Que noche más desastrosa, de tan solo recordarla me daba ganas de volver a llorar, y recuerdo lo ultimo antes de marcharme.Mi mano izquierda había terminado en la mejilla de Derek.
— ¡Ni se te ocurra ir de nuevo a mi departamento, te lo prohibo! — grité, mis mejillas estaban completamente mojadas.
Desde entonces el no se a acercado a mi departamento y no se si podría estar más agradecida por eso u odiarlo por no mostrar su maldita cara.
Gruñí, ni siquiera yo puedo entenderme.
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Buscando al chico perfecto
Novela JuvenilElla sabe que los chicos perfectos no existen. Prohibida la copia de la obra por cualquier tipo de medio. Si quieres adaptarla, tienes que avisarme.