De regreso al pasado

Capitulo 5 "El rayo amarillo de Konoha"

Ya era de mañana y los rayos del sol se colaban por la pequeña ventana, el joven rubio se removió perezoso en la colcha en la que habia dormido ya que había pasado la noche con aquel chiquillo que era nada más y nada menos que su padre de niño. Aquel pequeño rubio lo había invitado a quedarse y habían pasado una noche agradable entre bromas, pláticas y juegos, se restregó un poco los ojos tratando de acostumbrarse a la luz y enfoco su vista hacia la cama que estaba a un lado donde aun roncaba con la boca abierta aquel chiquillo hiperactivo.

Si bien era aun temprano aunque Boruto sabía que madrugar no se le daba a su padre, casi siempre llegaba tarde por quedarse a dormido aunque en otras ocasiones su madre le pedía que lo despertara para que llegara a tiempo a sus compromisos y el aprovechaba aquellas oportunidades para hacer de las suyas con él, pero este vez no lo haría, tenia cosas más importantes que hacer.

Sarada despertó y se sentó en el cómodo colchón estirando sus brazos, volteo a ver a su costado y observo la cabecita rosada que estaba recostada en la almohada, trato de pararse de la cama sin despertarla se puso sus zapatos y camino silenciosamente hasta la puerta.

- ¿Ya te tienes que ir? - se detuvo en seco al oír una melodiosa y dulce voz, se volteo para ver a la pequeña pelirrosa sentada en su cama observándola con ojos adormilados.

-Siento mucho haberte despertado- le dijo disculpándoles un poco apenada ya que iba a salir de allí como si fuera un ladrón, sin que nadie la descubriera o se diera cuenta de su fuga.

-No te preocupes ya había despertado desde hace un rato, oí la puerta cuando mamá y papá salieron de casa- le dijo bajando un poco triste la mirada, Sarada noto ayer a la mitad de la noche cuando ambas ya estaban en la cama tratando de dormir, se oyó que alguien abrió la puerta de la entrada.

Ella se levanto con precaución y abrió la puerta del cuarto de la niña, se asomo un poco y vio que prendían las luces del pasillo, cerró la puerta y se oculto rápidamente detrás del armario de la pequeña ya que esperaba que los padres de ella fueran a verla a su habitación como cualquier otro padre pero solo oyó los pasos en el pasillo de afuera cuando pasaron por la puerta pero esta nunca se abrió, volvió a la cama después de un par de minutos cuando ya todavía había vuelto a ser silencio.

Como era posible que ninguno se hubiera asomado a ver como estaba la pequeña después de dejarla sola todo el día, que malos padres habían sido sus abuelos.

-Sarada-ne san si tienes que irte está bien- de nuevo la voz de la pequeña capto su atención- Se que tienes otras cosas importantes que hacer así que no te preocupes- dijo bajándose de su cama y dirigiéndose hacia ella.

-Sí pero no tengo prisa si quieres puedo acompañarte a la academia me queda de paso- le dijo acercándose a ella acariciándole sus suaves cabellos con ternura

-De verdad ¿me acompañaras? Que bien-abrazo a la chica con felicidad- Ven vamos abajo y desayunemos juntas- la tomo de la mano jalándola hacia la puerta y Sarada se dejo llevar por aquella pequeña.

Boruto no sabía a dónde se había ido su compañera así que decidió ir al lugar donde de seguro podría estar, ya que allí es donde iban a ir para encontrar información y solucionar su problema.

-La biblioteca- dijo estando enfrente de la entrada de aquel lugar, la había encontrado preguntando en la calle y ahora estaba enfrente del edificio.

Aquel lugar no era de su agrado aunque nunca había entrado pero para él era seguramente muy aburrido, nunca había sido de las personas que le gustara leer libros por diversión.

-Debería entrar o espero a Sarada aquí? - se debatía él mismo y es que nunca había sido bueno en esas cosas de investigar y buscar, de hecho en la escuela cuando le dejaban tareas de ese tipo prefería pedirle a su madre ayuda o simplemente no la hacía pero como era bueno en las demás cosas nunca afecto su desempeño.