Autumn (Fiolee)

-Capitulo 3-

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―¿Que diablos te paso? ―dice Lisset casi gritando cuando hecho un vistazo al cuerpo expuesto de Fionna. Rápidamente poniéndose una camisa, Fionna se da la vuelta para mirar a Lisste con ojos y cejas fruncidas.

―¿De que estas hablando? ―pregunta Fionna nerviosamente. Reina helada, Lisset y Grumosa, todas intercambian miradas.

―Estas negra y azul Fionna. ¿Que te paso? Luces como si hubieras sido atropellada por un camión! ―rompe la Reina helada, dando un paso hacia adelante para levantar la camisa de Fionna pero sus manos son abofeteadas inmediatamente.

―¡N-No! Por favor.. ―gime Fionna, eludiendo el contacto de las chicas.

―Solo deja mirarte, no te lastimare ―asegura la Reina helada, pero los ojos de Fionna se llenan en preocupación, casi llenos de lagrimas.

―Déjala tranquila, Reina helada. Obviamente no quiere que sepamos lo mierda que es su 'novio' ―gruñe Marshall prácticamente, diciéndole a la Reina helada que salga de la pequeña habitación luego. Lisset da una mirada hacia atrás mientras sigue a Grumosa por el vestuario, dando un fuerte suspiro que incluso Fionna oye.

Flama no era una mierda, él amaba a Fionna.

Flama nunca le haría daño a Fionna a propósito, lo prometió.

Los días de clases se hacen largos y sus amigas parecen estar evitándolo. Fionna lo odia. Siente como si fuera una especie de ermitaña, un fenómeno. En cuatro de sus clases, esta completamente tranquila, ni siquiera levanta la mano cuando el profesor hace una pregunta. Pero entonces, en su ultima clase, Marshall esta sentado a su lado.

―Lo siento por lo de antes, Fi. No tenia la intención de molestarte ―murmuro Marshall. Estaban en descanso en ese momento, por lo tanto estaba bien hablar. Fionna sacude su cabeza y encoge los hombros, percibiendo un pesado suspiro de Marshall.

―Estoy preocupado por ti. Todos lo estamos, Fi, esto no puede seguir así. Un día, realmente él te hará daño ―Fionna levanto la cabeza con evidente fuego encendido en sus ojos, haciendo a Marshall tragar.

―¡Deja de hablar así de él! ¡Él me ama! ¡Cállate! ―grita Fionna, haciendo que toda la clase se encuentre en silencio, empuja su silla hacia atrás y sale del aula. Ignorando por completo los gritos de su maestro. A Fionna no le importaba por el momento, solo necesitaba escapar por un rato. Escapando a los baños como de costumbre y deslizándose por la fría pared hasta el suelo. Agarra el teléfono de su mochila y sus dedos se deslizan a través de los botones.

Para: Flama<3
De: Fionna

Estoy teniendo un mal día. ¿Me puedes venir a buscar a la escuela, por favor?

Fionna sabia que era malo saltarse las clases, pero ahora, salir de la escuela era todo lo que quería. Segundos después, recibe una respuesta con un corto si y un beso. Metiendo su teléfono en el bolsillo, suspira pesadamente tomando su cara. Oye a alguien entrar al baño, pero esta vez, no se preocupa, porque simplemente no puede sentirse mas molestada.

―Fionna, se que estas aquí ―es Marshall. Fionna gime y apoya su cabeza contra la pared, con los brazos colgando encima de sus rodillas.

―¿Vas a dejarme en paz? ―pregunta Fionna en voz baja. Simplemente quiere gritarle a Marshall en estos momentos, pero realmente no tiene la energía para hacerlo.

―Lo siento. Se que sigo molestándote pero.. Dios, Fi.. ―un golpe contra la puerta hace que Fionna se de cuenta de que tiene su frente apoyada en el cubico. Siente mucha simpatía por Marshall porque sabe que solo intenta echarle una mano, pero Fionna no lo necesita. Esta bien por su cuenta y quería que Marshall viera eso.