengo tu diario, y he leido la primera página, no me atrevo a mas.

Me gustó que narraras algo sobre tu infancia, no hablabas de ello, tampoco sabia que a tu padre le gustaba la pesca, nunca conoci a tus padres, ni tu a los mios.

Le hubieras escantado a mamá, son parecidas, ambas son tercas, con el alma salvaje y libre, eso era lo que me encantaba de ti.

Eli se acerca el final de todo.

Y he tomado conciencia.

Me ha estado yendo magnífico en el trabajo de fotografía, me encanta eso. Esto te lo debo a ti, pareciera que tu marcha me a servido para eso. Mentira, siempre me decias que que lo intentará.

En fin, hasta entonces nueva mente...

A. Livingstone.

Como no llorar, Eli. © [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora