Capítulo 11: Secretos

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Me sentía nervioso al igual que Shinji, no sabíamos con exactitud lo que iba a pasar con nosotros después de cruzar aquella puerta. Me sentía atrapado, con miedo. Miedo de saber la verdad, miedo de tener que separarme de Shinji para protegerlo. Entramos, no tenía idea de cómo era la casa de Aida. Además él es más amigo de Shinji que mio, nos llevo hasta la sala. Nos sentamos en aquellos sofás rojos de terciopelo; y esperamos a que Suzuhara apareciera. Mientras Aida le daba un recorrido a Shinji por toda la casa me quedé sentado en el sofá. Había algo que me estaba molestando, pero no sabía lo que era. De un momento a otro sentí la pesadez de mis párpados, veía todo borroso. Lentamente los cerré y me quede dormido.

¿Estás segura de lo que estás haciendo?

- Completamente señor. No hay manera que puedan recordar.

- Eso espero, no puedo permitir que algo tan insignificante como esto se sepa.

- ¿Qué donde estoy?

- Lo lamento Kaworu...

-¿Qué?

Veía una figura femenina al frente mía, me ponía sedante, una mascarilla. No pude verla con exactitud, mientras perdía mis sentidos pudo visualizar a Shinji; estaba en otra camilla, al igual que yo tenia una mascarilla y a su alrededor había muchos conductos... Shinji... Shinji...

- ¡Shinji!

Sobresalte del sofá, toque mi frente y me di cuenta de que estaba sudando. A Pesar de que había descubierto algo, me sentía muy raro. Mi corazón no dejaba de latir, me sentía cansado. Tenía que salir de ese lugar, había algo que me estaba mal, me impedía respirar. Me levanté del sofá y camine hasta la ventana, la abrí un poco. Pude notar que estaba anocheciendo. Escuche que se abría la puerta, camine hasta ella.

- Lamento venir tarde. ¿Dónde esta Kensuke?

- Con Shinji.

- Bien.

Suzuhara camino hasta la cocina; lo seguí. Me pidió que lo ayudara a hacer la cena, me agarro por sorpresa ya que tenía tiempo de no cocinar. Antes de que mi padre se convirtiera en un millonario codicioso, yo vivía con mi madre. Tengo pocos recuerdos de ella ya que antes de que viniera a Japón ella murió. Mi madre es originaria de Alemania mientras que mi padre es de aquí; ella decidió criarme en Noruega donde estaban mis abuelos. A ella no le gustaba la vida lujosa que mi padre llevaba, decía que tarde o temprano el iba a quedarse en la ruina. Tardara en que eso se cumpla, ya que firmo con SEELE. No hay nadie quien lo baje de donde este. Mientras picaba algunas verduras note que Suzuhara me miraba detenidamente.

- ¿Sucede algo?

- Nada

- ¿Por qué mi miras de esa manera?

- Trato de ver que vio Shinji para fijarse en ti

- ¿Disculpa?

- ¿Qué? Soy muy honesto ¿Si?

- ¿Cocinas a menudo?

- Solo para Kensuke. Desde que su padre lo dejo... me he encargado de él.

- Eres un buen amigo. Aida tiene mucha suerte de tenerte.

- Eso creo -Rió un poco-

Terminamos de cocinar, por extraño que suene; pase una agradable noche al lado de Suzuhara, quien no me caía muy bien. No hay que juzgar un libro por su portada -pensé- Mientras Suzuhara servia la comida me dispuse a ordenar la mesa, al terminar subí a buscar a Shinji. No creía que el segundo nivel fuera tan grande y amplio. Habían muchas habitaciones, no sabia por donde ir. Entre a muchas de ellas y al fin los encontré. Aida esta en su ordenador mientras que Shinji estaba en el balcón. Salude a Aida y le dije en voz baja que la cena ya estaba la cena, el me sonrió y bajo. Me acerque lentamente a Shinji, lo abrace por detrás, bese una de sus mejillas.

- ¿Qué haces aquí? ¿No tienes frió?

- Ahora no lo tengo.

Para mi eso fue lo mas dulce que Shinji me había dicho. Me conmovió tanto que lo abrace fuertemente, no quería soltarle.

- ¡Oye No pu-puedo respirar!

- Lo lamento.

- Descuida.

- ¿Vamos a cenar? Hoy cocine con Suzuhara

- ¿Tu cocinas?

- Bueno solía hacerlo.

- ¿Solías hacerlo?

- Bueno ¿Qué puedo decirte? Tengo ciertas habilidades -Sonreí-

- ¿Habilidades? ¿Cómo cuales?

- Soy bueno besando ¿Sabes?

Shinji se acerco a mi, coloco sus manos sobre mis hombros, lo rodee por la cintura. Me acerque a él, tanto que pude ver el brillo de sus hermosos ojos Azules. Lo bese. No quiero separarme de él, se que el destino quiere que ambos estemos juntos. Nací para conocerlo, para amarlo eternamente.

Al terminar con nuestro beso, Shinji se paro de puntillas y beso mi mejilla. Al tal acto no pude resistir a tanta ternura. Lo bese de nuevo. El sonrojo de Shinji se hacia notar, amaba el modo en que el se sonrojaba. Lo tome de la mano y bajamos hasta llegar a la cocina. Donde encontramos algo poco usual. Suzuhara estaba besando a Aida. Tenia a Aida sentado en el mueble de la cocina. Vi a Shinji quien no estaba sorprendido con eso.

- Ellos son novios

- ¿Qué?

-Kensuke me lo dijo

- ¿Qué?

- ¿Por qué te sorprende?

-Porque es Suzuhara y Aida!

- Ven, demoslé algo de privacidad.

No tenía ganas de ir a la sala, ya que fui allí donde comencé a sentirme mal. Cerré la puerta de la cocina y agarre a Shinji por la espalda, eso hizo que ambos cayéramos al suelo. Quede arriba de él, Shinji estaba sorprendido con tal acto. Solo comencé a besarle.

- ¡Vaya, vaya!

- Toji... basta.





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