Capitulo 4

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  -¿A que te refieres con empezar de nuevo? -Preguntó ella secándose las lágrimas.

-No se...Conocernos, llevarnos bien. -Dijo él mirándola de reojo. -¿Por qué estabas llorando? -Preguntó curioso.

-Nada importante. -Suspiró cansada.

-Puedes contarme... sé que no nos conocemos lo suficiente, pero puedes confiar en mi. -Sonrió.

-Gracias Michael...-Murmuró. -Pues... estoy algo cansada de... de mi vida. -Confesó echando la cabeza hacia atrás.

-¿Cómo de tu vida? -Preguntó Michael acomodándose mejor.

-Sí... siento que es aburrida. No es lo mismo de antes, me acuerdo que salía casi todos los fines de semana con mis amigos. -Rio recordando. -Y ahora...No tengo amigos y bueno -Miró su panza. -No puedo salir.

-¿No tienes amigos? -Preguntó confundido.

-Me dejaron cuando se enteraron de mi embarazo. -contó melancólica.

-Ah. -Agachó la cabeza pensando. -¿Quieres contarme como paso...-Frenó y calló.

-¿Cómo paso que?

-Lo del...embarazó. -Tragó saliva.

-No quiero hablar de eso ahora. -Pidió. -Pero cuando esté lista te voy a contar...-Sonrió.

-Bueno está bien. -Sonrió también. -te voy a dejar para que descansen. -Dijo caminando a la puerta.

-Michael...-Dijo ella, él volteó. -Gracias... -Dijo tímida.

-¿Por qué?

-Por... darme otra oportunidad de llevarnos mejor, y por la conversación. -Dijo agradecida.

-No es nada, descansa. -Dijo y salió de la habitación.

A la mañana siguiente se levantó normal, sin molestias ni dolores. Se quedó mirando el techo unos minutos, no tenía muchas ganas de levantarse, pero aun así lo hizo. Tomo algo de ropa y fue al baño. No había ruidos en la planta baja, tal vez era muy temprano. Prendió la regadera y dejo que él agua se calentara un poco... él invierno estaba terminando. Hoy hacia frio. Se saco su pijama y se metió en la ducha para asearse.
Después de una media hora ya estaba bañada y vestida .Salió y volvió a su habitación. Hizo la cama y después bajo las escaleras.

-Buenos días...-Saludó Karen cuando la vio entrar a la cocina.

-Hola. -Respondió ella.

-¿Qué quieres desayunar? -Preguntó amable. ___ se encogió los hombros. -¿Quieres leche con cereales? Le estoy preparando eso a Michael...

-Sí eso! -Dijo como niña pequeña. Karen rio y Michael entró.

-¡Buenos días! -Dijo animado.

-Hola...-Saludaron Karen y ___ a la vez.

Así pasaron la mañana, desayunando entre chistes que Michael hacia a cada segundo, a ___ ya le empezaba a caer mejor Michael y viceversa. Más por la tarde Michael salió a donde nadie sabe, Karen se fue a hacer algunos tramites para la casa así que ___ quedo sola. Subió a su habitación, no tenía nada, pero absolutamente nada que hacer. Estaba aburrida. Decidió salir a tomar un poco de aire puro, o tal vez visitar el club de danzas.

Tomo su móvil y las llaves y salió. Caminó un largo rato por el barrio. Lo conocía ya que por allí era su antigua casa, es decir la casa de sus padres. ¿Cómo estarían ellos ahora? ¿La extrañarían? Quería averiguarlo pero no se atrevía. No podía ir sola. Necesitaba a alguien de apoyo, y ahora no tenía a nadie. Fue a la plaza, y se sentó en una de las bancas color amarillo que se encontraban juntó a los juegos para niños pequeños.

Observó por unos instantes, muchas madres con sus hijos. Pronto sería ella la que estaría ocupando ese puesto. Y... no estaba preparada del todo. No podía cuidar a un pequeño sola. Necesitaba a alguien. Un...¿padre?

-¿___? -Se escuchó una voz atrás de ella. Volteó, Michael..

-Hola. -Sonrió.

- ¿Qué haces acá? -Preguntó

-Nada...solo quería tomar un poco de aire. -Explicó y volvió a mirar a los niños, Michael hizo lo mismo.

-¿Cómo te imaginas de madre? -Preguntó él después de unos minutos de silenció.

-No lo sé. -Dijo ella. -Nunca lo había pensado...

-Yo creó que serás una buena madre. -Confesó. -No se, eres muy dulce.

-Oh, gracias. -Respondió ruborizada.

-Me gusta cuando las chicas se sonrojan. -Admitió él sin rodeos, ___ se puso aun más roja.

-Ya basta. -Dijo riendo.

-Lo siento -Se unió a sus risas. -No se por qué me caías mal...

- ¿Te caía mal? -Preguntó incrédula.

-Si...bueno no sé, creó que no me caías mal, solo estaba enojado conmigo mismo.

- ¿Por qué? -Preguntó curiosa.

-Ya sabes, deje en Londres, se que fueron vacaciones pero deje a mis amigos, y...a mi novia. -Habló triste.

-Perdón no sabía. -Se disculpó.

-No tienes por qué pedirme perdón, no es tu culpa. -Miró un momento más el parque. -¿Vamos? Ya esta oscureciendo.

-Dale vamos. -Dijo parándose.

Llegaste a mi (Michael Clifford y tu) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora