̶ Ya enserio dime ̶ dije con una sonrisa y moviendo la cabeza en modo de desaprobación.
̶ ¿Hay te das por vencido tan rápido? ̶ dijo en forma de un ganador, tomando así un bocado de su arroz.
̶ No es que simplemente ya no encuentro respuestas ̶ entonces reí al escuchar mis propias palabras, eran simplemente ilógicas.
̶ ¡Ja! Vez ya te diste por vencido ̶ Exclamo haciéndose así el ganador.
̶ Está bien me doy por vencida ̶ en ese momento baje las manos en forma de derrota y el solo sonrió con una enorme sonrisa
̶ Bueno está bien, iniciemos de nuevo ̶ dijo riendo, yo asentí con una enorme sonrisa pintada en mis labios ̶ Mi nombre es James Salvatore Jones, tengo 19 años y nací en Inglaterra, para ser preciso en Londres, pero... mi padre es italiano y mi madre es inglesa es por eso mis apellidos, amo dibujar, me encanta el té helado, salgo a correr a diario y tocar la guitarra.
̶ Mi nombre es Alice Kahlo Cruz, tengo 18 años, nací en Guanajuato, México, pero... mi bisabuelo era alemán, viajo a México durante la segunda guerra mundial, es por eso que uno de mis apellidos es alemán ̶ al terminar de decir aquello, él me sonrió haciendo una seña de que continuara ̶ amo el arte, me gusta mucho la crema de zanahoria, me gusta cantar aunque no sepa, solía salir a patinar en las tardes y toco violín.
̶ Eso es genial ̶ dijo después de unos segundos, tomando así del vaso de agua a su lado.
̶ ¿Qué es genial? ̶ pregunte confundida, el solo frunció el ceño ligeramente al escuchar aquellas palabras.
̶ Todo de ti, eres... muy diferente a todas las chicas que conozco de la universidad, la mayoría solo piensa en fiestas, vestidos, salir de compras, y sobre todo no dejan de pensar en chicos ̶ al escuchar aquellas palabras sentí el rubor apoderarse de mis mejillas, baje mi vista y segundos después me atreví a encararlo, los dos nos echamos a reír, era sumamente carismático.
̶ Eres especial ̶ termine diciendo, no sabía que más decir pero al parecer el estaba satisfecho de aquellas palabras.
La plática entre nosotros no paraba, compartíamos cada pensamiento, sentimiento, era como estar con un amigo que no había visto en muchos años y de pronto me sentí en casa, era como haber sentido aquel sentimiento que se tiene al estar con la familia, no sabía cuánto duraría aquello, pero haría lo posible por que durara.
Al terminar nuestra comida, salimos del restaurante, me di cuenta que ya casi eran las cinco de la tarde y James se ofreció a mostrarme la ciudad. Así que pasamos un gran rato caminando por las extensas calles de Roma.
Yo una chica normal, una como cualquiera saliendo con un chico que apenas acababa de conocer, rondando por las calles, conociéndose y sobre todo compartiendo los momentos más importantes de nuestra vida.
Pasamos el rato caminando, platicando, hasta tomamos asiento en una banca en una plaza, empezó a oscurecer pero no nos inundábamos de ello, estábamos entretenidos en nuestra platica.
Después nos percatamos de que ya casi eran las nueve de la noche.
̶ Creo que el tiempo se pasó demasiado rápido ̶ dijo James al ver la hora en su reloj de mano.
̶ Sera mejor que me valla ̶ dije poniéndome de pie y dando media vuelta para avanzar.
̶ Espera ̶ dijo James levantándose, y tomándome de la mano, me gire sobre mis talones para encáralo y me soltó la mano ̶ Déjame llevarte.
̶ No créeme que ya has hecho suficiente este día, nunca me había imaginado que iba a conocer la ciudad ni mucho menos a ti, créeme que si no te hubiera conocido no habría hecho nada de esto, de hecho estaría ahora mismo en el hotel acostada y fue mucho mejor esto, no lo cambiaría por nada, además... ̶ no termine de decir aquellas palabras cuando James me alzo en sus hombros, intente soltarme pero era demasiado fuerte como para soltarme yo sola, solo empezamos a reír al ver que una pareja de edad avanzada nos observaba como un par de locos adolescentes.
Camino unas dos cuadras llevándome así entre sus brazos, cuando sin esfuerzo abrió la puerta del copiloto y me puso sobre el asiento de cuero con mucho cuidado, cerró la puerta, y rodeo el auto por enfrente para así entrar, abrí la puerta para poder salir, pero una de sus manos tomo la mía con delicadeza y solo me observo con una sonrisa.
̶ Solo... confía en mi ̶ dijo para después estirar su brazo y cerrar la puerta, encendió el auto y empezó a avanzar ̶ ¿Cuál es el hotel? ̶ pregunto segundos después.
Le indique donde se ubicaba, solo asintió y observaba sin detenimiento el camino.
̶ Enserio no era necesario ̶ dije en un hilo de voz, en eso nos detuvimos por una luz roja proveniente de un semáforo.
Aparto la vista del frente y me observo con una sonrisa pintada en sus labios.
̶ Deja de decirme eso, simplemente te quiero llevar y además sería malo de mi parte no llevarte ̶ en ese momento solo nos observamos sin expresión alguna en nuestros rostros, sus ojos verde esmeralda brillaban con intensidad, y todo aquello termino cuando un clac son sonó a nuestras espaldas, fue allí cuando los dos volteamos y el solo siguió el camino.
El resto del camino no la pasamos en un silencio profundo, pero... con él curiosamente ningún silencio era incómodo, era bastante agradable.
Al llegar a la calle del hotel estaciono el auto en una de las esquinas, abrí la puerta, cuando de nuevo una de sus manos me detuvo, voltee para verlo, cuando me sonrió.
̶ Emm ¿quieres... que te lleve mañana a la Universidad? ̶ dijo algo inseguro por mi respuesta.
̶ Te parece a las 6:30 ̶ dije viéndolo a sus hermosos ojos, estos brillaron al escuchar mi respuesta, y me regalo una sonrisa tímida.
̶ Perfecto ̶ dijo aun sorprendido por mi respuesta ̶ nos vemos mañana.
Soltó mi mano con delicadeza y nos despedimos con una simple y sincera sonrisa.
Cerré la puerta del auto después de salir, me gire sobre mis talones, empecé a caminar por la calle, y vi como pasaba su auto a mi lado.
Entre al hotel y use el ascensor, para así llegar a el piso en el que se encontraba mi habitación, al llegar puse mis cosas en uno de los dos sillones y me recosté en el otro, encendiendo así el televisor.
Busque por más de 15 minutos algo interesante pero nada me convenció así que me puse a tocar mi violín, y como este era un hotel solo toque una hora, muy bajo, ya que no quería ninguna queja.
Eran ya las 11 y fue ahí cuando decidí ponerme el pijama, lavarme los dientes para así recostarme sobre la suave cama.
Veía el techo de la habitación intentando así dormir cuando mi mente se llenó de pensamientos, recuerdos e incluso de angustia y nervios. No podía creer que le había dicho que pasara por mí, nunca había esperado aquello, y pensar que todo puede pasar en tan solo un día.
Necesitaba dormir, tenía mucho que no conciliaba el sueño, o si me daba mi cabeza no me permitía dormir.
No sabía que iba a ocurrir el día siguiente, no sabía que estaba haciendo y sobre todo que iba a hacer...
Finalmente despeje todo pensamiento de mi cabeza, para así caer en un sueño profundo.
Holaaa
bueno hice algunos ajustes en la historia, como cambiar la portada, y ponerles títulos a los capítulos, admito que en este tiempo que no actualice empece a perder las ganas de escribir pero me di cuenta de que al menos are el intento de lograr algo nuevo.
Espero y les guste actualizare más seguido, voten y dejen sus comentarios, por cierto feliz año nuevo.
Saludos Ale :)
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Más ayá del sufrimiento...
Teen FictionAlguna vez te has preguntado ¿porque existe el sufrimiento?, ¿o la miseria? o simplemente ¿la tristeza?... Tal vez tu no sabes la respuesta al igual que yo. Tal vez solo tal vez tu sabes la respuesta, bueno no estoy segura, pero aún así ¿te lo has l...