Minerva McGonnagall; Sus comienzos en Hogwarts

9 de Septiembre de 1936

-Esto es una Acromántula. Es una monstruosa araña de 8 ojos, que tiene la capacidad de hablar. Sus características distintivas incluyen grueso pelo negro que cubre su cuerpo, patas cuya envergadura puede alcanzar hasta cuatro metros y medio, pinzas que producen un chasquido peculiar cuando está excitada o enfadada, y una secreción venenosa. Es carnívora y prefiere las presas grandes.

Mientras la profesora hablaba Minerva pensaba en su salida del sábado con Albus. Él le había enseñado un encantamiento para que la pluma se moviera sola y escribiera todo lo que la profesora iba explicando en su bloc de notas. Además, Minerva ya lo había leído en sus libros durante el verano.

Recordaba la tarde del sábado, lo bien que la había pasado y lo mucho que quería Albus conociéndolo tan poco. Es que él le causaba tanta confianza...

-Señorita McGonnagall, señorita por favor, ¿me puede prestar atención?

-Disculpe profesora, ¿qué me decía?-le pregunto Minerva despertando de su trance.

-Si no fuera porque es la segunda semana y todavía se están adaptando la hubiera mandado a la oficina del director. Pero está advertida, ¿entendido?

-Sí profesora, no volverá a ocurrir-respondió la niña, roja como un tomate al escuchar las leves risas de sus compañeros.

-No encuentro la gracia-los regañó Merrythought-. Bueno, le decía: ¿puede agregar alguna información que sepa sobre las Acromántulas?

Minerva no sabía ni dónde se había quedado, así que bajó un segundo la vista a su bloc de notas y leyó lo último que había escrito su pluma. Luego levantó la cabeza, hizo memoria, y respondió.

-Sí profesora. La Acromántula teje su tela con forma de cúpula sobre la tierra. La hembra es más grande que el macho, y puede depositar hasta 100 huevos en una puesta. Los huevos son suaves, blancos y tan grandes como pelotas de playa. La incubación dura de 6 a 8 semanas.

-Bravo-la felicitó la profesora aunque no se molestó en sonreír ni un poco-. Para agregar, y de paso informarlos a ustedes sobre esto, dichos huevos han sido designados como Bienes No Comerciables de Clase A por el Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas, así que su importación o venta se castiga con severidad. De todas formas dudo que vayan a ver una Acromántula cerca del colegio. Es originaria de Borneo, donde habita en la Jungla Impenetrable.

La pluma había terminado de agregar a los apuntes lo que Minerva había dicho momentos antes, y la profesora movía su varita y borraba el dibujo de la Acromántula del pizarrón.

-Ahora viene la parte que más le interesa a los alumnos. Cómo combatirlas.

Se oyeron varios susurros en el aula luego de que la profesora hiciera ese comentario.

-Silencio jóvenes.

La mirada severa de la profesora era algo que no se podía combatir. En cuanto hablaba todo el mundo guardaba silencio, pues más de uno le tenía miedo a la pequeña pero estricta profesora Merrythought.

-Las Acromántulas tienen la costumbre, al igual que los vampiros, de dormir durante el día encerradas en sus cuevas o sobre sus telas, y salir de noche a buscar el alimento. Esto se debe a que tienen una vista muy delicada y la luz del Sol de lleno puede herirlas. Sin embargo no olvidemos de que tienen un gran sentido del olfato y de la audición, por lo que quitándoles la visión solamente no ganamos la batalla.

-Entonces profesora, ¿existe algún hechizo que podamos utilizar para deshacernos de ellas?-preguntó un chico de Ravenclaw.

-Ahora voy a eso, querido Hell-hizo una pausa y luego continuó-. No existe o no ha sido descubierto aún, un hechizo lo suficientemente fuerte como para salvarse de un ataque de Acromántulas sin la necesidad de asesinarlas. Sabemos que no podemos matar una criatura a menos que nos esté atacando y sea nuestro último recurso. Sepan que cualquier asesinato a una criatura mágica no justificado con esta causa ni comprobado de que fue por ella se considera un delito, y podrían ser mandados a Azkaban por un tiempo.